El brillo c¨¢lido y misterioso de Laura G¨®mez-Lacueva

Apenas charl¨¦ dos o tres veces con ella, pero me bastaron para saber que no solo era una actriz con una vis c¨®mica fuera de lo com¨²n y un instinto poderoso, sino que pose¨ªa una personalidad sensible, cultivada y curiosa, cuyo compromiso con su arte iba m¨¢s all¨¢ de lo profesional, como demuestra que siguiese trabajando a un ritmo estajanovista en la tele, el cine y el teatro, pese a que los dolores de la enfermedad le hac¨ªan las jornadas dur¨ªsimas. Muri¨® como hacen mutis los grandes actores, sin sobreactuaciones: hab¨ªa compa?eros que ni siquiera sab¨ªan que estaba en el hospital.

Para Espa?a, Laura G¨®mez-Lacueva era la nueva estrella de La que se avecina. Para Arag¨®n, hace tiempo que era una de las estrellas de Oreg¨®n TV, el exitoso programa de humor de la tele auton¨®mica, donde se gan¨® a pulso la fama, sketch a sketch. Para el mundo de los actores, era una fiera del teatro, tanto sobre el escenario como en la direcci¨®n. Sus amigos alaban su entrega obsesiva, su perfeccionismo y su enorme capacidad de trabajo. Esto ¨²ltimo es en realidad una maldici¨®n: en una profesi¨®n tan competitiva y cruel, ser currante es un requisito.

G¨®mez-Lacueva encontr¨® su sitio ¡ªy bien que le cost¨®¡ª en esa hidalgu¨ªa de los actores de reparto, o secundarios, como los llamaban antes. En este pa¨ªs sin star-system, esa forma de nobleza supone ganarse el cari?o eterno del p¨²blico. Pero de su brillo en el teatro y en el cine se adivinaba algo m¨¢s, algo que estaba por llegar y que ten¨ªa que ver con su erudici¨®n dramat¨²rgica y literaria, con su manera de conversar, tan c¨¢lida y amable. Era algo muy dif¨ªcil de ver en sus personajes, pero que de vez en cuando asomaba. Maldici¨®n, si hubiera charlado un poco m¨¢s con ella, ahora sabr¨ªa explicar qu¨¦ diablos era eso tan especial.

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