Ayuso se apunta al ¡®y t¨² m¨¢s¡¯ para defender a su pareja: ¡°Si empezamos con inspecciones en la izquierda, se caen abajo la mitad¡±
La presidenta de Madrid, que neg¨® que su novio hubiera cometido cualquier delito, lo admite ahora impl¨ªcitamente en un tenso intercambio con la oposici¨®n
Apenas tres semanas despu¨¦s de defender la inocencia de su pareja, acusada de dos delitos de fraude fiscal que suman m¨¢s de 350.000 euros, y de uno de falsedad en documento mercantil, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha cambiado de guion este jueves. Ha ocurrido en la Asamblea regional. Asediada por las preguntas de la oposici¨®n sobre la pol¨¦mica, la l¨ªder conservadora ha abandonado su l¨ªnea argumental precedente ¨D¡±hay un caso turbio de todos los poderes del Estado contra mi pareja¡±¨D para intentar diluir las responsabilidades de su novio, el comisionista Alberto Gonz¨¢lez Amador, con el argumento de que la mayor¨ªa de los pol¨ªticos tambi¨¦n tiene algo que ocultar.
¡°Si empezamos con inspecciones fiscales uno a uno, c¨®mo pagan a la mujer o al hombre que trabaje en su casa, c¨®mo pagan sus negocios, qu¨¦ propiedades tienen, se caen abajo la mitad¡±, ha dicho se?alando a la bancada de los diputados de izquierda, que se dividen los representantes de M¨¢s Madrid y el PSOE. ¡°Les animo a que me fiscalicen por mi gesti¨®n, y no por mi vida sentimental, que no le compete a nadie¡±, ha a?adido.
¡°Utilizan su vida para intentar atacar al adversario pol¨ªtico, desguazando su vida particular, llen¨¢ndolo de tramas y de grandes mentiras, cuando aqu¨ª una trama se monta con dos de pipas¡±, hasta este punto llega Ayuso tras escuchar c¨®mo el l¨ªder del PSOE, Juan Lobato, y la portavoz de M¨¢s Madrid, Manuela Bergerot, que meten una y otra vez el dedo en la llaga, echando sal en una herida que no se cierra por muchos intentos que haga el PP de suturarla y olvidarla.
¡°Es como una adolescente enamorada, que ahorra cada euro de la paga de los padres para comprarle un detallito a su pareja¡±, le ha dicho Bergerot. ¡°Por eso, cuando reciben 3.200 millones de los fondos covid, deciden pagar las facturas de 1.300 al grupo Quir¨®n¡±, ha a?adido, en referencia al gigante sanitario, que es el principal cliente de la empresa de la pareja de la presidenta. ¡°Sus prioridades son tan transparentes como inconfesables¡±, ha subrayado.
¡°Ten¨ªamos sospechas por su pisito y por eso lo denunciamos. No hemos tardado ni dos semanas en saber que su reforma es ilegal¡±, ha continuado. Y ha rematado: ¡°Lo han revelado los periodistas a los que pone en la diana a trav¨¦s de su jefe de gabinete [en referencia al bulo distribuido por Miguel ?ngel Rodr¨ªguez contra dos redactores de EL PA?S]. Ahora entendemos sus mentiras y amenazas. Cuanto m¨¢s sabemos de su vida personal, m¨¢s se descompone su personaje¡±.
Es ah¨ª donde la oposici¨®n coincide en poner la diana. Porque si Ayuso se ha construido durante su lustro en el poder una imagen de pol¨ªtica pr¨®xima y cercana, sometida a las mismas vicisitudes que el resto de los ciudadanos, tanto el PSOE como M¨¢s Madrid quieren resaltar que vive una vida alejada de la media. ¡°?C¨®mo se progresa en Madrid!¡±, ha ironizado Lobato sobre su viaje a Chile. ¡°La gente pasa de ir en un golfito al bar a tomar una ca?a y unas aceitunas con hueso a ir en un coche de lujo de club en club¡±, ha seguido. ¡°O de vivir en pisitos de 60 metros cuadrados a grandes pisos y d¨²plex de lujo¡±, ha rematado.
Como revel¨® EL PA?S, las obras en el apartamento en el que conviven D¨ªaz Ayuso y Gonz¨¢lez Amador fueron objeto de dos ¨®rdenes municipales de ¡°paralizaci¨®n y/o cese inmediato¡± en las que se conmin¨® al comisionista a solicitar una nueva autorizaci¨®n. Sin embargo, el empresario, que ya era pareja de Ayuso, no lo hizo. No consta que tramitara la petici¨®n en ninguna de las tres bases de datos municipales donde se inscriben los tr¨¢mites urban¨ªsticos y desobedeci¨® ambos requerimientos: sigui¨® las obras al menos hasta el 29 de diciembre, seg¨²n el documento de un perito que las visit¨®. Es m¨¢s, seg¨²n otros seis testigos directos, la obra continu¨® hasta meses despu¨¦s.
Sin embargo, la presidenta ha minusvalorado este jueves la importancia de que un cargo p¨²blico resida en una vivienda reformada en esas circunstancias, que incluyeron una inundaci¨®n de aguas fecales en un restaurante situado en el bajo del edificio, que acab¨® cerrando. ¡°?Por qu¨¦ cerr¨® el bar de la casa que reformaba mi pareja antes de que fuera a vivir, cuya placa arriba era de la vivienda oficial de la ¨¦poca de Franco que tacha decenas de inmuebles de todo Madrid?¡±, se ha preguntado la presidenta regional mientras la acompa?aban las risotadas de los diputados del PP.
¡°La trama de corrupci¨®n del novio de Ayuso¡±, ha seguido. ¡°?Puso suelo radiante o calefacci¨®n central convencional? ?Orient¨® el aire acondicionado al norte o al sur? ?Orient¨® el aire acondicionado al norte o al sur o en la azotea? ?De verdad es el periodismo de investigaci¨®n?¡±, ha cuestionado. ¡°Les animo a que me fiscalicen por mi gesti¨®n, y no por mi vida sentimental, que no le compete a nadie¡±.
Sin embargo, resulta que la persona con la que convive D¨ªaz Ayuso afronta un caso penal por una denuncia de la Fiscal¨ªa basada en una investigaci¨®n de Hacienda que habr¨ªa detectado un presunto fraude fiscal de m¨¢s de 350.000 euros. Un hecho que la presidenta intenta difuminar por una triple v¨ªa. Primero, reducirla a una cuesti¨®n privada. Segunda, intentar normalizarla al extender la idea de que el resto de los diputados tampoco resistir¨ªa el escrutinio de los inspectores. Y tercero, se?alar los ¡°esc¨¢ndalos¡± que ha dicho que afectan a la mujer del presidente Pedro S¨¢nchez, Bego?a G¨®mez, en relaci¨®n con el rescate de Air Europa, y que el Grupo Parlamentario Popular ha bautizado como ¡°begosfera¡±.
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