Gesto por la Paz: el silencio de los valientes que rompi¨® el silencio c¨®mplice con el terror
El documental ¡®Gesto¡¯, de Xuban Intxausti, es el homenaje que se deb¨ªa a un grupo de activistas que se la jug¨® para recuperar las calles secuestradas por los violentos
¡°En mi entorno, ser rebelde era ser de la izquierda abertzale. O apoyabas la violencia o callabas¡±. Lo dice una de los valerosos activistas de Gesto por la Paz de Euskal Herria en el documental Gesto. Ella pens¨® que la verdadera rebeld¨ªa era responder a la violencia con actos pac¨ªficos. La pel¨ªcula de Xuban Intxausti ¡ªestrenada en San Sebasti¨¢n, presentada este mes en Madrid y que recorrer¨¢ ahora otros festivales¡ª es el homenaje que se deb¨ªa a quienes rompieron el silencio c¨®mplice con el terror manifest¨¢ndose, precisamente, en silencio.
Fue a mediados de los duros a?os ochenta cuando grupos de estudiantes y cristianos de las parroquias empezaron a concentrarse tras cada asesinato terrorista, desafiando la hostilidad dominante en las calles del Pa¨ªs Vasco y Navarra. A lo largo de 25 a?os fueron sum¨¢ndose m¨¢s personas ¡ªen gran medida j¨®venes, mujeres, vascohablantes¡ª a un movimiento que rechazaba todas las violencias ¡ªla de ETA, s¨ª, tambi¨¦n la guerra sucia o las torturas¡ª, que declaraba que todo proyecto pol¨ªtico debe defenderse por medios pac¨ªficos y que abri¨® los ojos a una sociedad que callaba por miedo cuando no por simpat¨ªa a los pistoleros.
Gesto cre¨® el lazo azul, por la libertad de los secuestrados. Pintaban murales, colgaban sus lemas de los puentes, organizaban cadenas humanas, colocaban baldosas donde se hab¨ªa matado a alguien. Se hac¨ªan visibles en contextos muy dif¨ªciles, frente a contramanifestantes proetarras que los amenazaban o agred¨ªan. Segu¨ªan el manual de la resistencia pac¨ªfica. Su silencio result¨® m¨¢s revolucionario que el griter¨ªo de quienes les tiraban piedras y tornillos.
En ocasiones fueron incomprendidos: se concentraban tambi¨¦n por los etarras muertos, defend¨ªan los derechos de las v¨ªctimas de los GAL, ped¨ªan el fin de la dispersi¨®n carcelaria, no ve¨ªan en el nacionalismo a su enemigo (eso los diferenciaba de otros grupos surgidos despu¨¦s como ?Basta Ya!).
Solo despu¨¦s del asesinato de Miguel ?ngel Blanco, en 1997, la causa de la paz fue ganando la calle. Solo en 2011 ETA anunci¨® que abandonaba las armas, cuando buena parte de su base social repudiaba los atentados. Dos a?os despu¨¦s, Gesto decidi¨® disolverse tambi¨¦n: lo entendi¨® como una victoria. Lo era. Si no se dieron contrapartidas pol¨ªticas por el cese del terrorismo fue en gran medida porque antes hubo quienes, renunciando a la comodidad y a la seguridad, hab¨ªan recuperado el espacio p¨²blico secuestrado por los violentos. Que no se olvide.
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