A¨²n dicen que las plataformas son caras
En cuanto vuelve el f¨²tbol intento encontrar una oferta que me permita disfrutar de deporte, cine y series sin renunciar a pagar el alquiler y a seguir comiendo al menos en d¨ªas alternos. Una pretensi¨®n cada vez m¨¢s inalcanzable
?Recuerdan cuando los bancos regalaban vajillas? T¨² buscabas rentabilidad y ellos te ofrec¨ªan una vajilla de veinticuatro piezas Cruz de Malta, quer¨ªas un inter¨¦s al tres por ciento, pero sal¨ªas de la sucursal con una besuguera. No me quejo de las promociones absurdas, la devoci¨®n de mi madre por el pavo cocido y su constancia coleccionando puntos me ha provisto de platos, fuentes y ensaladeras; la cristaler¨ªa es cortes¨ªa de Yoplait, la marca francesa es s¨®lo un recuerdo en Espa?a, pero sus inconfundibles vasos hexagonales de borde rojo resisten en mi alacena. Con familias cada vez menos numerosas y con menos tiempo para cocinar, las vajillas perdieron atractivo. Ahora una sopera es casi una excentricidad, pero en casa de mis padres hay tres y un par de cuberter¨ªas tan completas que ni el maravilloso H¨¦ctor Elizondo de Pretty Woman sabr¨ªa explicar para qu¨¦ sirven todos esos utensilios. Tambi¨¦n descansan en el mueble de su sal¨®n varios juegos de chocolate, caf¨¦ y t¨¦, aunque jam¨¢s he visto a nadie de mi familia tomar t¨¦, como mucho una valeriana cuando las cosas vienen mal dadas. Da igual, su funci¨®n no era ser ¨²tiles, s¨®lo adornar y esperar a esa visita especial que se merec¨ªa ¡°la vajilla buena¡±.
Lo de regalar productos innecesarios no ha pasado de moda. Como cada agosto, en cuanto vuelve el f¨²tbol, intento encontrar una oferta que me permita disfrutar de deporte, cine y series sin renunciar a pagar el alquiler y a seguir comiendo al menos en d¨ªas alternos. Una pretensi¨®n cada vez m¨¢s inalcanzable. La mayor¨ªa de las plataformas han duplicado sus precios desde el lanzamiento y la cosa no tiene pinta de frenarse. Ante mis lloriqueos, la operadora me ofrece una segunda l¨ªnea de m¨®vil, s¨®lo soy una persona le digo, ser dos me vendr¨ªa genial con toda la plancha que tengo este mes, pero ¨²nicamente soy una y aunque podr¨ªa jugar a Confidencias a medianoche conmigo misma preferir¨ªa SkyShowtime o la Bundesliga que les voy a sacar m¨¢s provecho. Puede regal¨¢rsela a alguien, me dice, del ¡°d¨ªselo con flores¡± hemos pasado a ¡°d¨ªselo con llamadas ilimitadas a destinos nacionales¡±. La diligente comercial menciona entonces todos los dispositivos a los que seg¨²n mi tarifa tengo derecho ¡°a coste cero¡±, la ¨²nica expresi¨®n en la que cabe m¨¢s falsedad que en un ¡°eres el amor de mi vida¡±, resulta que la Bundesliga no, pero pueden mandarme una aspiradora. Le pregunto si no tendr¨¢n tambi¨¦n una besuguera, estoy a la espera de respuesta.
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