¡®La revuelta¡¯ de David Broncano: chistes, bombos y un ciego

Segundos antes de que arrancara la cabecera del programa con la m¨²sica de Trueno, en casa se repasaban las apuestas. Rosal¨ªa en Nueva York, Almod¨®var de resaca tras lo de Venecia, Javier Bardem y Pen¨¦lope Cruz quiz¨¢ en Los ?ngeles, Pedro S¨¢nchez, la mano que mece la cuna de Broncano, de gira por China¡­ ?Y qu¨¦ ha hecho el muchacho de Ja¨¦n en su primer programa en RTVE? Re¨ªrse de todos, de s¨ª mismo, de la cantidad de gansadas que...

Segundos antes de que arrancara la cabecera del programa con la m¨²sica de Trueno, en casa se repasaban las apuestas. Rosal¨ªa en Nueva York, Almod¨®var de resaca tras lo de Venecia, Javier Bardem y Pen¨¦lope Cruz quiz¨¢ en Los ?ngeles, Pedro S¨¢nchez, la mano que mece la cuna de Broncano, de gira por China¡­ ?Y qu¨¦ ha hecho el muchacho de Ja¨¦n en su primer programa en RTVE? Re¨ªrse de todos, de s¨ª mismo, de la cantidad de gansadas que se han dicho en los ¨²ltimos meses. Y traerse a un invitado al que muchos no conoc¨ªan hasta esta noche. Y, con ¨¦l, toda una declaraci¨®n de intenciones.

Dec¨ªa Broncano en una entrevista para este peri¨®dico que valora much¨ªsimo a la gente que no trabaja. Solo un cretino o alguien con escaso sentido del humor ¡ªquiz¨¢ es lo mismo¡ª se llevar¨ªa las manos a la cabeza con este tipo de afirmaciones. Por eso La revuelta opta por casi mimetizarse con La resistencia. ¡°Es la misma mierda¡±, brome¨® Broncano.

Y su presentador ha decidido que, en su debut, mientras Victoria Federica de Marichalar Borb¨®n ¡ªmenos mal que los amigos la llaman Vic, eso que se ahorran¡ª eleg¨ªa Antena 3 para su primera entrevista en televisi¨®n, ¨¦l nos presentar¨ªa a Aitor Francesena. Residente en Zarautz, es un deportista ciego, campe¨®n del mundo de surf adaptado, que grit¨® ¡°?Aupa Madrid!¡±, varias veces, vestido de casero, porque para eso son las fiestas en su pueblo.

Francesena, que tiene desde ya a toda Espa?a a sus pies, es una mezcla entre Pocholo Mart¨ªnez Bordiu y Karlos Argui?ano con unas cuantas copas de agua con misterio. Qu¨¦ chute de energ¨ªa, de buen rollo, qu¨¦ manera de contar que cuando una ola le golpe¨® la c¨®rnea el ojo se le sali¨® como si fuera un chipir¨®n. Qu¨¦ expl¨ªcito. Y qu¨¦ risa. Porque Aitor nos cont¨® que desde que amanece le apetece y que tiene el dinero en un colch¨®n en Suiza, ¡°como los buenos¡±. Respetazo. Y qu¨¦ buena idea la de romper con lo previsible y llevar a un deportista con discapacidad.

El resto del programa fue algo desigual. Con un Broncano que sali¨® relajad¨ªsimo porque se sabe de memoria lo que le funciona. Que tiene que parecer que se la bufa todo, que acaba de enterarse de lo que va a suceder durante la siguiente hora y algo, que le importan tres bledos si le paga una cadena privada o dinero procedente de los Presupuestos Generales del Estado.

Los chistes hacen gracia si te encanta Broncano, te gusta que aquello parezca verbena, un s¨¢bado por la tarde en el centro comercial, la barbacoa con los colegas, y te encanta que en todo el programa solo haga acto de presencia una mujer, la c¨®mica Lalachus ¡ªque viva Fuenlabrada¡ª, y que esta acabe simulando que se enrolla en el sof¨¢ del programa con la vaquilla del Grand Prix despu¨¦s de rememorar aquel d¨ªa en el que Chelo Garc¨ªa Cort¨¦s confes¨® su noche de amor con B¨¢rbara Rey.

El bloque de Jorge Ponce, otro habitual de la factor¨ªa Broncano, se hizo un poco largo, justo lo contrario que el de la fuenlabre?a. Solo la presencia de ¡°las mascotas del ente p¨²blico¡±, llamadas Divulgaci¨®n, Respeto y Agust¨ªn, arrancaron las risas de la que escribe. Las dos primeras se daban cierto aire al oso polar aquel m¨ªtico que desfil¨® en la cabalgata de reyes de C¨¢diz. Agust¨ªn es un se?or que se parece a un mont¨®n de se?ores que cualquiera ha conocido en su vida. Y ya.

De lo mejor, el vacile con la existencia de este programa. Con los millones de euros que Broncano ha trincado directamente del que iba destinado a los enfermos, de que para estar ah¨ª hace falta estar a muerte con el perro que habita en La Moncloa, que est¨¢n puestos a dedo como lo est¨¢n muchos otros. Las risas con Ricardo Castella, cuando asegur¨® que al finalizar el programa la mitad del p¨²blico acabar¨ªan ¡°gais, y la otra mitad menas¡±. Los tatuajes en el pecho de Grison, bendito sea el d¨ªa que se cort¨® el pelo: a la izquierda, un S¨¢nchez con ojeras y cara de malas pulgas; a la derecha, Pablo Motos. ¡°?Y ahora qu¨¦ hago yo con esto?¡±, brome¨®. Dijo Broncano que lo suyo, hoy y en lo que queda de temporada, son los chistes y el bombo. Y evitar romper Espa?a.