Lina Morgan, la leyenda detr¨¢s de la mueca
Una serie documental en Movistar Plus+ repasa la vida y el legado de la c¨®mica espa?ola
A mediados de los a?os noventa, Jes¨²s Olmedo estudiaba Arte Dram¨¢tico en Sevilla y recibi¨® una llamada para hacer un casting en la serie Hostal Royal Manzanares. Ten¨ªa una secuencia en la que interpretaba a un aspirante a actor que llegaba a Madrid a probar suerte, y aprovechaba su estancia en el hostal para ensayar un fragmento de Don Juan Tenorio. Lina Morgan hac¨ªa de do?a In¨¦s. ¡°Aquella escena ten¨ªa que haber durado unos tres o cuatro minutos y la hicimos en 18. Con el p¨²blico delante, improvisando los dos. Fue hilarante, m¨¢gico¡±, recuerda Olmedo de la que considera su ¡°madre televisiva¡±.
Volvi¨® a coincidir con la actriz en otra serie, Academia de baile Gloria, emitida por La 1 en 2001, y fue ah¨ª donde al sevillano le lleg¨® la oportunidad de protagonizar otro proyecto, esta vez en Telecinco. ¡°Yo no quer¨ªa dejarlo, pero Lina se enter¨®, me cit¨® en su camerino y me dijo: ¡®Te tienes que ir¡¯. Y me liber¨®. Espera un momento, no puedo seguir hablando¡±, dice. Y al otro lado del tel¨¦fono hay silencio y emoci¨®n, su voz se entrecorta. Se recupera. ¡°Es mi referente, el ser humano al que le debo mi carrera¡±, afirma.
Olmedo es una de las personas que colabora en la docuserie Lina, que se estrena el lunes 17 de junio en Movistar Plus+ en colaboraci¨®n con la productora 100 Balas (The Mediapro Studio). Un repaso por la vida y la memoria de M? ?ngeles Felipa L¨®pez Segovia, por el legado de la mujer nacida en el a?o en el que empez¨® la guerra civil espa?ola, la cuarta de cinco hermanos, la que viv¨ªa en la madrile?a calle de Don Pedro. La del pelo corto y pantalones, la que med¨ªa 1,63 y fumaba, la de ¡°piernas gorditas¡± y que, a base de talento y muecas, lleg¨® a ocupar el puesto de la primera vedete. ¡°Yo no era fea, era resultona¡±, dec¨ªa de s¨ª misma.
Vivi¨® en una Espa?a donde el triunfo se ense?aba a trav¨¦s de las joyas (llev¨® durante mucho tiempo un colgante con un elefante con la trompa hacia arriba, s¨ªmbolo de buena suerte) y los abrigos de pieles. Visones de todas formas y colores. Donde la sant¨ªsima trinidad del espect¨¢culo eran la vedete, el c¨®mico ¡°y la otra que hace cosas¡±. Y esa otra era Do?a Lina. La madre televisiva de Jes¨²s Olmedo y la madre de varias generaciones de espa?oles. La protagonista del programa m¨¢s visto en televisi¨®n en 1983, que logr¨® reunir delante de la pantalla a 20 millones de personas.
¡°Merec¨ªa la pena detenerse en ella porque fue un personajazo, aunque muchos la recuerden por cuatro cositas¡±, cuenta Israel del Santo, director de la docuserie y que trabaj¨® como auxiliar en La noche de Lina cuando ¨¦l era adolescente y ella ¡°ya una gran estrella¡±. ¡°Ten¨ªa ese don de hacer re¨ªr, que es algo con lo que se nace, pero que se encarg¨® de cultivar y entrenar¡±, afirma. Para hablar de Lina no solo ha repasado su obra, sino que ha reunido a colegas de oficio que trabajaron con ella, a otros que la admiran, a otros para los que fue referente, como Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Manolo Zarzo, B¨¢rbara Rey y Lolita. Como Silvia Abril, Joaqu¨ªn Reyes, Anabel Alonso, Pablo Chiapella, Jos¨¦ Mota y Mar¨ªa Le¨®n, entre otros.
¡°Fue muy inteligente porque entendi¨® que para hacer humor siendo mujer hab¨ªa que jugar la baza de fea o la de rubia tonta. Recurri¨® a su f¨ªsico y le sac¨® partido. Y consigui¨® introducir, entre un chiste y otro, algo tab¨² para la ¨¦poca: el deseo femenino. Ella era la solterona, pero no como la t¨ªa Tula, porque no sufre. Cuando la ves quieres que las cosas le salgan bien, que consiga robarle el gal¨¢n a la ¡®lagarta¡±, cuenta entre risas Natalia Mel¨¦ndez, Doctora en Periodismo que ha dirigido diversos trabajos de investigaci¨®n sobre c¨®mic y humor y comunicaci¨®n.
Lina represent¨®, dice Israel del Santo, una ¨¦poca en la que en Espa?a se glorificaba el trabajo por encima de todo. Tanto, que sali¨® al escenario el mismo d¨ªa que hab¨ªa muerto su padre porque hab¨ªa que respetar el dinero que se hab¨ªan gastado los espectadores en las entradas. Tanto, que lleg¨® a hacer hasta tres funciones diarias ¡ªsolo paraba para comer un bocadillo¡ª para poder pagar el teatro que adquiri¨® por 127 millones de pesetas. Una propiedad que le compr¨® al empresario Mat¨ªas Colsada, que a?os antes la hab¨ªa expulsado de su compa?¨ªa; un despido que le provoc¨® dos a?os de sequ¨ªa profesional y la retirada del carn¨¦ de artista por parte del sindicato. ¡°Mientras Lola [Flores] actuaba en todos los pueblos de Espa?a, Lina quer¨ªa a todos los pueblos de Espa?a llenando La Latina. Creo que se lo compr¨® como respuesta a todos esos que la cuestionaron, para que nadie volviera a encenderse un puro en su cara¡±, dice Del Santo.
La parte m¨¢s ¨ªntima del icono pasa algo desapercibida en la docuserie. Si le gustaban los hombres, las mujeres o ambos, a nadie importa. Si invent¨® el lesbianismo o era de derech¨ªsimas, tampoco. Porque igual que es torpe reducirla a una mueca o a una pierna juguetona, teniendo en cuenta que trabajaba con todo el cuerpo, poco aporta lo que pensaba o qu¨¦ le gustaba. ¡°Tampoco le he dado vueltas a la herencia, creo que importan m¨¢s sus capacidades innatas para el directo y la comedia. C¨®mo paraba la funci¨®n y sab¨ªa cu¨¢ndo ten¨ªa que soltar el chiste para que la se?ora que chillaba desde el principio repitiera. Era un reloj¡±, dice Israel del Santo, que s¨ª ha querido reflejar el amor que Lina tuvo por su familia. Sobre todo por su hermano Jos¨¦ Luis, que la acompa?¨® durante toda su carrera, del que apenas se supo nada, solo que muri¨® de sida. ¡°Primero pens¨¦, ?por qu¨¦ a m¨ª? Y luego pens¨¦, ?por qu¨¦ no?¡±, cuenta Lina en uno de los episodios de la serie, que recoge entrevistas de la artista con Pedro Ruiz, Terenci Moix, Jes¨²s Mar¨ªa Amilibia y Carlos Herrera. ¡°?ramos una pi?a, y ahora somos una pi?a m¨¢s peque?ita¡±, dijo tras la muerte de su padre. Ella, Lina. La que med¨ªa 1,63 y siempre ser¨¢ enorme.
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