V¨ªdeo |?Por qu¨¦ escap¨¦ de la Rusia de Putin y me fui a Espa?a
Cuatro j¨®venes rusos explican en este v¨ªdeo las razones por las que han pedido asilo pol¨ªtico en Espa?a
Algunos abandonaron el pa¨ªs antes de la guerra por ser activistas o pertenecer al colectivo LGTBI. Como se ve en el v¨ªdeo que acompa?a este noticia, otros empezaron a gestionar la huida a ra¨ªz de la posible movilizaci¨®n para la guerra. En todos los casos han dejado su vida atr¨¢s y dif¨ªcilmente podr¨¢n regresar. Su vida en Espa?a tampoco es f¨¢cil porque no tienen dinero ni visado de trabajo, pero al menos afirman sentirse seguros y no acosados por su condici¨®n sexual o conciencia antimilitarista, y aqu¨ª empiezan una nueva vida.
Las historias de Vilen (25 a?os), Mar¨ªa (35 a?os), Dimitri (29 a?os) e Iv¨¢n (22 a?os) son el testimonio de la realidad que vive la poblaci¨®n rusa que ha huido de la guerra. Sus historias hablan por s¨ª solas. Han huido de su pa¨ªs para evitar ¡°formar parte del crimen en Ucrania¡±, seg¨²n afirma uno de ellos en el reportaje audiovisual, y ahora, a pesar de no tener forma de subsistir, afirman sentirse m¨¢s protegidos que antes. Todos ellos recuerdan cada detalle del d¨ªa en que definitivamente tomaron la decisi¨®n de huir de la Rusia de Vlad¨ªmir Putin, en guerra contra Ucrania y abiertamente hom¨®foba.
El periplo del viaje desde Rusia a Espa?a centra parte del v¨ªdeo porque en algunos casos ha sido una traves¨ªa muy complicada y da una idea de lo dif¨ªcil que es dejar tu pa¨ªs cuando no tienes visado internacional o tarjetas de cr¨¦dito que te permitan comprar billetes extranjeros. Pese al dolor de dejar el hogar, a la familia, los amigos y sus empleos, estos solicitantes de asilo sienten un profundo alivio de haber dejado Rusia. Vilen y Mar¨ªa ya no se sienten peores personas (en palabras de la activista) por ser homosexuales, o por gritar en contra de la guerra en Ucrania. Dimitri e Iv¨¢n, de momento, han dejado de sentir el aliento en la nuca de los empleados de las oficinas de reclutamiento militar. Ahora los cuatro, como tantas decenas de rusos que huyen del r¨¦gimen de Putin cada d¨ªa, intentan empezar de cero en alg¨²n lugar que les ofrezca una posibilidad de futuro.