As¨ª se forma a los rastreadores militares

A V¨ªctor Oliva la palabra rastreador le sonaba hasta hace poco m¨¢s a ¡°anuncio de televisi¨®n¡± que a nada relacionado con un virus. Pero el azote de la covid ha hecho que tanto este cabo 1? de la Escuela Militar de Emergencias como el resto de 2.000 soldados que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ofreci¨® a las comunidades aut¨®nomas a finales de agosto tengan que ponerse al d¨ªa. Oliva, de 44 a?os, cumple con creces uno de los criterios que aplica el Ministerio de Defensa para la selecci¨®n del personal: la elocuencia. El perfil de los militares destinados al rastreo del coronavirus lo detall¨® la propia ministra, Margarita Robles, a principios de septiembre: efectivos con formaci¨®n sanitaria, habilidades de comunicaci¨®n y nociones de inform¨¢tica. Pero adem¨¢s de estas cualidades, los soldados llevan semanas recibiendo cursos espec¨ªficos sobre labores de rastreo.

Hasta ahora se han solicitado 1.700 rastreadores de los 2.000 que se pusieron a disposici¨®n de las autonom¨ªas desde el Gobierno. ¡°Un 70% ya est¨¢n trabajando y a principios de la pr¨®xima semana estar¨¢ pr¨¢cticamente la totalidad, sin perjuicio de que las comunidades puedan solicitar m¨¢s¡±, avanz¨® Margarita Robles el pasado jueves. La ¨²ltima comunidad aut¨®noma en pedir efectivos ha sido Extremadura. ¡°Normalmente el curso est¨¢ dirigido a personal que presta servicio en las secciones de Sanidad, pero por la situaci¨®n en la que ahora mismo estamos, intentamos formar al mayor n¨²mero posible de alumnos para que en cualquier momento cualquier persona pueda intervenir como rastreador¡±, explica V¨ªctor Oliva, encargado de labores de formaci¨®n en la Unidad Militar de Emergencias en la base de Torrej¨®n de Ardoz, en Madrid. Los retrasos de algunas autonom¨ªas y los requisitos de adaptaci¨®n ralentizaron en un inicio la labor de los militares en la detecci¨®n de contagios. De los 2.000 ofrecidos por S¨¢nchez se pas¨® a 2.795 disponibles y la intenci¨®n es seguir formando a otros profesionales por si las comunidades pidiesen m¨¢s ante el empuje de la segunda ola.