Yo soy C¨¦line Dion (y t¨² no)
En el documental de Prime Video aparece la cantante canadiense entre l¨¢grimas, intentar sobreponerse a la realidad que le impide desarrollar su vocaci¨®n y, cuando creemos que lo hemos visto todo, asistimos a una tremenda crisis f¨ªsica de la estrella. Seis minutos de terror
Ni La zona de inter¨¦s, ni el cuarto cap¨ªtulo de Mi reno de peluche, ni Joe Biden desubicado durante el debate con Trump: los minutos m¨¢s angustiosos que he pasado frente a una pantalla en lo que va de a?o me los ha dado C¨¦line Dion. No es porque no tenga conciencia de los horrores del Holocausto y deba hacer un curso como John Galliano, ni de los abusos sexuales, ni del peligro que se cierne ...
Ni La zona de inter¨¦s, ni el cuarto cap¨ªtulo de Mi reno de peluche, ni Joe Biden desubicado durante el debate con Trump: los minutos m¨¢s angustiosos que he pasado frente a una pantalla en lo que va de a?o me los ha dado C¨¦line Dion. No es porque no tenga conciencia de los horrores del Holocausto y deba hacer un curso como John Galliano, ni de los abusos sexuales, ni del peligro que se cierne de nuevo sobre la primera potencia mundial; es porque las im¨¢genes que traslucen el dolor f¨ªsico despiertan algo primario, instintivo, visceral.
Soy C¨¦line Dion (Prime Video) es el t¨ªtulo del documental dirigido por Irene Taylor en el que la cantante quebequesa relata en primera persona c¨®mo lidia con el s¨ªndrome de la persona r¨ªgida, una enfermedad neurol¨®gica que la ha apartado de la m¨²sica. Vemos a C¨¦line destrozada, entre l¨¢grimas, intentar sobreponerse a la realidad que le impide desarrollar su vocaci¨®n ¨Cqu¨¦ importante es poner las manzanas de la felicidad en diferentes cestas¨C, y cuando creemos que lo hemos visto todo, incluida la nave gigante donde guarda su enorme colecci¨®n de vestidos, zapatos y muebles, y que recuerda a la de Deborah Vance en Hacks, asistimos a una tremenda crisis f¨ªsica de la estrella. El cuerpo de C¨¦line se agarrota y es incapaz de hablar o de mover nada que no sea su mano izquierda, a trav¨¦s de cuyos apretones se comunica con quienes la devuelven, medicina mediante, a cierta normalidad. Seis minutos de terror.
Los documentales de cantantes en primera persona son un g¨¦nero en s¨ª mismo. Los hay hasta involuntariamente par¨®dicos, como Five Foot Two, de Lady Gaga, donde la de Nueva Jersey es la novia en la boda, el ni?o en el bautizo y el muerto en el entierro. Soy C¨¦line Dion tiene lo mejor de cierta desnudez y lo peor. Es devastador en lo que a su enfermedad se refiere y a la vez sat¨ªrico como solo ciertos millonarios pueden serlo. Conviven en ¨¦l dos realidades que chocan a¨²n m¨¢s al recordar que su directora estuvo nominada al Oscar por un corto documental, The Final Inch, sobre el intento de erradicaci¨®n de la polio en la India. Enfermedades de pobres y enfermedades que solo pueden paliar los ricos. C¨¦line Dion tiene ¨C?ten¨ªa?¨C una facultad sobrenatural, una enfermedad rara (solo la padece una persona por mill¨®n) y una vida ostentosa. Qu¨¦ alivio es no poseer ninguna de las tres.
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