¡®Las flores perdidas de Alice Hart¡¯ denuncia a los maltratadores

En estos tiempos en los que ya son 40 las mujeres asesinadas por la violencia machista en los ocho primeros meses del a?o, a las que habr¨ªa que sumar las no cuantificadas pero suponemos que muy numerosas maltratadas f¨ªsica y psicol¨®gicamente, una serie como Las flores perdidas de Alice Hart, basada en la novela de Holly Ringland, deber¨ªa ser de programaci¨®n obligatoria en todas las televisiones generalistas.

Tres son los elementos esenciales en los siete cap¨ªtulos dirigidos por Glendyn Ivin: la denuncia de los violadores, el lenguaje extraordinario de las flores y la tambi¨¦n extraordinaria interpretaci¨®n de Sigourney Weaver, la venerable abuela de Alice que ha convertido su granja en un efugio para las mujeres maltratadas y que ha optado por compartir la petici¨®n que hizo en su d¨ªa Anna Magnani a su maquillador: ¡°D¨¦jame todas las arrugas, no me quites ni una: he tardado toda una vida en conseguirlas¡±.

Alice Hart vive una infancia con la omnipresencia de lo que los cerebros grises de Vox se empe?an en llamar ¡°violencia dom¨¦stica¡± en un burdo encubrimiento de una realidad: la violencia machista. Un padre maltratador incapaz de amar sin demostrar al mismo tiempo su dominadora brutalidad, una personalidad que volver¨¢ a encontrar tiempo despu¨¦s en el hombre del que estaba enamorada. S¨®lo encontrar¨¢ la tranquilidad en la granja de flores de su abuela June, quien le mostrar¨¢ los sensibles y ocultos mensajes de la flora aut¨®ctona.

A?¨¢danle a todo ello los desoladores e hipn¨®ticos paisajes del desierto australiano y una decidida voluntad de sus guionistas en alejarse del tremendismo, pero con la clara conciencia de denunciar a los abusadores, y el resultado es una excelente serie creada por Sarah Lambert que exhibe Prime Video.

Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.