La visita de Kissinger horas antes del asesinato de Carrero Blanco: la serie que ahonda en ¡°el ¡®true crime¡¯ m¨¢s relevante de la Espa?a reciente¡±

En un primer momento, la explosi¨®n ocurrida en la ma?ana del 20 de diciembre de 1973 cerca de la intersecci¨®n entre las calles Claudio Coello y Maldonado en Madrid se achac¨® a un escape de gas. Que los fallecidos fueran el presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco; su ch¨®fer, Jos¨¦ Luis P¨¦rez Mogena; y su escolta, Juan Antonio Bueno Fern¨¢ndez, cambi¨® de inmediato el contexto. El incidente se convirti¨® en un magnicidio.

Para llevar a cabo este atentado fue necesario cavar un t¨²nel y colocar unos potentes explosivos bajo tierra a escasos metros de la Embajada de Estados Unidos. En la zona se aglutinaban todos los servicios secretos de las grandes potencias del mundo. Pero un comando terrorista logr¨® ejecutar su plan sin haberse esforzado mucho en pasar desapercibido.

El director Eulogio Romero, apasionado de la Transici¨®n espa?ola, buscaba un relato en torno a un periodo que considera ¡°algo tab¨² en el audiovisual espa?ol¡±, explica este lunes por tel¨¦fono. ¡°Hay muchos elementos interesantes que todav¨ªa quedan por descubrir de lo que realmente ocurri¨® en esa ¨¦poca de cambio. Y este fue su punto de partida, en el que adem¨¢s conflu¨ªan dos elementos clave: la influencia externa de potencias internacionales y la lucha de poder interna por la sucesi¨®n de Franco¡±, apunta.

Romero se propuso contar el fruto de sus investigaciones en una serie documental que no espantara al espectador, con un deliberado tono de thriller cinematogr¨¢fico. Plante¨® la idea a la productora 100 Balas (The Mediapro Studio), con la que ya hab¨ªa trabajado. Juntos decidieron crear Matar al presidente, que estrena el primero de sus tres episodios este martes 5 de diciembre en Movistar Plus+.

¡°Esta ha sido la primera vez que se ha autorizado el acceso ilimitado al contenido del sumario por el asesinato, sin olvidar que durante muchos a?os los tomos han estado ilocalizables¡±, recuerda la productora sobre el trabajo del equipo de investigaci¨®n liderado por Paco Jim¨¦nez. Para Romero, una vez analizados todos los documentos ¡°lo deficiente de la investigaci¨®n denota que muy poca gente estaba interesada en descubrir lo que realmente pas¨®¡±.

Este an¨¢lisis exclusivo desvela un dato in¨¦dito en su segundo cap¨ªtulo, disponible a partir del 12 de diciembre. El documental asegura que el s¨ªmbolo de ETA pintado en la entrada del agujero creado para colocar los explosivos, que intenta atribuir la autor¨ªa del atentado al grupo terrorista, no aparece en la primera foto tomada en el lugar el mismo d¨ªa del atentado, como se cre¨ªa hasta ahora, pero s¨ª en otra hecha 10 d¨ªas despu¨¦s.

Hip¨®tesis y conclusiones

Que ETA, en ese momento una organizaci¨®n de reciente creaci¨®n, no contara ni con la experiencia ni log¨ªstica suficientes como para completar un atentado tan complejo a una figura tan relevante ha disparado en todos estos a?os la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Algunos cabos sueltos en las pesquisas policiales y la ausencia de una sentencia judicial tambi¨¦n ha alimentado esta idea en este tiempo. La serie incluye todas las hip¨®tesis para que el espectador, a partir de los datos comprobados, ¡°tome sus propias conclusiones¡±, explica el director del proyecto.

Un art¨ªculo de opini¨®n de este diario analizaba en 1983, cuando se cumpl¨ªan 10 a?os del atentado, que ¡°la otra pregunta [en torno al asesinato] es la de si la autor¨ªa de ETA fue total o se limit¨® a ser instrumento de una operaci¨®n de m¨¢s vastos alcances y en la que pudieran intervenir las fuerzas ocultas de algunas potencias u organizaciones de car¨¢cter internacional. ( ... ) Preguntas, dudas, enigmas hay muchos m¨¢s. Y se mantendr¨¢n seguramente en los arcanos de la historia¡±, auguraba.

A lo largo de los tres cap¨ªtulos, hablan ante la c¨¢mara, entre otros, ?ngel Amigo, exmiembro de ETA; Mikel Lejarza El lobo, infiltrado en la banda terrorista durante a?os; el periodista estadounidense Tim Weiner, premio Pulitzer; la periodista Pilar Urbano; y el exministro del Interior Rodolfo Mart¨ªn Villa. Pero, destaca Romero, todav¨ªa hay personas que no quieren hablar sobre ello, 50 a?os despu¨¦s, como miembros de los servicios secretos que investigaron el asesinato. ¡°Me pregunto por qu¨¦ muchos exmiembros de ETA nunca quisieron mencionar el que es en teor¨ªa su atentado m¨¢s potente¡±, cuestiona.

Un olvido perfectamente dise?ado

Carlos Est¨¦vez, periodista de investigaci¨®n y coautor del libro Carrero. Las razones ocultas de un asesinato dice en la serie que a Carrero Blanco se le asesin¨®, pero al d¨ªa siguiente se le olvid¨®, recuerda Romero. Aunque son pocos a?os los que separan a la muerte de Carrero Blanco del 23-F, que ocurri¨® en un pa¨ªs ya en democracia, el contexto fue tan diferente que ha hecho que la teor¨ªa de la conspiraci¨®n en torno al intento de golpe de Estado haya pervivido mucho m¨¢s en el imaginario colectivo. ¡°Habr¨ªa que seguir pregunt¨¢ndose por qu¨¦ hab¨ªa tanto inter¨¦s en que la muerte de Carrero Blanco se olvidara tan r¨¢pido¡±, responde el creador de Matar al presidente.

En el primer episodio, la serie muestra c¨®mo la banda terrorista ETA, de poco m¨¢s de 10 a?os de historia, est¨¢ decidida a cometer un gran golpe en Madrid. Y c¨®mo los etarras Argala y Wilson se encuentran con un misterioso personaje que les se?ala al Almirante Luis Carrero Blanco como objetivo perfecto para un secuestro.

Y c¨®mo 24 horas antes del atentado, el pol¨¦mico secretario de Estado Henry Kissinger, fallecido el pasado 30 de noviembre, se reuni¨® en Madrid con Carrero Blanco para tratar varios asuntos clave para sus intereses. El presidente espa?ol no se mostr¨® nada colaborador con ¨¦l.

Lo sustituye en la presidencia Arias Navarro, el ¨²nico ministro del gabinete de Carrero Blanco que no hab¨ªa elegido ¨¦l mismo, seg¨²n apuntan los investigadores y entrevistados de la serie documental. De entre todos los grandes personajes secundarios que aparecen en esta trama real, Romero considera que la llamada camarilla de El Pardo, en referencia al entorno de Carmen Polo, esposa del dictador, tiene una gran serie documental. ¡°Una que investigue c¨®mo se teji¨® de forma interna la sucesi¨®n de Franco¡±.

El equipo de esta producci¨®n destaca que, a pesar de tratarse de un magnicidio, no se controlaron las fronteras como medida de seguridad y que el embajador espa?ol en Francia se neg¨® a detener a los miembros de ETA localizados en el pa¨ªs vecino, para viajar a Espa?a y convertirse casi de inmediato en ministro de Arias Navarro. ¡°Meses despu¨¦s firm¨® todo aquello que Kissinger no consigui¨® de Carrero Blanco¡±, puntualiza el responsable de la serie.

Ante la falta de material original y para que la serie resultara atractiva a una generaci¨®n que no hab¨ªa nacido cuando ocurri¨® el asesinato, Matar al presidente recurre a recreaciones cuidadosamente grabadas. El equipo construy¨® a escala real el s¨®tano de Claudio Coello donde operaron los terroristas y excavaron un t¨²nel de las mismas dimensiones. ¡°Nos sirvi¨® para entender si los autores oficiales fueron capaces de hacerlo solos o no. Adem¨¢s, era fundamental generar un tono de serie de espionaje, para conectar con un espectador que, aunque no conoce los datos hist¨®ricos, s¨ª sabe mucho de narraci¨®n audiovisual y exige cierta sofisticaci¨®n¡±, argumenta Romero.

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