Ir al gimnasio en burka, un acto ¡®revolucionario¡¯ en Afganist¨¢n

Hacen cola para entrar y toman las medidas higi¨¦nicas necesarias en tiempos de pandemia. Estas mujeres hacen algo revolucionario en algunos pa¨ªses: acudir al gimnasio. Ataviadas con el ¡®burka¡¯, un grupo de afganas entra en la sala y todas ellas se suben a las m¨¢quinas para practicar deporte. Resulta curioso y sorprendente que sea con estas prendas negras, en las que solo quedan al descubierto los ojos, con las que se ponen en forma.

Detr¨¢s de este gimnasio est¨¢ Maryam Durani, una activista feminista de 36 a?os que lleva mucho tiempo luchando por los derechos de las mujeres. Una tarea nada f¨¢cil teniendo en cuenta la gran influencia que ejerce el Islam en Afganist¨¢n. ¡°Lo que me molest¨® fue la reacci¨®n negativa de los hombres a nuestro club. Incluso me insultaron porque pensaron que estaba en contra de la Sharia¡±, se?ala Durani. Su persistencia en esta lucha le ha llevado a recibir varias distinciones, entre ellas el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje que entrega el Departamento de Estado de EE UU anualmente desde 2007.

Durani, que tambi¨¦n dirige desde 2011 una radio gestionada por mujeres de tem¨¢tica feminista, no piensa rendirse. Asegura que este local contribuye a mejorar sus derechos. Unos derechos que peligran con una previsible vuelta a la escena pol¨ªtica y social de los talibanes, partidarios de prohibir la educaci¨®n de las mujeres y su salida de casa sin un pariente masculino.