¡®Mr. Bates contra Correos¡¯, una l¨²cida historia sobre la arrogancia pol¨ªtica
Esta excelente serie brit¨¢nica se basa en uno de los mayores errores judiciales de Gran Breta?a, uno que los responsables tardaron en reconocer
Usted es un honrado funcionario de Correos, un administrador para ser m¨¢s precisos, de una peque?a oficina de un peque?o pueblo de Gran Breta?a. Los altos funcionarios de la Administraci¨®n postal decidieron en su d¨ªa incorporar a las oficinas un ordenador con la convicci¨®n de que con ello se alcanzar¨ªa una mayor eficiencia. Dicho y hecho.
Como errar es de humanos, cuando lo que falla es el sistema inform¨¢tico, el estropicio es considerablemente mayor. Sobre ello trata una excelente serie brit¨¢nica, Mr. Bates contra Correos (Movistar Plus +), basada en uno de los mayores errores judiciales del bello y verde pa¨ªs, un error que, naturalmente, los responsables del mismo, los que decidieron implantar el sistema Horizon en todas las oficinas, tardaron en reconocer. Claro que la justicia brit¨¢nica tampoco se distingui¨® en este caso por su celeridad.
Desde que el educado Mr. Bates tuvo que cerrar su oficina de Correos en 2003 acusado de robo y falsedad contable hasta que los tribunales consideraron que el responsable de las anomal¨ªas en sus cuentas, y en las de otros cientos de oficinas postales, fue el sistema inform¨¢tico pasaron 16 a?os. Un tiempo m¨¢s que suficientes para que centenares de empleados de las tan mencionadas oficinas de Correos sufrieran todo tipo de amarguras y desdichas, incluido un suicidio.
Creada por Patrick Spence ¡ªquien cuenta en su haber con otra notable serie, Litvinenko¨D y protagonizada por un excelente Toby Jones, del que con solo escribir los largometrajes y series en los que ha intervenido se llenar¨ªa esta columna, y una espl¨¦ndida Julie Hesmondhalgh, con un eficaz guion de Gwyneth Hughes, la serie cuenta con la sobria realizaci¨®n de James Strong. Pocas veces la televisi¨®n ha sido m¨¢s l¨²cida para denunciar la arrogancia de unos gobernantes que consideran que todas sus decisiones son inmejorables y que, naturalmente, los equivocados, cuando no los mal¨¦volos, son siempre los otros.
Menos mal que en Espa?a apenas ocurren esc¨¢ndalos y que nuestro sistema judicial es un dechado de virtudes y celeridad por m¨¢s que alguien pudiera estar d¨¢ndole vueltas a una posible serie con un t¨ªtulo algo oscuro: 7.291, y un sumario esclarecedor: las 8 veces que D¨ªaz Ayuso neg¨® la investigaci¨®n sobre la muerte de 7.291 mayores. Si el tema puede parecer excesivamente escabroso para la hora de la cena, siempre se puede hacer una miniserie sobre ¡°aquellos peque?os hilitos de plastilina¡± que sal¨ªan del Prestige, como inform¨® el nunca olvidado Mariano Rajoy.
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