Sin huellas, sin permiso y sin perd¨®n

Nada tienen de especial dos mujeres que se dan la mano, pero cuando Desi y Cata (Carolina Yuste y Camila Sodi) lo hacen en el primer cap¨ªtulo de Sin huellas (Amazon Prime video) es inevitable acordarse de Thelma & Louise. Desi y Cata trabajan de limpiadoras y reciben un encargo que las acaba involucrando en un crimen que no han cometido, lo que propicia una huida hacia delante, con perd¨®n, como los de Alicante ¡ªeste juego de palabras tambi¨¦n se hace en la serie¡ª. Es entonces cuando las dos acaban d¨¢ndose la mano y saltando. Vale, no a un precipicio, sino a una cama balinesa, pero aceptamos barco.

Se insiste mucho, y es l¨®gico, en que Sin huellas es una serie protagonizada por dos personajes de clase social baja, una mujer gitana (y lesbiana) y una mujer mexicana. Adem¨¢s, su estatus, su origen, su orientaci¨®n sexual no son accesorios, son determinantes en su manera de comportarse ¨Cesa bolsa de dinero a la que es tan dif¨ªcil renunciar, esa familia a la que no se quiere recurrir, esa polic¨ªa a la que se teme¡­¡ª. Es normal que se destaque por lo infrecuente, pero una de las mayores virtudes de la serie es que no necesita subrayarlo.

Parte de la rabia que provoc¨® Thelma & Louise en muchos espectadores no solo le corresponde a su final, sino tambi¨¦n a que se apropi¨® de unos c¨®digos hist¨®ricamente masculinos ¡ªel g¨¦nero, la manera de comportarse de sus protagonistas, el tono¡­¡ª y lo hizo sin pedir permiso, ni perd¨®n. En un sector que abusa de las historias de mujeres con moraleja, como si fueran f¨¢bulas de Perrault, Sin huellas abraza el entretenimiento puro porque es consciente de que el hecho de que est¨¦ protagonizada por quien lo est¨¢ ya marca su diferencia. Bienvenido y agradecido es.

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