¡®This is not Hollywood¡¯, el retrato sensible de un asesinato medi¨¢tico que estremeci¨® a Italia

Durante el verano de 2010 en Avetrana, un pueblo en el sur de Italia, no pasaba nada. Hasta que el 26 de agosto Sarah Scazzi desapareci¨®. La joven, de 15 a?os, ten¨ªa una cita con su prima para ir a la playa con los amigos, pero nunca se present¨® ni volvi¨® a su casa. Empez¨® una b¨²squeda fren¨¦tica que dur¨® cinco semanas durante las cuales Avetrana (con una poblaci¨®n de apenas 6.000 habitantes) se convirti¨® en un circo medi¨¢tico sin precedentes. La miniserie This is not Hollywood (Esto no es Hollywood, en Disney+) empieza as¨ª: con las hordas de periodistas y turistas que tomaron de asalto el peque?o pueblo de Puglia conmocionado por la desaparici¨®n de la joven. Lo que al principio parece ser una huida inocente se transforma en el crimen que desconcert¨® a Italia entera ese verano, y en los meses a seguir.

Una de las muchas personas que pas¨® semanas enganchada a las noticias sobre la b¨²squeda de Sarah fue Pippo Mezzapesa (Bitonto, 44 a?os), el director de la serie. Como millones de italianos, estaba de vacaciones en la playa cuando la cara peque?a y rubia de Sarah Scazzi empez¨® a aparecer en peri¨®dicos y telediarios. ¡°Al final, es por esto que el caso de Sarah ocup¨® tanto espacio en la prensa nacional. El pa¨ªs entero estaba distra¨ªdo hasta que toda la atenci¨®n se concentr¨® sobre Avetrana. Y lo que ten¨ªa que ser una peque?a historia se convirti¨® en el caso m¨¢s medi¨¢tico de todos¡±, cuenta en conversaci¨®n telef¨®nica.

Tan medi¨¢tico que durante las cinco semanas que dur¨® la b¨²squeda de Sarah los medios invadieron la localidad y prescindieron en muchas ocasiones de ¨¦tica period¨ªstica, como pas¨® en Espa?a con el caso de las ni?as de Alc¨¤sser. Su prima, Sabrina Misseri, se convirti¨® en la protagonista de las tertulias y los directos desde las calles de Avetrana. Acompa?ada de su padre, Michele, y de su madre, Cosima Serrano, Sabrina aprovech¨® cada oportunidad para hacer llamamientos a los secuestradores de su prima para que le dejaran volver a casa. Durante semanas, los medios contaron el dolor de una familia impaciente de reencontrar a su peque?a, y nadie pod¨ªa imaginar que el responsable se escond¨ªa m¨¢s cerca de lo que cre¨ªan.

El apogeo de ese circo medi¨¢tico se alcanz¨® el 6 de octubre, exactamente 42 d¨ªas despu¨¦s de que Sarah Scazzi desapareciera. Su t¨ªo, Michele Misseri, confes¨® el asesinato y haber escondido el cad¨¢ver en el campo, en un pozo. Mientras la polic¨ªa lo interrogaba, en la tele p¨²blica se estaba transmitiendo en directo una entrevista con la madre de la joven, Concetta Serrano, desde la casa de los Misseri. Y fue as¨ª, en directo y frente a millones de espectadores, que Concetta se enter¨® de que hab¨ªan encontrado el cad¨¢ver de su hija.

Esa noche fue solamente el comienzo de una espiral de terror que acabar¨ªa en los meses siguientes con la detenci¨®n tambi¨¦n de Sabrina, la prima que Sarah consideraba una hermana. Su padre, que cambi¨® de versi¨®n decenas de veces, lleg¨® a confesar que fue Sabrina quien mat¨® a su prima con la ayuda de la madre, Cosima. El m¨®vil fue la envidia que sent¨ªa por la joven, que hab¨ªa llamado la atenci¨®n del chico que le gustaba. ¡°Lo que m¨¢s me inquiet¨® fue el hecho de vivir tan cerca, conocer perfectamente esas din¨¢micas, y sentir que algo tan inquietante, que luego se volvi¨® terrible, hubiera ocurrido a dos pasos de casa, en un pueblo que perfectamente podr¨ªa haber sido el m¨ªo¡±, explica Mezzapesa, que naci¨® y vive en la misma regi¨®n, a solo 150 kil¨®metros de Avetrana.

Sabrina y Cosima fueron condenadas a cadena perpetua por homicidio premeditado. Michele Misseri, que en un primer momento confes¨® para evitar que su hija acabara en la c¨¢rcel, sali¨® de prisi¨®n a principio de 2024, tras ocho a?os detenido por complicidad en la ocultaci¨®n del cad¨¢ver. Al d¨ªa de hoy, sigue defendiendo que fue el ¨²nico responsable del asesinato.

La demanda del Ayuntamiento

La miniserie, presentada recientemente en Festival de Cine de Roma, casi se queda sin estrenar en Disney+. Pocos d¨ªas antes de la fecha prevista, el alcalde de Avetrana demand¨® a la producci¨®n solicitando la suspensi¨®n del estreno y la posibilidad de ver los episodios para asegurarse de que no pintaran el pueblo como ¡°ignorante y retr¨®grado¡±. Finalmente, la serie se estren¨® una semana m¨¢s tarde de lo previsto y la producci¨®n decidi¨® quitar el nombre del pueblo del titular (inicialmente se llamaba Avetrana - Qui non ¨¨ Hollywood). ¡°En ning¨²n momento mi intenci¨®n fue pintar a una comunidad dedicada al mal. M¨¢s bien, exist¨ªa la intenci¨®n de narrar un peque?o para¨ªso que se encuentra desprevenido para encontrarse bajo los reflectores¡±, aclara el director.

El relato empieza con una escena ambientada varios a?os despu¨¦s del suceso, con un recorrido tur¨ªstico por las calles del pueblo para mostrar los lugares que frecuentaba la joven: empezando por la casa de los t¨ªos en v¨ªa Deledda, donde Sarah se escapaba cada vez que ten¨ªa una discusi¨®n con su madre, hasta terminar en el pozo donde fue encontrada muerta 42 d¨ªas despu¨¦s de su desaparici¨®n. En cuatro episodios de una hora cada uno, se desarrolla la historia a trav¨¦s de la mirada de los protagonistas: la v¨ªctima y sus tres verdugos.

Las diferencias entre los personajes se reflejan en el registro de cada cap¨ªtulo. Se pasa del punto de vista de Sarah, un episodio m¨¢s vital y colorido, grabado en su mayor¨ªa con la c¨¢mara en mano que se mueve junto a esta adolescente llena de ganas de vivir, a Sabrina, un personaje que pide a gritos la atenci¨®n de los medios, por lo que la fotograf¨ªa parece casi brillar por el destello de los flashes y los focos. El episodio sobre el t¨ªo Michele, aplastado por el sentido de culpa, se caracteriza por un estilo m¨¢s m¨ªstico, para luego caer en los infiernos de la soledad con el drama de Cosima, que se queda sola en la casa-tumba de v¨ªa Deledda, donde los tres mataron a Sarah.

No era f¨¢cil contar el caso de la cr¨®nica italiana m¨¢s medi¨¢tico de los ¨²ltimos a?os sin caer en la sordidez y el morbo, pero This is not Hollywood lo consigue. ¡°Fue el prop¨®sito de toda la serie. Contar la historia de forma respetuosa, tanto de la verdad procesual como de las personas involucradas en los hechos¡±, insiste Mezzapesa. De all¨ª la decisi¨®n de rodar en pueblos cercanos y no en Avetrana, donde vive la familia de Sarah y la herida por el asalto medi¨¢tico sigue abierta. Pero sin obviar detalles inc¨®modos. Porque, como dice una mujer del pueblo en el ¨²ltimo episodio, ¡°a los vivos se les deben consideraciones, a los muertos solo la verdad¡±.