Lo que la jura de la Constituci¨®n nos cuenta sobre Espa?a
En la puesta de largo de Leonor hubo im¨¢genes nos han mostrado personajes, recovecos y claves que alg¨²n d¨ªa descifraremos. Sonrisas crispadas, dientes apretados, cambios de asiento y gente que no sabe estar en p¨²blico aunque cobre como si supiera
Durante los ¨²ltimos 10 a?os, la Casa Real nos ha bombardeado con las supuestas cualidades y gustos de Leonor de Borb¨®n, que no solo es fan de Kurosawa y Stevenson (como cualquier ni?a de su edad), sino que tambi¨¦n habla siete idiomas (lenguas muertas aparte), practica el esqu¨ª, el vale tudo, el muay thai, la nigromancia. Toca el piano, el la¨²d y el mirlit¨®n. Espant¨® a un Perro de T¨ªndalos de un sopapo. Menuda es Leonor. A menudo me da l¨¢stima. Le facilitaron parar en un bar de carretera para ir al ba?o, ese es el nivel. Leonor, sea verdad o mentira que es un ser excepcional, es ¨Djunto con su hermana Sof¨ªa¨D la ¨²nica normal en una familia que perdi¨®, con mucho esfuerzo, la patente de corso que, entre alharacas y lisonjas, les concedimos los espa?oles. Leonor tiene, adem¨¢s, el don de la belleza, algo que fascina, espanta y abuchara, todo a la vez.
Su puesta de largo (la jura de la Constituci¨®n) me ha recordado a aquella coronaci¨®n s¨²bita que viv¨ª en primera fila porque no hab¨ªa casi nadie. En esta ocasi¨®n ha habido una Tarta Espa?a, un par de filas de entusiastas (menos que en un concierto de Le?o) y una retransmisi¨®n de cinco horas y media en el contexto de formaci¨®n de un Gobierno que en el mejor de los casos podemos decir que es pol¨¦mico. Las im¨¢genes nos han mostrado personajes, recovecos y claves que alg¨²n d¨ªa descifraremos. Sonrisas crispadas, dientes apretados, cambios de asiento y gente ¡ªalguna gente¡ª que no sabe estar en p¨²blico aunque cobre como si supiera. Cinco horas llenas de simbolismo; una parte es f¨¢cil de entender ¡ªla que dise?an las instituciones¡ª y otra no requiere cultura para ser le¨ªda, solo necesita vida, astucia y algo de mala leche. Son esos r¨ªos subterr¨¢neos que mueven y erosionan la tierra que pisamos. No ha sido un momento hist¨®rico, solo el preludio de lo que vendr¨¢.
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