¡®S¨¢lvame¡¯ es ceniza
El desaparecido programa de Telecinco, el f¨²tbol, las redes sociales e incluso el periodismo nos dan la dosis de idiotez necesaria para ir tirando: la intrascendencia es una da las caracter¨ªsticas m¨¢s valiosas del ser humano
Vivimos empecinados en ser algo, en trascender, en el become m¨¢s que en el to be, y ya no nos basta con los quince minutos de gloria de Andy Warhol, eso es para aficionados, ahora queremos una vida ¨¦pica e inmortal todo el tiempo. Las redes sociales fomentan la estupidez de la trascendencia hasta el punto de que creemos que un tuit con una opini¨®n que nadie nos ha pedido, una foto de nuestros pies en Insta o una coreograf¨ªa en TikTok son el pasaporte al olimpo de una fama cuyo c¨ªrculo se ha reducido tanto que apenas sirve de hula hoop.
Despu¨¦s de milenios convencidos de que lo importante era explorar el mundo para descifrar sus secretos, hemos llegado al punto de que el mundo s¨®lo nos interesa para explicarlo a trav¨¦s de nuestras redes sociales y fotografiarlo con el filtro Clarendon de nuestro smartphone. La falsa trascendencia es una nueva droga.
S¨¢lvame ha querido vivir al margen de esa adicci¨®n durante 14 a?os. Su intrascendencia ha sido voluntaria y consciente. Militante, si me permit¨ªs. Y ahora que el programa hace correr r¨ªos de tinta, llena minutos en las tertulias y es trending topic a diario, justo ahora, es el momento de desvelar el gran secreto: S¨¢lvame no es nada. S¨¢lvame es cero importante. S¨¢lvame es ceniza.
?Ha acompa?ado a millones de personas durante muchos a?os? Pues claro, a tantas como para hacerlo l¨ªder e imbatible durante todos esos a?os. ?Se recordar¨¢ durante mucho tiempo? Eso parece. ?Es importante? No. No lo es. Es intrascendente. Y el Bar?a de Guardiola y Messi tambi¨¦n. El entretenimiento de masas es lo que tiene.
S¨¢lvame ha sido durante a?os el programa m¨¢s intrascendente de la televisi¨®n. Por eso era imprescindible para mucha gente, porque intrascendente no quiere decir in¨²til. Igual que hacer un poco de ejercicio ayuda a compensar nuestras sedentarias e intoxicadas vidas, un chute de intrascendencia nos hace valorar lo que realmente es trascendente de verdad. Hay pocas cosas importantes y debemos estar entrenados para reconocerlas cuando suceden. Si todo es siempre importante es que nada lo es.
Cada persona elige su ranking de cosas importantes: la paternidad, el trabajo, la familia, el sexo, la amistad, tener limpia la conciencia, dejar huella, sobrevivir¡ Y en televisi¨®n, los que no informamos, entretenemos y punto. Y le quitamos peso a la vida durante unas horas con la firme creencia de que la gente sabe lo que es importante: sus derechos, una sociedad m¨¢s justa, un nivel de vida digno, mirar al futuro sin miedo, alejarse de los retr¨®grados¡ Espa?a ha evolucionado tanto como para que convivan en parrilla nuestros programas con otros muy diferentes y la gente elige lo que ve, como elige tambi¨¦n qu¨¦ sociedad de futuro quiere. Pero mejor cambio de tema porque me estoy poniendo trascendente. Y si en alg¨²n momento en S¨¢lvame cometimos el error de creernos trascendentes, el p¨²blico nos acab¨® castigando por ello. Y la sociedad tambi¨¦n, porque unos titiriteros como nosotros no debemos creer que podemos hablar en serio.
S¨¢lvame ha sido intrascendente y ha regalado intrascendencia a espuertas. El programa no ha sido nunca nada, o mejor, ha sido la nada en s¨ª misma. Es algo que s¨¦ desde siempre, pero que confieso hoy que ya no es ni siquiera la nada que siempre fue.
S¨¢lvame ha estado ah¨ª 14 a?os, la gente lo ve¨ªa y luego lo quitaba y al d¨ªa siguiente lo volv¨ªa a poner y a quitar, b¨¢sicamente porque estaba ah¨ª y llevaba el suficiente tiempo como para ser familiar. Era el pop up de la tele, se creaba, se consum¨ªa, se autodestru¨ªa y se regeneraba sin dejar huella. S¨¢lvame ha sido el meme del d¨ªa, la sesi¨®n #69 de BZRP, la canci¨®n de un verano que ha durado 14 a?os. No hab¨ªa ning¨²n plan, ni objetivo. No lo hubo jam¨¢s. Ni hubo deseos de obligar, ni convencer, ni adoctrinar a nadie. Solo de entretener con la insustancialidad.
S¨¢lvame ha sido la invisibilidad de lo muy visto. S¨¢lvame no obligaba a pensar, te permit¨ªa disfrutar de la pasividad durante un rato cada d¨ªa, era la gimnasia mental que recolocaba los niveles de trascendencia. Se consum¨ªa sin darle importancia, como el aire que nos mantiene vivos. Como la espuma de los d¨ªas. Ha sido puro entretenimiento. No ha habido espacio m¨¢s positivamente intrascendente que S¨¢lvame y por eso el p¨²blico lo hizo necesario. Porque durante muchos a?os, cada d¨ªa aportaba a millones de personas esa sensaci¨®n de paz que genera el vac¨ªo, un placer familiar, que ahora mucha gente lamenta perder. Por eso, s¨®lo podemos decir: gracias.
Y gracias a Mediaset por estos a?os, para ellos es el enorme patrimonio inmaterial e inmortal que el programa les ha legado. Ah¨ª queda un retrato sociol¨®gico de incalculable valor del entretenimiento l¨ªder. Una broma inagotable, una telenovela con m¨¢s cap¨ªtulos que ninguna otra, un reality infinito que s¨ª ten¨ªa final¡ o no.
Son muchos los que han ca¨ªdo en la trampa de la falsa trascendencia de S¨¢lvame con cr¨ªticas venenosas. Hemos sido el demonio y tambi¨¦n el dios de la creaci¨®n televisiva, pero en realidad no ¨¦ramos nada. Nuestra audiencia lo sab¨ªa y eso es lo que m¨¢s les gustaba. Hubo personas que necesitaron un enemigo y creyeron encontrarlo en S¨¢lvame, pero ¨¦ramos el placebo de la enemistad. Ellos eran Quijotes y nosotros solo ¨¦ramos molinos. Es imposible batallar contra la nada y eso ha generado mucha impotencia y mala leche a los que han querido acabar con el programa en estos a?os. S¨¢lvame nunca quiso ser m¨¢s que una tonter¨ªa. ¡®Solo es una pel¨ªcula¡¯, que dir¨ªa Hitchcock.
El escritor suizo Robert Walser pas¨® su vida intentando ser lo menos importante posible hasta el punto de internarse voluntariamente en un sanatorio mental. Toda su obra es un canto a la trivialidad: ¡°La ceniza es la humildad, la intrascendencia y la falta de valor mismas. ?Se puede ser m¨¢s inconsistente, m¨¢s d¨¦bil y m¨¢s insignificante que la ceniza? (¡) Donde hay ceniza, en realidad no hay nada. Pon tu pie sobre la ceniza y apenas notar¨¢s que has pisado algo¡±. Pero cuidado, porque donde hay ceniza, ha habido fuego y seguramente¡ mucha pasi¨®n.
De tanto en cuanto aparece un art¨ªculo que afirma que el f¨²tbol idiotiza a la sociedad hasta el punto de desviar su atenci¨®n de la realidad pol¨ªtica, econ¨®mica y social, que a juicio del articulista, es lo realmente importante. Pero lo cierto es que una de las caracter¨ªsticas m¨¢s valiosas del ser humano es la idiotez, que es una forma de llamar a la intrascendencia. El f¨²tbol, S¨¢lvame, las redes sociales e incluso el periodismo, nos dan la dosis de idiotez necesaria para ir tirando.
No olvidemos ser inteligentes, pero tampoco olvidemos ser un poco idiotas. Los que se niegan a reconocer su idiotez acaban queriendo destruir a los que les llaman idiotas. El emperador que va de listo acaba desfilando desnudo.
Acab¨® S¨¢lvame. Nos vamos con la nada a otra parte, porque una de las ventajas de la nada es que pesa muy poco y se puede transportar. Vamos a seguir inundando de nada Mediaset con nuevos proyectos y nos llevamos esa nada tambi¨¦n a Netflix donde vamos a seguir reivindicando un espacio con cero trascendencia. La idiotez es nuestro ant¨ªdoto a tanta blancura gris¨¢cea y cenicienta. Porque somos ceniza, pero nunca seremos grises.
?Buscamos trascender con ello?
Quiz¨¢ s¨ª.
No lo sabemos.
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