Alberto Chicote: ¡°Cuando hago lentejas en casa, se me queman¡±
El chef madrile?o presentar¨¢ un a?o m¨¢s las Campanadas de Antena 3 junto a Cristina Pedroche
Si hay alguien que confirma al pie de la letra eso de que para triunfar en televisi¨®n hay que tener grandes tragaderas, es Alberto Chicote (Madrid, 53 a?os). ¡°Pesadilla en la cocina tiene eso, ?no? Empez¨® como una oportunidad para hacer algo diferente, lo disfrut¨¦ much¨ªsimo el primer d¨ªa y a¨²n lo sigo disfrutando. Es verdad que tengo que ir a muchos restaurantes a ver qu¨¦ es lo que hacen y encontrarme precisamente con lo que hacen, pero tambi¨¦n me permite darles una oportunidad. Y eso es grandioso¡±, se?ala el cocinero, que tambi¨¦n se ha convertido en el rostro, junto a Cristina Pedroche, de las Campanadas de Nochevieja en Antena 3.
Pregunta. ?Es una liberaci¨®n o una frustraci¨®n saber que al d¨ªa siguiente todos los titulares se los va a llevar Cristina Pedroche?
Respuesta. No, me da igual. Cristina y yo hemos hecho un t¨¢ndem que funciona muy bien. Nunca sabremos, o de momento no sabemos, qu¨¦ peso tenemos cada uno de los dos. Lo que s¨ª est¨¢ claro, tanto para ella como para la cadena y para m¨ª, es que los dos juntos funcionamos bien. Por eso lo seguimos haciendo.
P. ?Ya tienen claro el vestuario?
R. El m¨ªo s¨ª, pero no tengo ni idea de qu¨¦ se va a poner ella. En mi caso, en la noche de las Campanadas priman la elegancia y la importancia de la noche. No va a haber sorpresas: toca esmoquin negro, camisa blanca, pajarita negra y zapatos negros.
P. Se ha convertido en una persona muy querida a base de echar broncas. ?Eso c¨®mo se consigue?
R. Bueno, yo no s¨¦ a base de qu¨¦. Evidentemente, esa parte de las broncas est¨¢ ah¨ª, y de hecho hay gente que me para por la calle y me dice aquello de ¡°dales mucha ca?a¡±. No s¨¦ muy bien a qu¨¦ se refieren... Posiblemente, es un compendio: un tipo con un ¡ªahora menos¡ª f¨ªsico imponente, unas formas muy directas y muy claras... y luego, hay una parte que tiene mucho m¨¢s que ver con ganarte a la gente mir¨¢ndola a la cara.
P. Sorprende que despu¨¦s de tantas temporadas con Pesadilla en la cocina a¨²n intenten enga?arle ?La gente que le llama no ha visto el programa?
R. Todos se lo han visto y pasa una cosa muy particular, todos se creen que saben c¨®mo se hace el programa. Cuando llegamos es muy curioso que la gente del restaurante nos pregunta por el guion. Nos dicen: ¡°Me pod¨¦is dar el guion para que sepa lo que tengo que decir¡±. Y no es eso. Y les decimos: ¡°Aqu¨ª eso no se estila. Todo lo que pase va a pasar como t¨² quieras que pase¡±. Y las cosas pasan, siempre pasan.
P. Antes la gente cocinaba para relajarse, pero ahora la televisi¨®n ha convertido los fogones en un frenes¨ª.
R. A m¨ª, cuando estoy en mi casa haciendo unas patatas con costillas, s¨ª me parece relajante. Y de hecho hacer unas patatas con costilla en casa hasta me parece aburrido. Como estoy acostumbrado a hacer tantas cosas a la vez, si solo hago una me aburro y a veces hasta se me estropea la comida. ?A m¨ª se me queman las lentejas precisamente por eso! Las pongo al fuego y como no hay m¨¢s que hacer, me l¨ªo con otras cosas, me pongo a leer o lo que sea y cuando me quiero dar cuenta, a tomar por culo las lentejas.
P. En julio abri¨® en Madrid el restaurante Omeraki. ?No le da miedo que vaya mal y se lo echen en cara?
R. Se me puede echar todo el mundo encima, claro. Hay que tener una grand¨ªsima capacidad de adaptaci¨®n, porque no siempre lo que t¨² defines desde el principio es lo que lo que al p¨²blico le termina encandilando. Siempre le das muchas vueltas. Lo de montar un restaurante con una comida particular suena superrom¨¢ntico pero luego es el p¨²blico el que te dice s¨ª o no. Hay que saber escuchar. Por un lado, hay que perseverar en lo que uno quiere para no perder la identidad y por otro, hay que escuchar al p¨²blico.
P. Hoy los chefs han alcanzado casi un estatus de estrellas del rock. ?Se siente c¨®modo con ello?
R. Yo me met¨ª en esto con 17 un poco por probar, pero enseguida me enamor¨¦ del oficio y pens¨¦ que iba a jubilarme en este oficio. Por eso me preocupo por seguir siendo cocinero. Pero es verdad que la gente ahora ve a los chefs de un modo muy diferente. Hay una grand¨ªsima demanda de gente que se mete en esto porque quieren ser el cocinero creativo que se convierte en una estrella medi¨¢tica y muchos, despu¨¦s de empezar a formarse, lo dejan cuando se dan cuenta de que, para llegar a eso, puedes pasarte toda tu vida asando rodaballos o picando cebollas o ajos o haciendo la misma tarta. Y eso, que a tu cliente le apasiona, a ti puede acabar aburri¨¦ndote.
P. ?Cu¨¢ntas veces un plato le ha hecho llorar de emoci¨®n?
R. Muchas veces. A m¨ª la comida es algo que no solo me gusta, me apasiona, para m¨ª el mejor plan del mundo es salir a comer y que te cuiden. Y todos los platos que me han enamorado est¨¢n guardados en el disco duro. La capacidad que tienen los platos buenos de permanecer en la memoria es mucho mayor que la que tienen los malos. Estos se borran enseguida. En un plato siempre hay mucho de quien lo ha cocinado y a m¨ª eso me emociona. Es como ponerse delante de Las Meninas.
P. ?Se ha sorprendido muchas veces buscando en redes sociales rese?as sobre sus restaurantes?
R. No, antes s¨ª, ahora ya no. Despu¨¦s de grabar un programa de ?Te lo vas a comer? acerca de los restaurantes, he descubierto lo que hay ah¨ª detr¨¢s y no quiero saber nada porque me hago muy mala sangre. Escucho solo a los clientes en el restaurante, donde me pueden decir todo lo bueno o malo que quieran compartir conmigo.
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