Devu¨¦lveme el f¨²tbol que me lo has ¡®robao¡¯

El calendario dice verano, pero la intensidad de Madrid y Barcelona en los partidos que emite Champions Tour de Movistar es propia de abril. Las pretemporadas para foguear canteranos y testar sistemas se han extinguido como los torneos veraniegos de enjundia. Ahora que los americanos han descubierto el glamour del bal¨®n se han montado su Champions en agosto. No quiero ser nost¨¢lgica, se empieza echando de menos el Trofeo Colombino y se acaba enfundada en una camiseta del Valle de los Ca¨ªdos como una Nancy Rubia cualesquiera.

El ¡°f¨²tbol es f¨²tbol¡± de Boskov es hoy m¨¢s f¨²tbol es dinero que nunca. Para dar la bienvenida a la liga saud¨ª a Jordan Henderson le han hecho un v¨ªdeo en blanco y negro. No hab¨ªa intenci¨®n art¨ªstica, pretend¨ªan disimular el brazalete arco¨ªris que el del Liverpool portaba para apoyar al colectivo LGTB. A sus seguidores les cuesta entender que su capit¨¢n se sume ahora a tantos ¨ªdolos con pies de oro y moral de barro que ayer se manifestaban contra la homofobia y hoy blanquean con id¨¦ntico entusiasmo un r¨¦gimen que castiga la homosexualidad con la muerte.

Si antes los petrod¨®lares compraban una jubilaci¨®n dorada a quienes quer¨ªan retirarse siendo cabeza de rat¨®n, ahora los jeques fichan en la plenitud de su carrera a jugadores que renuncian a la competitividad y al amor por cualquier color que no sea el de los riales. Arabia Saud¨ª no quiere molestos titulares sobre su desprecio a los derechos humanos y nada tiene m¨¢s capacidad para desviar la atenci¨®n que comprar un Man¨¦, un Benzema o una Supercopa de Espa?a.

Lo que zanjar¨¢ definitivamente la superioridad de Messi sobre Cristiano Ronaldo no lo dictan los balones de oro, sino que el argentino eligiese finalizar su carrera en un pa¨ªs donde las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres.

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