Claudia Salazar Jim¨¦nez: ¡°Yo no llegu¨¦ en busca del sue?o americano. Mi idea era regresar a Per¨², pero ya llevo veinte a?os¡±
La escritora peruana publica ¡®Migrar y otras artes¡¯ (Smol Books, 2024), donde reflexiona sobre su condici¨®n de inmigrante huyendo de los clich¨¦s
Para Claudia Salazar (Lima, 1976) la vida es puro movimiento. Le cost¨® arrancar, pero una vez que pudo empezar a transitar distintas geograf¨ªas, ya no se detuvo. Daba clase de literatura en un colegio de su pa¨ªs natal cuando por fin consigui¨® una beca para hacer un doctorado en la Universidad de Nueva York, m¨¢s conocida como NYU, en el 2004. Ten¨ªa 28 a?os y muchas ganas de vivir fuera, aunque entre sus planes estaba regresar. De aquello hace ya veinte a?os y, por ahora, no contempla la vuelta. Como tampoco contaba con el hecho de que llegar a Nueva York con una visa de estudiante no la exim¨ªa de su condici¨®n de inmigrante, algo que cambiar¨ªa tanto su identidad como su vida.
Casi una d¨¦cada despu¨¦s de su llegada, en 2013, debut¨® como escritora con la novela La sangre de la aurora, y se alz¨® con el IV Premio Las Am¨¦ricas de Narrativa, en el que un jurado presidido por Fernando Iwasaki y el poeta ?ngel Dar¨ªo Carrero reconoci¨® la novela como la mejor publicada en Latinoam¨¦rica ese a?o. The New York Times la rese?¨® describi¨¦ndola como una novela valiente, directa y poli¨¦drica, cuya trama ¡°se sumerge sin paraca¨ªdas en la sangrienta c¨¢mara de la violencia pol¨ªtica desatada durante los a?os de masacres en Per¨²¡±. El libro sigue reedit¨¢ndose y ha sido traducido a cinco idiomas: ingl¨¦s, ¨¢rabe, polaco, noruego y portugu¨¦s. Despu¨¦s public¨® un libro de relatos y una novela hist¨®rica juvenil.
Salazar, quien vive a caballo entre Nueva York y Los ?ngeles, responde a la llamada desde California, donde trabaja como profesora asistente en v¨ªas de titularidad en Literatura Latinoamericana y Escritura Creativa en la Universidad Polit¨¦cnica Estatal de California, Pomona. Acaba de presentar su ¨²ltimo libro Migrar y otras artes (Smol Books, 2024), compuesto por retazos donde esboza su experiencia migratoria con conciencia de las consecuencias que causa el desplazamiento, pero evadiendo el regodearse en el drama.
Pregunta. Han pasado 10 a?os desde que publicara su primera novela. ?Qu¨¦ ha cambiado en su persona y en su escritura?
Respuesta. El cambio ha sido la exposici¨®n p¨²blica, volverme conocida, sobre todo en ciertos lugares como Per¨² y Nueva York. Es algo que me hace ser m¨¢s responsable de lo que digo y de a qui¨¦n se lo digo, especialmente en temas controversiales. Aun as¨ª, he intentado mantenerme fiel al sentido de mi escritura; escribir temas que me interesen, no responder a la expectativa de mercado o las tendencias del momento. No pienso en la escritura como algo politizable, sino en conjunci¨®n con mi deseo. Mi nuevo libro es una muestra de eso: sigo escribiendo sobre los temas que me interesan en cada momento.
P. ?A qu¨¦ cree que se debe el ¨¦xito de su primera novela?
R. Creo que el tema de la violencia contra las mujeres produjo muchos ecos. Lo interesante es que signific¨® algo distinto en cada pa¨ªs donde se presentaba. En Argentina lo enfocaron desde la sexualidad, en Chile desde la violencia. En M¨¦xico les hac¨ªa recordar al caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. En Espa?a conectaban el tema con la memoria hist¨®rica, en el sentido de desenterrar historias no contadas y hablar de lo traum¨¢tico. Y en Estados Unidos prestaban m¨¢s atenci¨®n a la parte est¨¦tica, la forma, la mirada. Lo mejor que puede hacer la literatura es escapar de lo que una misma como autora hab¨ªa pensado. Eso es una buena se?al.
P. Su ¨²ltimo libro es un recopilatorio de notas sobre su experiencia migratoria. Es breve y se queda a las puertas del drama, sin adentrarse en ¨¦l, ?por qu¨¦?
R. Quer¨ªa ir en contra del clich¨¦ de la literatura de inmigrantes y la idea de que los libros de inmigraci¨®n tienen que ser hiperdolorosos. En mi libro hay vulnerabilidad, pero no exhibici¨®n de la vulnerabilidad. Quer¨ªa cuidar precisamente ese punto de exhibicionismo que me parece peligroso. Y sobre todo soy consciente de la posici¨®n en que vine: yo no llegu¨¦ en busca del sue?o americano, que es el discurso t¨ªpico. Mi idea era regresar a mi pa¨ªs una vez terminase el doctorado y acab¨¦ qued¨¢ndome 20 a?os. No quer¨ªa convertir el libro en un ensayo, ni racionalizar los hechos, ni politizarlos. Quer¨ªa insistir en la hibridez de esta experiencia. El objetivo al escribir este libro era ahondar en la fragilidad del movimiento y en la dislocaci¨®n que produce. Al llegar a Estados Unidos me empec¨¦ a mover mucho y quer¨ªa abordar las implicaciones de ese movimiento sin tener que explicar cosas, sugiri¨¦ndolas solo.
P. ?C¨®mo se sobrepone a la p¨¦rdida?
R. La migraci¨®n es una p¨¦rdida porque se perdi¨® una posibilidad de vida, pero cada movimiento tiene que ver con crear una posibilidad nueva y es como intento verlo yo para que esa p¨¦rdida no duela tanto. Tambi¨¦n intento que mis libros salgan primero en Per¨², vuelvo a Per¨² en cada libro que publico.
P. ?Se plantea volver a vivir en Per¨² alg¨²n d¨ªa?
R. Por ahora pienso que no. Por ahora est¨¢ bien la vida bicostas entre Nueva York y Los ?ngeles. Me gusta este movimiento. Evito usar la palabra siempre. Trato de enfocarme mucho en el presente.
P. ?Qu¨¦ sentimientos predominan cuando regresa de visita?
R. Lo paso mal los primeros d¨ªas que llego a Per¨², porque veo Lima desordenada, ca¨®tica¡ Me incomoda la falta de civilidad, el poco respeto por el otro que se manifiesta, por ejemplo, en el tr¨¢fico o la delincuencia. Como si todo el mundo estuviera centrado ¨²nicamente en s¨ª mismo y no hubiera una noci¨®n de lo com¨²n. Fue algo que se agrav¨® mucho en la pandemia. Per¨² fue el pa¨ªs que m¨¢s muertos per c¨¢pita tuvo. El m¨¢ximo tiempo que he pasado all¨ª desde que me fui ha sido mes y medio, hace algunos a?os ya. Recuerdo sentir esa contradicci¨®n tremenda. Me costaba seguir all¨ª y me costaba volver. Sent¨ªa que me estaba reacomodando de nuevo.
P. Su narrativa tiende a irse hacia los m¨¢rgenes, en contra del discurso oficial.
R. S¨ª. Por ejemplo, ahora es frecuente o¨ªr hablar del ¡°archivo¡±. Pero yo lo contemplo como algo que se obtiene desde el privilegio, ?qui¨¦n tiene acceso a esos archivos? Lo que me interesa es trabajar las voces que quedaron fuera de lo archivable. O temas como la violencia contra las mujeres, la causa LGTB, el feminismo.
P. ?Ha sufrido amenazas?
R. Per¨² es un pa¨ªs muy retrasado en cuanto a derechos de colectivos minoritarios y muy tradicional, donde la Iglesia ejerce mucho poder. Me siento protegida cuando imparto talleres o seminarios LGTB porque los que acuden son queers, pero no aceptar¨ªa impartirlos en otros contextos. Por ejemplo, nunca impartir¨ªa un taller de ese tipo a gente del colectivo ¡°con mis hijos no te metas¡±. En una ocasi¨®n me llamaron asesina en redes sociales por defender el aborto. Evito situaciones de peligro.
P. ?Qu¨¦ autores latinoamericanos cree que no han tenido la difusi¨®n medi¨¢tica o el reconocimiento que merecen?
R. Sin dudar, Jose Mar¨ªa Arguedas, C¨¦sar Moros, Jorge Eduardo Eielson.
P. ?Hay algo que le d¨¦ miedo?
R. No poder moverme cuando quiera moverme.