El pasado de Lolita es mejor que el presente de casi cualquiera

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entra?as. Pecado m¨ªo, alma m¨ªa. Lo-li-ta. No, no vengo a hablar de Esc¨¢ndalo, diario de una obsesi¨®n, la serie que estrena Telecinco el pr¨®ximo mi¨¦rcoles cuyo tr¨¢iler ya ha provocado que miles de tuiteros la acusen de normalizar la pederastia. No vengo a hablar de ella porque no la he visto. S¨ª he visto a uno de sus guionistas, Santiago D¨ªaz, argumentar que ¡°Esc¨¢ndalo¡± y ¡°obsesi¨®n¡± no apelan a una relaci¨®n muy rom¨¢ntica, que es la que tienen en ella Alexandra Jim¨¦nez (43) y Fernando L¨ªndez (22), que interpreta a un chico de 15.

Ven¨ªa yo a hablar no de Nabokov, ni Dostoyevski, sino de Lolita Flores, que fue el s¨¢bado al Deluxe. No ten¨ªa mucho nuevo que contar, pero su fondo de armario vital es m¨¢s interesante que cualquier novedad del once titular actual de Telecinco. Se ha hablado mucho de su menci¨®n a Tu cara me suena: ¡°Mediafest pa vosotros. No me tires de la lengua del Mediafest, que hay otro programa en Antena 3¡­ Nosotros fuimos los primeros. Como Tibur¨®n¡±. Se ha hablado menos de sus mejores palabras: ¡°Yo ya he perdido un poco la confianza en la verdad de un hombre, no en los hombres. Me han mentido tanto (¡­), me han dado tanto por saco, que ahora mismo para que yo vuelva a tener confianza en un hombre tienen que pasar unos cuantos a?os¡±. Ella lo cont¨® como un problema, pero puede ser una liberaci¨®n. A Lolita solo le reprocho lo que Tallulah Bankhead a su padre: ¡°Me advirti¨® del alcohol y de los hombres, pero no de la coca¨ªna y de las mujeres¡±. Aunque para ser justa, de la coca¨ªna a su manera ¨C¡±La prob¨® mi madre, no la vamos a probar nosotros¡±¨C ya lo hab¨ªa hecho.

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