'Niebla', de Miguel de Unamuno
La novela m¨¢s popular del pensador, ensayista y narrador espa?ol, en la colecci¨®n de EL PA?S
La figura de Miguel de Unamuno, nacido en Bilbao en 1864, es, con la de Jos¨¦ Ortega y Gasset, probablemente, una de las m¨¢s significativas del intelectual comprometido con su tiempo y sus circunstancias, es decir, Espa?a y el primer tercio del siglo XX. Adscrito a la generaci¨®n del 98, por lo tanto anterior al autor de La rebeli¨®n de las masas, muestra desde un primer momento su inter¨¦s por temas sobre los que trabajar¨¢ una y otra vez desde distintas perspectivas: el ser humano y su posible inmortalidad, y Espa?a. De lo individual a lo colectivo, de lo privado a lo p¨²blico. Ensayista, novelista y poeta, en Unamuno es imposible disociar su obra de sus creencias y, lo que quiz¨¢s fue m¨¢s trascendental, de sus gestos p¨²blicos, de sus opciones pol¨ªticas. Entre su obra narrativa, Niebla (la novela que ma?ana ofrece EL PA?S a sus lectores por tres euros) ocupa un lugar preferente. Publicada en 1914, y como se expone en el art¨ªculo incluido en esta p¨¢gina, se anticipa en siete a?os a una original idea de Luigi Pirandello, expuesta en su obra Seis personajes en busca de autor, de 1921. Unamuno concede a un ente de ficci¨®n, su protagonista, una ins¨®lita capacidad de autonom¨ªa frente al autor, a quien le discute en el final de la obra el desenlace de la trama prevista y creada por el novelista. A ello hay que a?adir esa l¨²cida convicci¨®n de que lo personal, lo individual, el an¨¢lisis del ser humano tiene una validez universal. Dicho de otra manera: alcanzar la totalidad desde lo particular.
Fiel a la contradicci¨®n
Nacido en Bilbao en 1864, Miguel de Unamuno ejercit¨® hasta su muerte el don de la inoportunidad. Tras obtener la c¨¢tedra de griego de la Universidad de Salamanca en 1891, se mostr¨® atra¨ªdo por el socialismo, convirti¨¦ndose en enemigo de la monarqu¨ªa. En 1901 fue nombrado rector, pero perdi¨® el cargo en 1914 por defender la causa aliada en la Primera Guerra Mundial.Diez a?os despu¨¦s la dictadura de Primo de Rivera lo oblig¨® a exiliarse a Fuerteventura por oponerse al r¨¦gimen. Con la instauraci¨®n de la Rep¨²blica en 1931 volvi¨® a ocupar el puesto de rector. En los a?os siguientes critic¨® con dureza la joven democracia hasta que el Gobierno de Aza?a lo defenestr¨® en agosto de 1936 por apoyar la rebeli¨®n militar. En septiembre los sublevados lo repusieron en el cargo, pero Franco dispuso su cese semanas despu¨¦s, tras un discurso en el que fustig¨® a los sublevados. 'Vencer¨¦is, pero no convencer¨¦is', se atrevi¨® a decir en una sala repleta de falangistas, legionarios y catedr¨¢ticos sumisos. Muri¨® el 31 de diciembre de 1936 recluido en su casa de Salamanca.A lo largo de su vida, Unamuno cultiv¨® todos los g¨¦neros literarios, destacando como ensayista y novelista. En 1895 public¨® En torno al casticismo, un estudio sobre el alma espa?ola. La muerte de su hijo dos a?os despu¨¦s fue el origen de una profunda crisis intelectual que lo distanci¨® del racionalismo, volviendo a interesarse por el cristianismo, ahora desde una postura cr¨ªtica. Producto de esas reflexiones fue Del sentimiento tr¨¢gico de la vida (1912), considerada su obra cumbre. En sus novelas posteriores, Niebla (1914), Abel S¨¢nchez (1917), La t¨ªa Tula (1921) y San Miguel Bueno, m¨¢rtir, se refleja su preocupaci¨®n por la libertad del individuo, adem¨¢s de una constante cr¨ªtica a la moral convencional.
La evoluci¨®n del gusto
En 1907, Unamuno ya hab¨ªa terminado de escribir Niebla. Tard¨® siete a?os m¨¢s en publicar, con algunos retoques, esta obra a la que se refiri¨® en sus notas como 'aborto de novela'. Al principio, como si se confirmaran los malos presagios del autor, cr¨ªtica y p¨²blico se mostraron indiferentes. Poco a poco el libro fue ganando reconocimiento en todo el mundo. Cuando Unamuno muere en 1936, Niebla ya es considerada su mejor novela.
Babelia
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