Yurena: ¡°Yo s¨ª que cambi¨¦: ya no me torea nadie¡±

Se la ve llegar de lejos, como en un travelling, atravesando parsimoniosamente la plaza de Santa Ana de Madrid. Alta y esbelta, con la altura y la esbeltez resaltadas por un mo?azo sobre la cocorota y los ondulantes andares que le imponen unos alt¨ªsimos tacones de aguja recamados de pedrer¨ªa, destaca como un ave rara entre los uniformes de batalla de los turistas que atestan la plaza a la hora del aperitivo. De cerca, sin embargo, lo que m¨¢s llama la atenci¨®n de Yurena, adem¨¢s de la inefable chaquetilla de presunto zorro que lleva bajo el abrigo de pa?o, es su n¨ªveo y ters¨ªsimo cutis, m¨¢s blanco a¨²n por contraste con el rojo de los labios reventones, el pelirrojo del pelo, y el negro de las pesta?as postizas y la raya con que subraya sus ojos. Que no pasa desapercibida, vamos. Saluda, extremadamente educada, y se entrega a la charla con un discurso detallad¨ªsimo que hipnotiza hasta al gato, la mascota del club donde hemos quedado, que se pasea tranquilamente entre sus piernas. Ella, encantada. Vive sola con dos mininos en casa.

?C¨®mo prefiere que la llame: Mar¨ªa del Mar, Tamara, ?mbar, Yurena?

Yurena, por supuesto. Tamara y ?mbar fueron nombres a los que renunci¨¦ porque me demandaron por estar ya cogidos, y, aunque gan¨¦, prefer¨ª no dar esa batalla. Pero Yurena es mi nombre art¨ªstico oficial, registrado en la Oficina de Patentes y Marcas desde 2005 y publicado en el BOE, o sea que Yurena forever.

?Nadie la llama Marimar, ni siquiera sus amigos?

No, ni mi madre, que siempre me llam¨® ¡°nena¡±. En el cole, s¨ª, pero lo que m¨¢s me llamaban era ¡°gorda, ballena, o cuatro ojos¡±. Sufr¨ª bullyng desde ni?a. Me destrozaron la autoestima. Me daba verg¨¹enza dec¨ªrselo a mi madre y pas¨¦ a?os encerrada en mi cuarto escuchando m¨²sica: Spandau Ballet, Culture Club, Bowie, Duran Duran. Ah¨ª descubr¨ª que quer¨ªa dedicarme a esto, habl¨¦ con mi madre y empec¨¦ a pelear como una leona y no he dejado de hacerlo toda mi vida.

Es hija ¨²nica. ?Sus padres la consent¨ªan mucho?

Mis padres daban la vida por su hija. ?l era oficial de primera de alba?il en Altos Hornos de Bilbao. Mi madre trabaj¨® en una imprenta hasta que se cas¨®. Cuando vine a Madrid, mi padre se qued¨® y mi madre se vino conmigo. Nunca nos separamos. Yo lo era todo para ella, y ella, todo para m¨ª. Llegu¨¦ a Madrid sin malear y me enfrent¨¦ a un mundo de fieras.

Imagino que se refiere a su pol¨¦mica ¨¦poca de broncas con otros personajes digamos peculiares en programas de televisi¨®n. Pero usted misma ha reconocido que se invent¨® un noviazgo y un embarazo.

Y me arrepentir¨¦ toda la vida, de esa mentira, porque va en contra de mis valores, mis principios y de mi forma de ser. Fue ¨¦l quien me convenci¨® dici¨¦ndome que aquello me ayudar¨ªa a que me conocieran m¨¢s como artista, y yo me dej¨¦ porque cre¨ª en esta persona [Paco Porras], confi¨¦ en ¨¦l, y me traicion¨®. Si de algo puedo presumir es de tener memoria de elefante. Por eso ni olvido ni perdono. Mi madre dec¨ªa que el perd¨®n sin olvido no era perd¨®n del todo. Hay cosas inolvidables e imperdonables.

?Como cu¨¢les?

Lo que han hecho conmigo chup¨®pteros y garrapatas a los que se dio p¨¢bulo en los medios de comunicaci¨®n, con la colaboraci¨®n de gente de esos medios, para decir verdaderas barbaridades sobre m¨ª.

Usted sigui¨® ese juego. ?Qu¨¦ la distingue de ellos?

A m¨ª me han dicho de todo y nunca he perdido los papeles. Me he enfadado, me he defendido, pero tengo mi ¨¦tica profesional y personal. Y he tenido un trabajo, no como otros que no ten¨ªan oficio ni beneficio, y viv¨ªan de hablar mal de m¨ª. Nunca he tenido un pelo de tonta. Igual s¨ª que era ingenua, en el sentido de que cre¨ªa en la gente. Pero nunca he sido ni tonta, ni rid¨ªcula ni mamarracha, como se me ha vendido durante tanto tiempo. Ni lo he sido, ni lo soy, ni lo ser¨¦.

?Y qu¨¦ sent¨ªa al o¨ªrlo?

Me intent¨¦ suicidar dos veces. Me tom¨¦ muchas pastillas. No quer¨ªa morir, quer¨ªa dejar de sufrir, necesitaba descansar. Peleaba con u?as y dientes, pero no pod¨ªa contra esa campa?a de linchamiento. F¨ªjate si sufr¨ªa que ni pens¨¦ en el da?o que le iba a hacer a mi madre, que era y es la persona que m¨¢s he amado en el mundo. Y fue ella quien me salv¨®. La segunda vez, por minutos. Ella me ha salvado siempre la vida, hasta que se fue.

Y ahora que no tiene ese clavo ardiendo, ?qu¨¦ la salva?

Mi fuerza mental. Parece contradictorio, Pero, desde que muri¨® mi madre, el 21 de octubre de 2019, ayer hizo cuatro a?os y cuatro meses, vivo por su memoria. Me arrancaron el alma cuando muri¨®. A¨²n no he aprendido a vivir sin ella.

Hay quien piensa que es usted un juguete roto.

Igual lo dicen para extender esa idea. Un juguete roto no tiene actuaciones casi cada fin de semana y las llena. Ni publica discos en las plataformas digitales y en pocas horas suben al n¨²mero 1 sin promoci¨®n. Llevo toda mi vida viviendo de esto. Siempre hay gente dispuesta a intentar hacer da?o. La envidia no es buena compa?era de viaje.

?C¨®mo logr¨® superar la depresi¨®n?

Nunca se me han ca¨ªdo los anillos. En la peor ¨¦poca, abr¨ª un pub en Madrid y dej¨¦ la canci¨®n. Me alej¨¦ de todo. Hasta que un d¨ªa me plant¨¦, dej¨¦ la noche y me dediqu¨¦ a m¨ª misma unos a?os de introspecci¨®n para sanarme. Me dije, yo no soy empresaria, soy cantante, esa es mi vida, y volv¨ª, en 2012. Aqu¨ª est¨¢ Yurena. Cog¨ª al toro por los cuernos. Desde entonces, vuelo sola. S¨ª, tengo mi repre, directores de v¨ªdeo, asesores de imagen, tengo mi equipo, pero la que manda soy yo.

?Qu¨¦ sinti¨® al recibir la llamada de Los Javis para producir una serie sobre usted?

No me lo cre¨ªa, pero supe desde el principio que es un regalo que me mandaba mi madre, que en paz descanse, para que se haga justicia conmigo. Ll¨¢malo justicia c¨®smica, pero es as¨ª.

?Cree que su vida merece ser contada?

Creo humildemente que, si la vida y trayectoria de alg¨²n artista merece ser contada, es la m¨ªa. He sido un fen¨®meno musical y social sin precedentes. Caus¨¦ una revoluci¨®n nunca vista, un movimiento llamado Tamarismo que ha hecho historia. Y he sido la artista y persona que ha sufrido un acoso moral y profesional como nadie con todo lo que me rode¨®. Sin olvidar mi lucha incesante contra viento y marea, totalmente sola. Mi vida podr¨ªa dar para m¨¢s de una temporada de la serie. Nadie imagina por todo lo que he tenido que pasar. No se lo deseo ni a mi peor enemigo.

?Cu¨¢nto tarda en maquillarse?

Hoy, dos horas. Si solo voy de tiendas o a tomar un caf¨¦ con amigos, igual algo menos, pero yo voy siempre maquillada y con tacones, hasta para tirar la basura.

?C¨®mo lleva tener que envejecer?

No me he hecho nada m¨¢s, que, en su d¨ªa, un aumento de pecho y de labios. El cutis es m¨ªo. A base de cuidados de alta gama desde los 12 a?os y la gen¨¦tica de mi madre. Cuando me vea mal, no tendr¨¦ ning¨²n problema en ponerme ¨¢cido o botox.

Ha contado que, en su primera relaci¨®n sexual, de adolescente, fue violada. ?Ha vuelto a sufrir abusos o agresiones sexuales?

No, la verdad. Lo que he tenido han sido muchas proposiciones para ser escort (prostituta de lujo), y muchas, a trav¨¦s de redes sociales, para acostarse conmigo pag¨¢ndome mucho dinero, pero siempre dije que no. No soy ninguna estrecha, pero en eso siempre decido yo.

?Tiene pareja ahora?

Ahora no. He tenido varias, pero siempre he tenido muy mal ojo para los hombres. Me fijaba en los guapos y los altos, los buenorros, pero luego no ten¨ªan conversaci¨®n, estaban vac¨ªos y me aburr¨ªa, porque a m¨ª me gusta conversar de todo. Ahora, he bajado ese list¨®n. Para estar con alguien me tiene que gustar, pero necesito que haya una qu¨ªmica brutal entre los dos para poder continuar. Estoy soltera porque soy muy exigente.

?Por qu¨¦ cree que, en todo este tiempo, no ha vuelto a dar otro pelotazo como con la canci¨®n ¡®No cambi¨¦¡¯?

A ver, Luz, yo he hecho una gira por China, llenando teatros hasta la bandera, y me volvieron a llamar. He actuado en Ifema, en el Wizink Center, en auditorios. Desde que me autoproduzco, sin promoci¨®n, cada single ha sido n¨²mero uno en redes. Siempre, siempre, he vivido de mi trabajo. Estoy muy orgullosa de m¨ª. Much¨ªsimo.

¡®No cambi¨¦¡¯ sigue sonando y cant¨¢ndose a gritos en bodas y karaokes, pero creo que usted la odia.

S¨ª, despu¨¦s de mis intentos de suicidio, durante mucho tiempo la odi¨¦ porque me recordaba al linchamiento que sufr¨ª, pero la gente me la ped¨ªa tanto que la adapt¨¦ a mi nuevo estilo, m¨¢s dance, y ahora la canto. No me encanta, pero ya no es solo m¨ªa, sino de la gente.

O sea, que, al final, s¨ª cambi¨®.

Yo s¨ª que cambi¨¦: cog¨ª al toro por los cuernos ya no me torea nadie.

Muchas gracias, Tamara [me equivoco de nombre, involuntariamente].

Yurena, Yurena, desterremos el pasado. Yurena forever.

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