El videomat¨®n de David Summers

Abre la puerta de su casopl¨®n en un barrio fino de Madrid, no tan lejos del bar Rowland, donde empez¨® la historia de Hombres G, y nos informa de que hoy est¨¢ a agua y agua porque ma?ana se hace una colonoscopia. Su padre, el a?orado cineasta y humorista Manuel Summers, muri¨® de c¨¢ncer de colon y ¨¦l se revisa de arriba abajo cada dos a?os o cuando, como ahora, va a echarse una gira al cuerpo despu¨¦s de a?o y medio parado por la pandemia. Como puede comprobarse en el v¨ªdeo que acompa?a esta noticia, ese es el nivel de impostura del entrevistado. Cero. Al poco, entra su propio hijo, David, de 21 a?os, reci¨¦n levantado de la cama, en el sal¨®n lleno de recuerdos y reliquias ¡ªdesde una chistera de Tip a un aut¨®grafo de Sinatra¨D, y se queda escuchando interesad¨ªsimo la charla. El hist¨®rico ¨ªdolo del pop David Summers ser¨¢ lo que sea, pero a tranquilo y confiado no le gana nadie.