La boda del alcalde

A las doce de la ma?ana, la madrile?a iglesia de San Francisco de Borja en Madrid ser¨¢ testigo del enlace de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida y Teresa Urquijo. Lo s¨¦ yo y lo sabr¨¢n todos ustedes porque los programas de entretenimiento que no hacen jam¨¢s pol¨ªtica ¡ªmi animal mitol¨®gico favorito¡ª se han encargado de contarnos todo al respecto y tienen apostados a periodistas desde hace d¨ªas para coger buen sitio. Bueno, todo a¨²n no nos lo han dicho, porque a¨²n no sabemos si la feliz pareja ser¨¢ de las que cortan la tarta y luego relamen la nata restante del cuchillo, si habr¨¢ manteo del novio y la liga de la novia se trocear¨¢ como se ha hecho toda la vida de Dios en la m¨ªa y en tantas otras casas de Espa?a.

Con su boda el alcalde de Madrid ha vuelto a ser el de Filomena, ¡°nuestro alcalde¡±, ¡°el de todos¡± seg¨²n obra y gracia de periodistas del reino, pero esta vez no ha sido por nada que tenga que ver con su gesti¨®n pol¨ªtica, sino porque todas las cadenas nos han relatado que encontr¨® novia por fin despu¨¦s de hacer aproximadamente un mill¨®n de chistes al respecto en los que lamentaba su mala suerte en el amor (otro concepto que¡­) con semejante percha y su chispeante personalidad.

Sabemos que son 600 invitados, que ir¨¢n Juan Carlos I, su todav¨ªa esposa Sof¨ªa, las dos hijas del matrimonio y el nieto mayor. Sabemos que Isabel D¨ªaz Ayuso ir¨¢ con Alfonso Serrano en vez de con su pareja porque S¨¢nchez no para de ponernos piedras en el camino. Que la novia es mucho m¨¢s joven que ¨¦l, pero no importa porque es una ¡°chica preparad¨ªsima y discreta¡± que ojea vajillas en una tienda del barrio de Salamanca, que a lo mejor lleva joyas de su familia o a lo mejor no. Que se van de viaje a Maldivas, que las mesas del convite no est¨¢n numeradas sino bautizadas con el nombre de los jugadores del Atl¨¦tico de Madrid. Que desde hoy mismo ¡°San Solter¨ªn¡± dejar¨¢ de serlo, que sus compromisos profesionales le han dejado sin despedida de soltero en Marrakech ¡ªtambi¨¦n es mala suerte¡ª y que, quieto todo el mundo: ¡°No he estado tan nervioso en toda mi vida, pero tampoco tan feliz¡±. Declaraciones recient¨ªsimas que el novio ha efectuado con la trasera del Ayuntamiento de Madrid. Para que digan que no todo es pol¨ªtica. Para que digan que estamos en 2024. Como para no creer en el amor verdadero.

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