Alfonso Cuar¨®n: ¡°Ha habido puritanismo en el cine reciente, pero ya se est¨¢ relajando¡±

Alfonso Cuar¨®n (Ciudad de M¨¦xico, 63 a?os) est¨¢ preocupado por los spoilers. ¡°Ve con cuidado al escribirlo, por favor¡±, implora, entre la s¨²plica y la orden, formulada por alguien que parece acostumbrado a darlas. Es comprensible: destripar los distintos hilos argumentales que configuran Disclaimer, su nueva y sofisticada serie para Apple TV+, equivale a ...

Alfonso Cuar¨®n (Ciudad de M¨¦xico, 63 a?os) est¨¢ preocupado por los spoilers. ¡°Ve con cuidado al escribirlo, por favor¡±, implora, entre la s¨²plica y la orden, formulada por alguien que parece acostumbrado a darlas. Es comprensible: destripar los distintos hilos argumentales que configuran Disclaimer, su nueva y sofisticada serie para Apple TV+, equivale a arruinar la experiencia. Digamos solo que Cate Blanchett interpreta a una documentalista que esconde un secreto de juventud y cuyo destino se ver¨¢ cruzado con los de otros dos personajes: un profesor viudo que busca venganza y un joven de vacaciones en la Italia de hace dos d¨¦cadas.

Despu¨¦s de triunfar con Gravity y Roma, con las que gan¨® cinco Oscar a su nombre ¡ªincluidos dos al mejor director¡ª, Cuar¨®n se embarc¨® en un proyecto que le ha llevado m¨¢s de tres a?os, incluido uno entero de rodaje. Lo habitual en un director conocido por su minuciosidad, que contest¨® a nuestras preguntas la semana pasada en un hotel pegado a Trafalgar Square, en Londres. La serie desprende una mirada triste sobre un mundo despiadado con la fragilidad ajena. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

P. ?Est¨¢ contento con el resultado?

R. S¨ª, estoy bien. Pero no s¨¦ si contento es la palabra.

P. ?Por qu¨¦ lo dice?

R. Cuando una zorra es perseguida por una jaur¨ªa de perros furiosos durante tres a?os y medio, que le muerden la cola todo el tiempo, y por fin logra escapar a su madriguera, no est¨¢ feliz. Est¨¢ aliviada. Pero feliz, no.

P. Y ahora le queda otra persecuci¨®n: la promoci¨®n, la recepci¨®n de la serie, las reacciones...

R. Bueno, ah¨ª uno ya hizo su trabajo y ya no est¨¢ en mis manos nada de eso. Uno hace lo que cree que es mejor para su pel¨ªcula y luego la entrega. Tu cabeza tiene que mirar hacia adelante, porque la pel¨ªcula ya no te pertenece, y la reacci¨®n que suscite, tampoco.

P. ?No le preocupa que no guste?

R. A veces hay pel¨ªculas que tienen una gran recepci¨®n y, dos a?os despu¨¦s, se olvidan. Y hay pel¨ªculas mal acogidas que cinco, siete, diez a?os despu¨¦s, se consideran obras maestras. La historia del cine est¨¢ llena de ejemplos.

¡°Yo no s¨¦ hacer televisi¨®n, y no lo digo con orgullo. Me parece una carencia¡±

P. Me he fijado en que siempre habla de su serie como pel¨ªcula.

R. Es que mi metodolog¨ªa es la de hacer pel¨ªculas. Yo no s¨¦ hacer televisi¨®n, y no lo digo con orgullo, me parece una carencia. En general, los directores de las series trabajan en algunos episodios y luego dejan el proyecto, lo sueltan. Yo no s¨¦: me involucro con todo, la preparaci¨®n, la escritura, escojo a los colaboradores, el montaje, el sonido, la m¨²sica y hasta el dise?o de los carteles. Como director, no soy r¨¢pido. No s¨¦ tomar soluciones veloces y me cuesta soltar el control.

P. ?Por un perfeccionismo excesivo?

R. No s¨¦ si es perfeccionismo, es solo mi proceso. La palabra perfeccionismo se usa de manera muy gratuita, a veces peyorativa. M¨¢s que perfeccionismo, tal vez sea solo que me gusta hacerme la vida complicada.

P. No es perfeccionismo, sino masoquismo.

R. En el primer episodio, la protagonista quema un libro. La escena transcurre de madrugada, en el momento en que la noche avanza hacia el primer destello del sol. Como todo est¨¢ hecho en estudio, pasamos semanas estudiando la luz de Londres con el Chivo [su director de fotograf¨ªa, Emmanuel Lubezki] para poder reproducir todos sus matices. Pude hacerlo todo m¨¢s f¨¢cil: ¡°Cate, baja y quema el libro¡±. Pero no...

P. Sin esfuerzo, ?no hay ning¨²n m¨¦rito?

R. S¨ª lo hay. Yo admiro mucho a mis amigos directores que ruedan una o dos pel¨ªculas al a?o. A lo mejor ellos son m¨¢s sabios. Yo no tengo esa capacidad para dejar ir. Para m¨ª, as¨ª es como tiene sentido el cine: cuando todo eso no es un adorno, sino una parte expresiva de lo que tratas de decir. La historia es solo una parte de lo que es el cine.

P. Sus historias suelen encerrar un comentario social. En este caso, su mirada es desencantada y pesimista.

R. No me hab¨ªa detenido a pensar en eso, pero s¨ª. Todas las pel¨ªculas que he hecho son as¨ª, tienen una mirada desencantada. Yo soy pesimista del presente y optimista del futuro. Disclaimer habla de las historias que nos contamos, de las narrativas que construimos para nosotros mismos. A veces, por supervivencia.

P. Hasta que esas historias se vuelven nocivas.

R. S¨ª, hasta que empiezan a tener efectos da?inos. Sucede lo mismo con las naciones. Construyen narrativas para crear un sentido de la identidad com¨²n, pero ocultan cr¨ªmenes mayores que, tarde o temprano, van a florecer y tener efectos poco saludables.

P. A la protagonista, un fallo de juventud le destruye la vida. ?Los errores cometidos nos determinan para siempre?

R. Claramente. Pero yo no digo que no se puedan sanar. Lo que pasa es que, para arreglarlo, se necesita un largo proceso de honestidad, aceptaci¨®n y dolor. Pero cuidado con los spoilers, no nos expandamos¡­

P. ?C¨®mo dialoga la serie con sus otros proyectos?

R. No lo s¨¦. Cuando termino una pel¨ªcula, no la vuelvo a ver nunca m¨¢s, ni siquiera a pensar en ella. A muchos directores les encanta revisitar sus pel¨ªculas, a m¨ª me choca eso. Ahora me quieren hacer ir a China a chequear una copia para el reestreno de Harry Potter. He pedido verla sin sonido.

P. Hay puntos en com¨²n con sus pel¨ªculas. Por ejemplo, la necesidad de los afectos para sobrevivir en un mundo violento y despiadado: as¨ª era en Hijos de los hombres, en Gravity, en Roma¡­

R. Nos estamos volviendo adictos a las narrativas. En este mundo de narrativas encontradas y contradictorias, el ¨²nico ant¨ªdoto son el amor y las relaciones afectivas. No veo nada m¨¢s.

P. ?Por qu¨¦ escogi¨® a Cate Blanchett para el papel, al margen de lo obvio?

R. Por envidia de mis amigos Alejandro [Gonz¨¢lez I?¨¢rritu] y Guillermo [del Toro], que ya hab¨ªan trabajado con ella¡­ Siempre la he admirado, no lo pens¨¦ dos veces. Hay unos pocos actores que, pese a haberlos visto mucho, siguen teniendo una parte muy enigm¨¢tica. Est¨¢n ella e Isabelle Huppert, por ejemplo.

¡°Como director elijo hasta el dise?o de los carteles. Me cuesta soltar el control¡±

P. La serie muestra el sexo de manera frontal, en un contexto en el que tiende a desaparecer del cine. Est¨¢ en todas partes salvo en el audiovisual: en el arte, en la m¨²sica, en el teatro, en las redes sociales¡­

R. ?Y en tu tel¨¦fono! Nunca me ha preocupado ense?ar el sexo, ya desde mis primeras pel¨ªculas: Solo con tu pareja, Y tu mam¨¢ tambi¨¦n¡­

P. Los t¨ªtulos ya lo dec¨ªan todo.

R. Est¨¢ el sexo de explotaci¨®n, sobre el que no tengo ning¨²n juicio. Pero lo que yo hago es usar el sexo como expresi¨®n, para decir algo sobre los personajes e incluso sobre el espectador.

P. ?No cree que est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n?

R. Me imagino que hablas del cine americano. Pero mira La sustancia¡­ S¨ª ha habido, en los ¨²ltimos siete u ocho a?os, una corriente un poco puritana, pero ya se est¨¢ relajando. O as¨ª lo espero, porque es parte de la expresi¨®n humana. Ser¨ªa como ir a un museo y opinar que hay demasiados desnudos.

P. Para terminar, una simple curiosidad. ?Por qu¨¦ su productora se llama Esperanto?

R. Me apasiona esa lengua. Trat¨¦ de aprender, pero no lo consegu¨ª. Me interes¨¦ al leer Niebla, de Unamuno, donde se habla del esperanto. Me puse a averiguar y descubr¨ª todos esos ideales humanistas que persigui¨®, y su conexi¨®n con la corriente anarquista que crey¨® que podr¨ªa ser una soluci¨®n, sin darse cuenta de que era una lengua muy euroc¨¦ntrica¡­ ?aunque el pa¨ªs donde se habla m¨¢s esperanto en el mundo es China! Me fascina como concepto. Me gusta el impulso de haber tratado de inventar algo as¨ª de improbable. En cierta manera, se parece al cine.