Descansa en paz
La cineasta noruega Thea Hvistendhal triunfa en el festival de Sitges con una pel¨ªcula que usa a los zombis como herramienta narrativa
Descansa en paz, ¨®pera prima de Thea Hvistendahl, y ganadora del M¨¦li¨¨s d¡¯Or a la mejor pel¨ªcula en este Festival de Sitges, se ha estrenado en Filmin este pasado fin de semana. Una decepci¨®n para quien espere una pel¨ªcula de zombis, y una grata sorpresa para quienes vean los zombis como una herramienta narrativa.
La premisa se parec¨ªa mucho a la serie francesa Les revenants (disponible en Prime Video), pero se queda en un primer¨ªsimo acto del primer cap¨ªtulo de esta serie para ir a un sitio distinto y mucho m¨¢s humano. Con guion de la propia Hvistendahl y de John Ajvide Lindqvist (guionista, escritor, y responsable de Borders y de D¨¦jame entrar), la pel¨ªcula contempla, sin apenas di¨¢logos, el duelo que pasan unos personajes que ven c¨®mo sus seres queridos vuelven con ellos, en cuerpo, pero no en alma. Hay gestos de cari?o, hay cotidianeidad, pero no hay vida; hay un eco de la vida. Es entonces cuando la pel¨ªcula pasa a mostrarnos esos ritos in¨²tiles pero imprescindibles que todos nosotros llevamos a cabo cuando se va un ser querido. Oler una camiseta, ordenar una habitaci¨®n, mirar una fotograf¨ªa, encender una vela de cumplea?os, y sostener, con in¨²til empe?o, lo que resta de la vida. Quien muere se convierte, para siempre, en un misterio.
Es especialmente conmovedora la escena de la mujer que baila con aquella que retorn¨®, sin poder hacer m¨¢s que apoyarla sobre ella, marcando el ritmo de una canci¨®n que no marcar¨¢ su comp¨¢s nunca m¨¢s. Tambi¨¦n la del abuelo que echa l¨ªquido sobre las pesta?as de su nieto resucitado, esperando que abra los ojos como antes.
Lindqvist, en la novela en la que se basa D¨¦jame entrar (del mismo t¨ªtulo) pon¨ªa en boca de un vampiro (aunque no se llamaban as¨ª entre ellos) c¨®mo era la eternidad para uno de ellos: vagaban por el mundo, sin m¨¢s, hasta que desaparec¨ªan.
Viendo la pel¨ªcula me ha venido a la memoria una se?ora de mi barrio cuyo hijo muri¨® en un accidente de tr¨¢fico absolutamente evitable. Durante a?os se dec¨ªa que hab¨ªa mantenido la habitaci¨®n de su hijo tal cual estaba. Hoy veo a esa se?ora con sus nietos y sus hijas. Me pregunto en qu¨¦ momento ¡ªsi es que lleg¨® ese momento¡ª vaci¨® el cuarto de su hijo tras decidir que, ahora s¨ª, pod¨ªa dejar a su hijo descansar en paz.
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