¡®El simpatizante¡¯ y ¡®Los visitantes¡¯ o el peligro de las certezas
La serie de Park Chan-wook y Don McKellar propone que nada es lo que parece y que las dicotom¨ªas radicales del bien y del mal tambi¨¦n impiden analizar con lucidez la historia reciente
Una de las principales virtudes de El simpatizante (Max) es que para los que hace tiempo empezamos el descenso nos retrotrae al tiempo de las protestas juveniles por la guerra de Vietnam, tiempos de quemar banderas de barras y estrellas, de manifestaciones m¨¢s o menos multitudinarias y de certezas ideol¨®gicas en los que la reflexi¨®n era innecesaria al poseer la verdad absoluta.
Y otra de las virtudes de la serie es, precisamente, que sus creadores, Park Chan-wook y Don McKellar, que adaptaron la novela hom¨®nima de Viet Thanh Nguyen con la que obtuvo el Pulitzer en 2015, lo que proponen es exactamente lo contrario: que nada es lo que parece y que las dicotom¨ªas radicales del bien y del mal tambi¨¦n impiden analizar con lucidez la historia reciente. A todo ello hay que a?adir que Robert Downey Jr., uno de sus protagonistas, se lo debi¨® de pasar en grande en una serie en la que interpreta cuatro papeles distintos: un agente de la inmisericorde CIA, un profesor universitario, un congresista de Estados Unidos y un egoc¨¦ntrico director de cine. Adem¨¢s, en alguna de las secuencias, y por obra y gracia de la tecnolog¨ªa, coincide en tres de sus papeles al mismo tiempo. Un alarde interpretativo de uno de los ¡°chicos malos¡± de Hollywood redimido por su talento.
Una excelente serie de un tiempo pasado en la que un esp¨ªa de Vietnam del Norte se infiltra en el ej¨¦rcito de Vietnam del Sur y se ve obligado, como una parte de los altos mandos del ej¨¦rcito survietnamita, a exiliarse en Estados Unidos y replantearse todo en lo que hab¨ªa cre¨ªdo y por lo que hab¨ªa luchado en su vida. De las certezas a la incertidumbre.
Y hablando de certezas habr¨¢ que reconocer que la segunda temporada de la noruega Beforeigners (Los visitantes) tambi¨¦n echa por tierra una discutible suposici¨®n: que quien la contempla, al menos el que suscribe el comentario, es capaz de entender lo que le echen. Pues no. Los episodios de la segunda temporada que pueden verse en SkyShowtime y Movistar Plus+, con unos flashbacks desde el presente a m¨¢s de mil a?os atr¨¢s, consiguen quiz¨¢ lo anhelado por sus responsables: que no se entienda, lo que en determinados cerebros es un signo de distinci¨®n. Como muy bien dice el cabo Guti¨¦rrez en la estupenda Amanece que no es poco, del a?orado Jos¨¦ Luis Cuerda: ¡°?Yo no aguanto este sindi¨®s!¡±.
Puedes seguir EL PA?S Televisi¨®n en X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.