La incre¨ªble vida del c¨¢mara de Almudena Ariza que intent¨® asesinar a Pinochet

Las dos primeras informaciones que aparecen cuando se introduce en el buscador de internet el nombre de V¨ªctor D¨ªaz Caro son ¡°militante del Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez, particip¨® del atentado al dictador Augusto Pinochet el 7 de septiembre de 1986¡å y ¡°sale al exilio, en 1976, hacia Mosc¨². Retorna en 1980. Es detenido, en 1986, por Brigada de Investigaciones de Asalto¡±. Esa b¨²squeda es la que hizo Almudena Ariza mientras trabajaba como corresponsal de TVE en Par¨ªs.

Lo impactante para ella era que el hombre de quien hablaba la inteligencia artificial era hasta entonces un compa?ero m¨¢s, uno de los c¨¢maras con los que enviaba sus reportajes televisivos. De pronto, descubri¨® que ese discreto y tranquilo hombre hab¨ªa formado parte de un grupo armado en Chile durante la dictadura militar. Que tras atentar sin ¨¦xito contra Augusto Pinochet fue detenido y torturado. Que logr¨® escapar de la mayor c¨¢rcel de seguridad del pa¨ªs. Que cruz¨® a pie la cordillera de los Andes con un burro como gu¨ªa para huir a Argentina. Y que hoy vive en Par¨ªs como refugiado pol¨ªtico.

El testimonio de D¨ªaz Caro a la periodista y el de muchos otros compatriotas conforma desde este lunes 11 de septiembre el podcast El guerrillero. Llega a las principales plataformas de audio justo el d¨ªa en que se cumplen 50 a?os del golpe de Estado de Pinochet.

Ariza ignoraba el pasado de su colega hasta esa revelaci¨®n virtual. ?l le hab¨ªa pedido prestado un libro sobre la dictadura chilena que hab¨ªa llegado a la redacci¨®n. Se lo devolvi¨® al d¨ªa siguiente. Hab¨ªa devorado m¨¢s de 350 p¨¢ginas en apenas unas horas y eso despert¨® la curiosidad de su compa?era. Cuando los dos terminaban su trabajo para la televisi¨®n, se reun¨ªan en torno a una grabadora y charlaban sobre la vida pasada del c¨¢mara.

¡°Su relato me pareci¨® algo ¨¦pico, una vida intens¨ªsima, llena de giros, que adem¨¢s explicaba muy bien la historia reciente de Chile¡±, cuenta Ariza este domingo por tel¨¦fono desde Ucrania, minutos despu¨¦s de informar en el Telediario de sobremesa sobre el ataque ruso que ha matado a una voluntaria espa?ola en el frente de Bajmut. La biograf¨ªa del c¨¢mara y la de su familia, formada por una madre cat¨®lica y un padre comunista, reflejan en efecto la de toda una naci¨®n. Su padre fue amigo del poeta y senador Pablo Neruda y mano derecha de Salvador Allende y termin¨® en un centro de exterminio. Cuando Ariza resume este mosaico de vivencias, sigue siendo evidente el asombro que le provoca, incluso m¨¢s de tres a?os despu¨¦s de haber comenzado a investigar sobre ellas.

¡°Creo que V¨ªctor nunca pronuncia la palabra Pinochet, se refiere a ¨¦l como el tirano. Para unos, el modo en que se enfrent¨® al dictador le convierte en un terrorista, para otros en un patriota, para otros en un h¨¦roe¡­¡±, asegura la reportera. ¡°?l lo que quer¨ªa era derribar la dictadura y la muerte de gente inocente¡±, prosigue. Ariza destaca la forma tan teatral que su entrevistado principal, heredada de sus tiempos como estudiante de interpretaci¨®n en su juventud. ¡°Incluso en los momentos m¨¢s dram¨¢ticos, ¨¦l es muy simp¨¢tico y recurre al humor y la iron¨ªa¡±, apunta Ariza.

Siete de los ocho cap¨ªtulos de El guerrillero, un proyecto de Ariza independiente a su trabajo en la cadena p¨²blica que ha producido la plataforma Yes We Cast, se han lanzado de una sola vez. Sus responsables colgar¨¢n en breve el episodio final. A medida que avanza la narraci¨®n documental, la mirada de Ariza se ampl¨ªa y llega a otros testimonios, recogidos en Santiago de Chile y otros lugares del pa¨ªs. Incluido el de un taxista que desplaz¨® a la periodista por la capital y que de forma espont¨¢nea le cont¨® su experiencia personal, cosas que no ha explicado ni sus propias hijas, dice Ariza. ¡°Hay muchas cosas de esta dictadura que siguen sin hablarse y, por tanto, siguen sin saberse. Y hay mucho negacionismo. ¡°?Si hasta hace unos d¨ªas no se ha condenado a los asesinos de V¨ªctor Jara!¡±, lamenta.

Una de las declaraciones m¨¢s impactantes de toda su carrera, apunta ella misma, se encuentra en este podcast. Es el de uno de los principales testigos de las torturas y asesinatos de Pinochet: Jorgelino Vergara, el Mocito. Trabajaba como uno de los criados de quien fuera la mano derecha de Pinochet, Manuel Contreras. El joven entabl¨® amistad con el padre de V¨ªctor D¨ªaz Caro en el campo de exterminio. Y fue quien tuvo que recoger su cad¨¢ver cuando muri¨® asfixiado con una bolsa durante una de las rutinarias torturas a la que los militares somet¨ªan a los presos.

¡°Gracias a la declaraci¨®n de El Mocito, en el a?o 2007, mucho despu¨¦s de que ocurriera todo, se detuvo al mayor n¨²mero de criminales de esta dictadura¡±, apunta la periodista. Localiz¨® a Vergara en medio del campo chileno, en un lugar que no desvela al ser un testigo protegido.

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