Franco Battiato, el ¡®pensautor¡¯ maestro de la curiosidad
Nuevos libros indagan en la vida y la trayectoria art¨ªstica del m¨²sico experimental siciliano. No hubo otro igual en el siglo
El siciliano Franco Battiato (1945-2021) fue un intelectual que desarroll¨® su obra en el ¨¢mbito de la m¨²sica. Tras unos inicios convencionales en la m¨²sica ligera a finales de los a?os sesenta del siglo XX, apadrinado por el inolvidable Giorgio Gaber, se compr¨® en Londres un sintetizador a¨²n en fase de pruebas (hab¨ªa dos prototipos: el otro se lo llev¨® Pink Floyd) y public¨® varios discos de m¨²sica experimental que a¨²n se reeditan en el mercado anglosaj¨®n. De ah¨ª se pas¨® a la m¨²sica cl¨¢sica, que estudi¨® junto a Stockhausen, antes de decidir fr¨ªamente tener ¨¦xito y a la vez renovar el concepto de canci¨®n.
Lo hizo con piedras miliares como La voce del padrone (1992), primer disco en Italia en vender un mill¨®n de copias a la vez que hizo saltar por los aires lo que cualquier oyente esperaba de una canci¨®n aparentemente pop, tanto por los textos (muchas veces inspirados en esot¨¦ricos como Gu¨¦non o Gurdjieff o en escritores como Leopardi o Fleur Jaeggy) como por una m¨²sica que conjugaba su experiencia experimental y su ra¨ªz cl¨¢sica adaptadas al formato de los tres minutos. En 1988, con Fisiognomica (justo despu¨¦s de su gran ¨¦xito en Espa?a con el ¨¢lbum N¨®madas, ¨ªntegramente editado en castellano) dio un nuevo giro que lo llevaba por los caminos del misticismo. Cuando parec¨ªa que ese era su ¨²ltimo cap¨ªtulo, cambi¨® el teclado por la guitarra el¨¦ctrica para despachar otro disco m¨ªtico, L¡¯imboscata, en 1996, ya con las letras escritas a cuatro manos junto al fil¨®sofo Manlio Sgalambro. Aquel disco conten¨ªa la inolvidable ¡®El cuidado¡¯. Por el camino hab¨ªan quedado ¨¦xitos como ¡®Centro de gravedad¡¯, ¡®La estaci¨®n de los amores¡¯, ¡®Otra vida¡¯, ¡®Yo quiero verte danzar¡¯, ¡®Los trenes de Tozeur¡¯ o incluso ¡®N¨®madas¡¯, versi¨®n de una canci¨®n de su inseparable Juri Camisasca.
En sus ¨²ltimos discos, como Apriti sesamo (2012), se dedic¨® a explorar el tr¨¢nsito entre la vida y lo que haya m¨¢s all¨¢ de la muerte, un tema que estudi¨® a fondo en su documental Attraversando il Bardo (2014). Y es que su obra musical (que incluye cuatro ¨®peras) se vio acompa?ada de tres pel¨ªculas sui generis, tres documentales (uno de ellos sobre Gesualdo Bufalino), un programa de televisi¨®n y la obra pict¨®rica de su heter¨®nimo S¨¹phan Barzani. Cerr¨® su obra con una canci¨®n compuesta junto a Camisasca, ¡®Torneremo ancora¡¯, una vuelta m¨¢s al tema de la reencarnaci¨®n.
A su muerte, la bibliograf¨ªa sobre Battiato (ya amplia hace tiempo) se ha multiplicado. Destacan el Franco Battiato de Fabio Zuffanti, por lo bien documentado, y L¡¯alba dentro l¡¯imbrunire. Una storia illustrata di Franco Battiato, de Francesco Messina y Stefano Senardi, un precioso volumen con testimonios muy variados y fotograf¨ªas desconocidas. Este de Aldo Nove que ahora se traduce tiene la peculiaridad de haber sido escrito por uno de los m¨¢s destacados novelistas italianos hodiernos y, sin ser el mejor (de hecho, cita a menudo el de Zuffanti), es m¨¢s que digno, bien documentado y bien narrado.
Su trayectoria incluy¨® un breve paso por la pol¨ªtica como consejero de Cultura de Sicilia que concluy¨® cuando afirm¨® en Bruselas que el problema del Parlamento italiano es que era una casa de putas
Nove opta por alternar la biograf¨ªa de Battiato con la suya propia como seguidor del pensautor siciliano. Esto ¨²ltimo ocupa una parte escasa del volumen y contribuye a darle su tono ligero, casi de memorias, que no debe enga?arnos: este es un muy buen libro sobre Battiato, recorre toda su vida y obra desde la infancia siciliana hasta su muerte como consecuencia de un mieloma m¨²ltiple, y ofrece muchas claves tanto para entender sus textos, m¨¢s repletos de referencias cuanto m¨¢s sin sentido pueden parecer a un oyente apresurado, como su m¨²sica y su trayectoria personal, que incluy¨® un breve paso por la pol¨ªtica como consejero de Cultura de Sicilia que concluy¨® cuando afirm¨® en Bruselas que el problema del Parlamento italiano es que era una casa de putas. Su traducci¨®n es un gran complemento al ¨²nico libro digno que hasta ahora ten¨ªamos sobre Battiato en espa?ol, el que Eduardo Margaretto public¨® en C¨¢tedra en 1990, y al reci¨¦n publicado Diagonal Battiato, en el que Chema Dom¨ªnguez recorre la discograf¨ªa de Battiato en nuestro idioma contextualiz¨¢ndola de modo muy acertado y recurriendo a los testimonios de quienes hicieron las versiones de sus canciones en castellano, como El ?ltimo de la Fila o Manu Ferr¨®n y J, de Los Planetas y Grupo de Expertos Solynieve. De estos ¨²ltimos son las versiones del ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio de Battiato, ?brete s¨¦samo (2012), y J comenta c¨®mo el experimento de Battiato en la ¨²ltima canci¨®n del disco, que comprime en cuatro minutos lo esencial de una sinfon¨ªa de Rimski-K¨®rsakov, le ha llevado a componer dos canciones sobre la s¨¦ptima de Beethoven, a¨²n in¨¦ditas. La cantante asturiana Lorena ?lvarez afirma haber conocido al m¨ªstico armenio Gurdjieff gracias a L¡¯Ottava, la peculiar editorial fundada por Battiato que tambi¨¦n public¨® a Soseki o Ibn al-Arif, y descubrimos que lleg¨® a estar lista la versi¨®n en espa?ol del disco L¡¯ombrello e la macchina da cucire (1995), el primero con Sgalambro y el ¨²ltimo para la EMI, que nunca lleg¨® a grabarse. El libro de Dom¨ªnguez es una gran aportaci¨®n que realmente suma al caudal de la bibliograf¨ªa disponible en italiano.
Nove se recrea en la infancia siciliana de Battiato, que sigue, con tino, en las im¨¢genes que el cantante reuni¨® en su primera pel¨ªcula, Perduto amor (2003), que a su vez remit¨ªan a m¨²ltiples canciones y que ten¨ªa un tono claramente autobiogr¨¢fico. Recorre sus primeros pasos en la escena milanesa, explica la crisis que lo lleva a la experimentaci¨®n, c¨®mo conoci¨® a Stockhausen y c¨®mo la colaboraci¨®n con el violinista Giusto Pio result¨® no en un establecimiento definitivo en la m¨²sica cl¨¢sica, sino en un in¨¦dito paso al pop, que nunca ser¨ªa el mismo. Se detiene en la llamada Battiato Factory, por la que pasaron artistas como Alice, Giuni Russo o Milva. Recuerda su concierto en Bagdad en pleno embargo estadounidense, el inicio de su singular¨ªsima colaboraci¨®n con el fil¨®sofo nihilista Sgalambro y los ¨²ltimos discos entre la m¨ªstica, la pol¨ªtica y la filosof¨ªa.
Solo por ser italiano, y no ingl¨¦s o estadounidense, Battiato no ha alcanzado a¨²n el reconocimiento que merecer¨ªa
En el videoclip de ¡®Voglio vederti danzare¡¯, Battiato aparece sentado junto a unos beduinos en el desierto. Uno de ellos le pregunta qu¨¦ ha ido a hacer all¨ª. ?l responde que a defender la lengua ¨¢rabe (en la que habla) de la invasi¨®n angl¨®fila. La anglofilia exclusivista, castrante de la curiosidad, fue una de sus obsesiones. Solo por ser italiano, y no ingl¨¦s o estadounidense, Battiato no ha alcanzado a¨²n el reconocimiento que merecer¨ªa como el singular¨ªsimo compositor y artista que fue. No hubo otro igual en el siglo. Y su obra y su ejemplo como maestro de curiosidad (siempre abierto a influencias ¨¢rabes u orientales, pero no solo) siguen sin agotarse.
Franco Battiato
Autor: Aldo Nove.
Traducci¨®n: Andrea Tacconi.
Editorial: Escola de Vida, 2022.
Formato: tapa blanda (232 p¨¢ginas, 19,90 euros).
Diagonal Battiato
Autor: Chema Dom¨ªnguez.
Ilustraci¨®n: V¨ªctor Coyote.
Editorial: Muzicalia, 2022.
Formato: tapa blanda (200 p¨¢ginas, 22,95 euros).
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