En tiempos de ficci¨®n realista y realidad ficticia
Mientras la ficci¨®n est¨¢ bajo sospecha, la realidad puede distorsionarse a la vista de todos, retorcer la verdad goza de bula. S¨®lo hay que escuchar a Trump, a los terraplanistas o al alcalde de Oviedo
No me sorprender¨¦ si un d¨ªa leo en los medios una nota de prensa de alguna asociaci¨®n de expertos en f¨ªsica asegurando que un gnomo no puede ser siete veces m¨¢s fuerte que t¨² y mucho menos m¨¢s veloz. Espoleados por las circunstancias, los psic¨®logos a?adir¨ªan que eso de que siempre est¨¢n de buen humor tambi¨¦n es cuestionable. Corren malos tiempos para el pacto de ficci¨®n. Un grupo de arquitectos acaba de lanzar un podcast titulado ¡°?Por qu¨¦ The Brutalist es una pel¨ªcula terrible?¡±, en el que inciden en lo poco realista que resulta el trabajo del protagonista. No han sido los ¨²nicos que han corrido a se?alarlo. Francamente, me alegra saber que los menesteres de la arquitectura no pasan por tener relaciones t¨®xicas con los mecenas, pero me entristece que haya que seguir aclarando que estamos ante una obra de ficci¨®n.
Antes de que la locuacidad cu?ada de Karla Sof¨ªa Gasc¨®n ¡ªy el hecho de ser trans, mujer, hispana y una reci¨¦n llegada a la que resulta gratis cancelar no lo perdamos de vista¡ª la descabalgase de la carrera de los Oscar, el primero de los muchos torpedos que se han lanzado a la l¨ªnea de flotaci¨®n de Emilia P¨¦rez ¡ªser¨ªa interesante analizar con calma a qui¨¦n le est¨¢ beneficiando esto¡ª fue que no reflejaba el M¨¦xico real. Acab¨¢ramos. No es que no sea un documental, es que ni siquiera intenta parecerlo. Es un musical en el que el personal m¨¦dico canta alborozado sobre la vaginoplastia. ?Un musical realista? ?Puede haber algo m¨¢s deprimente? ?Eran realistas Mamma m¨ªa, Moulin Rouge o Xanad¨²?
Mientras la ficci¨®n est¨¢ bajo sospecha, la realidad puede distorsionarse a la vista de todos. Retorcer la verdad goza de bula. Un candidato electoral se ha hecho con la presidencia diciendo disparates como que los haitianos comen perros y gatos y, una vez dentro de la Casa Blanca, ha culpado a la ¡°diversidad¡± de ser la responsable de un accidente a¨¦reo. Esta semana hemos visto a terraplanistas soltar sus disparates en prime time y el alcalde de Oviedo, como si de un Trump de Temu se tratase, ha tratado de colar que el responsable de un abyecto crimen machista era un migrante de esos ¡°que llegan sin control¡±. Ante semejante falacia, los periodistas presentes respondieron con premura que el culpable hab¨ªa sido un asturiano, pero el aluvi¨®n de mentiras interesadas es tal que no habr¨¢ periodistas suficientes para desmontarlas. Y los dem¨¢s estaremos demasiado ocupados cuestionando si la ficci¨®n resulta suficientemente cre¨ªble.
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