Ansia de amor

La privilegiada inteligencia de Fern¨¢n G¨®mez hizo posible una de las pel¨ªculas m¨¢s negras, esperp¨¦nticas y tragic¨®micas del cine espa?ol. Se titula El extra?o viaje. La censura intent¨® ponerle grilletes, pero ah¨ª est¨¢. Viva y corrosiva despu¨¦s de tanto tiempo. Pienso en su argumento cuando informaron de un suceso real aterrador. Dos hermanas y su hermano, sin parejas, fueron asesinados en un pueblo. Se los carga un se?or al que no hab¨ªan devuelto un pr¨¦stamo de cincuenta mil euros. Ellas destinaron ese dinero a la cuenta corriente de dos imaginarios militares estadounidenses a los que no hab¨ªan visto nunca pero que les ofrec¨ªan matrimonio. Eran sus novios en su delirante cabeza, una estafa m¨¢s a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa que acaba con la muerte de esa familia. Qu¨¦ miedo da ese letal se?or. Y qu¨¦ grima los que enga?aron a las dos solteronas con ansia de amor.

Contin¨²an las barbaries utilizando los sentimientos en la aterradora serie en Filmin El quinto mandamiento. No es ficci¨®n. El espanto ocurri¨®. Aseguraba el gran Battiato en su canci¨®n La estaci¨®n de los amores: ¡°Los deseos no envejecen a pesar de la edad. Le queda un nuevo entusiasmo que vivir al coraz¨®n¡±. Ese entusiasmo es el que utiliza una sofisticada bestia con aspiraciones de ser cura para enamorar a dos ancianos que est¨¢n muy solos. Ambos con casas hermosas y dinero. ?l es un homosexual pasivo, hombre ilustrado y l¨ªrico, virgen, religioso, alguien que por primera vez en su desolada vida se siente amado y cree amar. Ella renunci¨® al sentimiento amoroso hace mucho tiempo, pero no se lleva mal con su pl¨¢cida existencia. Ambos ser¨¢n utilizados, manipulados, humillados, envenenados lentamente por ese hombre joven, impostor, m¨ªstico, codicioso, depredador sentimental especializado en seducir a los corazones cansados de los vulnerables. El mal existe, disfrazado con m¨²ltiples formatos, utilizando diversas estrategias para lograr la devastaci¨®n del pr¨®jimo. Y es a¨²n m¨¢s repugnante cuando su objetivo son los d¨¦biles, los ni?os y los viejos.

El quinto mandamiento es una producci¨®n de la esmerada BBC. No es una obra maestra, pero s¨ª cre¨ªble. Y provoca terror la personalidad de ese monstruo sonriente, detallista, calculador hasta la n¨¢usea, haciendo mortal su juego con los sentimientos ajenos. Y como siempre con la justificaci¨®n del todo por la pasta, incluido el cambalache sentimental. No recuerdo qui¨¦n escribi¨® que ning¨²n ser humano quiere ser una isla. Pero las bestias saben c¨®mo pueden asaltarlas. Por el coraz¨®n.

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