S¨®lo romances en el edificio
En la temporada m¨¢s irregular de ¡®Solo asesinatos en el edificio¡¯, intentar descubrir en qu¨¦ momento Meryl mir¨® a Martin y pens¨® eso de ¡°soy tu amiga y quiero ser algo m¨¢s que eso¡± es el lugar en el que quiero refugiarme en estos tiempos inciertos
Cada vez que una pareja cercana, escud¨¢ndose en eso de ¡°el amor no necesita papeles¡±, es reacia a certificar su relaci¨®n con alg¨²n documento, le cuento la primera historia de amor de Meryl Streep. Mientras ella lidiaba con el reciente fallecimiento de su pareja, John Cazale, el prodigioso int¨¦rprete de El Padrino, Tarde de perros y El cazador, una exnovia del actor de la que ni recordaba haber o¨ªdo hablar se present¨® en su casa con un documento que la acreditaba como leg¨ªtima propietaria de aquel apartamento y la conmin¨® a abandonarlo lo antes posible. Daba igual que llevase a?os conviviendo all¨ª con Cazale y lo hubiese cuidado abnegadamente mientras el c¨¢ncer de pulm¨®n lo consum¨ªa, no importaba que tuviese el coraz¨®n roto y ning¨²n lugar donde vivir. Llam¨® a su hermano para que la ayudase con la mudanza y lo que sucedi¨® a continuaci¨®n emocionar¨¢ a cualquier fan de esas comedias rom¨¢nticas de Netflix en las que acaba malgastando su talento Lindsay Lohan: ¨¦l se present¨® en el apartamento acompa?ado de un tipo guapo y callado que casualmente ten¨ªa una habitaci¨®n disponible, un escultor llamado Don Gummer del que Meryl se enamor¨® y con el que durante 40 a?os form¨® un matrimonio tan discreto que s¨®lo supimos que se hab¨ªa terminado cuando llevaban seis a?os separados.
De esta agridulce historia podemos extraer varias ense?anzas: por ejemplo, que Fotocasa puede ser el nuevo Tinder o que a veces compulsar un par de papeles ayuda a evitar que tras tu muerte tus bienes acaben en manos de un primo segundo al que ¨²nicamente has visto una vez en una boda, cosas de las sucesiones intestadas, mientras el amor de tu vida abandona vuestra casa con tan s¨®lo media docena de fotos en una caja de cart¨®n.
Los asuntos de inmuebles, reales o ficticios, le dan suerte a Meryl Streep, al menos si nos creemos los rumores que aseguran que ella y Martin Short se han enamorado durante el rodaje de Solo asesinatos en el edificio. En su temporada m¨¢s irregular, aunque bendita sea la irregularidad si nos regala momentos tan descacharrantes como la pelea a trenzazos entre Meryl y Melissa McCarthy, intentar averiguar en qu¨¦ momento Streep mir¨® a Short y pens¨® eso de ¡°soy tu amiga y quiero ser algo m¨¢s que eso¡± es el lugar en el que quiero refugiarme en estos tiempos inciertos. El mundo se derrumba y t¨² y yo nos enamoramos en el Arconia. Larga vida al amor, y a los documentos firmados ante notario.
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