El reclutamiento de Putin se ceba con las minor¨ªas ¨¦tnicas
Tras d¨¦cadas de racismo, t¨¢rtaros, buratos, tuvanos y otras comunidades no eslavas ven ahora c¨®mo sus comunidades soportan un peso desproporcionado para surtir de soldados a la guerra en Ucrania. ¡°Es una tragedia. O los env¨ªan a morir o los obligan a irse¡±, dice una activista
Solo eslavos. Estas dos palabras de muchos anuncios de alquiler de piso de la capital rusa muestran el racismo del que son v¨ªctimas algunas etnias del pa¨ªs. Un requisito segregador del que, sin embargo, nadie se ha acordado en ninguna de las cartas de movilizaci¨®n para luchar en Ucrania. Las minor¨ªas ¨¦tnicas han sido un caladero de soldados en la primera leva masiva emprendida por el Kremlin ¨Dalgunos de ellos compensados con una oveja para la familia del recluta¨D, lo que ha reabierto heridas en un pa¨ªs que a¨²n tiene recientes las guerras del C¨¢ucaso.
Hay 461.000 buriatos en Rusia, que representan el 0,3% de la poblaci¨®n total. ¡°Su reclutamiento, como el de los yakutios y daguestan¨ªes, ha sido desproporcionado en comparaci¨®n con los de otros pueblos¡±, denuncia la presidenta de Free Buryatia Foundation, Alexandra Garmayapova, en una entrevista por tel¨¦fono.
La activista narra una pesca a granel en su tierra con varios casos de conocidos en cuyas casas los reclutadores se presentaron a las cuatro de la madrugada, as¨ª como el de un allegado que fue subido al autob¨²s militar tras parar en una gasolinera. ¡°Los familiares tuvieron que ir a retirar el coche¡±, recuerda. Seg¨²n el censo de 2010, el ¨²ltimo que incluye las etnias, las minor¨ªas en Rusia representan en torno al 20% de sus 144 millones de habitantes. La t¨¢rtara, que supone un 3,8%, y la ucrania, un 2%, son las m¨¢s numerosas.
Desde Ul¨¢n Ud¨¦, capital de la rep¨²blica rusa de Buriatia, un funcionario local que fue miembro durante a?os de Rusia Unida, el partido del Gobierno, dice consternado que la movilizaci¨®n en esta zona del este de Siberia se nutre pr¨¢cticamente solo del grupo ¨¦tnico asi¨¢tico de los buriatos y no de los eslavos que viven all¨ª. ¡°No s¨¦ si est¨¢n acabando as¨ª con nosotros...¡±, dice nervioso. ¡°A mi hijo no le toca por edad, pero han llamado a dos sobrinos; ninguno tiene experiencia militar real¡±, se lamenta el funcionario, que quiere permanecer en el anonimato.
Uno de sus amigos, su esposa y sus tres hijos peque?os decidieron meter lo que pudieron en el coche y huir a Mongolia nada m¨¢s anunciarse la movilizaci¨®n. ¡°Y en los pueblos es mucho peor. Aun as¨ª, no hay pr¨¢cticamente oposici¨®n all¨ª a irse a Ucrania. Mucha gente no sabe bien c¨®mo est¨¢n las cosas¡±, se?ala. Buriatia es una de las regiones m¨¢s pobres de Rusia y tambi¨¦n ha sido ya un enorme granero de militares para la guerra de Ucrania antes de la movilizaci¨®n.
Una oveja a cambio del reclutamiento
En la rep¨²blica de Tuv¨¢ (en el sur), de la que es oriundo el propio ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoig¨², los familiares de los movilizados del pueblo tuvano han recibido una oveja o carb¨®n a cambio del reclutamiento. ¡°Lo m¨¢s importante es el apoyo a sus seres queridos¡±, se?alaba en Telegram el gobernador de Tuv¨¢.
La etnia de los buriatos ya tuvo una presencia destacada en la guerra de Donb¨¢s en 2014 y 2015, cuando el Kremlin envi¨® tropas en secreto a Ucrania para consolidar lo que quer¨ªa dibujar como un movimiento separatista prorruso en las provincias de Donetsk y Lugansk. ¡°En 2014, Buriatia fue una de las regiones que m¨¢s p¨¦rdidas sufri¨®¡±, lamenta la activista de Free Buryatia Foundation, que considera que la falta de oportunidades para estas etnias es uno de los motivos claves de su reclutamiento masivo, antes y ahora. El rostro quemado de un tanquista buriato, Doryi Batomunkuyev, publicado en N¨®vaya Gazeta, fue una de las estampas de aquella guerra.
¡°La pregunta es qu¨¦ Estado ha construido Vlad¨ªmir Putin en el que la gente se alista para ganarse la vida a duras penas¡±, denuncia Garmayapova. ¡°En Buriatia, solo puedes conseguir trabajo si tienes un patrocinador. Si no, la alternativa es el servicio militar, y Rusia no parec¨ªa estar en guerra con nadie a gran escala. ?Qu¨¦ otra opci¨®n tienen? Pueden emigrar al norte de Rusia y trabajar temporalmente en la miner¨ªa, o intentar probar en Mosc¨² y San Petersburgo, donde se enfrentan al racismo¡±, apunta Garmayapova.
La fundaci¨®n que preside pidi¨® a sus suscriptores que contasen experiencias racistas: ¡°En solo un par de semanas llegaron m¨¢s de 2.000 historias de este tipo y termin¨¦ perdiendo la cuenta con las 4.000. Los eslavos echan en cara a los de otras etnias que hablan mal y con acento. Tambi¨¦n los caracterizan negativamente. En el transporte se los llama ch¨²rki (muy ofensivo) o ¡®culos negros¡¯. Y los apartamentos se alquilan solo a los eslavos. Existen todos estos estereotipos de que si un chico es del C¨¢ucaso, debe trabajar como guardia de seguridad¡±.
Garmayapova denuncia tambi¨¦n el racismo institucional. ¡°Tan pronto como se supo sobre los cr¨ªmenes de guerra, se dijo que habr¨ªan sido cometidos por salvajes de la periferia nacional porque un soldado ruso no podr¨ªa comportarse as¨ª¡±, recuerda, y subraya que el argumento de la persecuci¨®n del ruso en Ucrania ¡°no se sostiene¡± por las propias pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas de Putin, que en 2018 firm¨® una ley que por primera vez permite vetar las lenguas regionales en las escuelas, algo que ya sucede en su territorio.
A diferencia de la Uni¨®n Europea, Mongolia ha comenzado a expedir permisos de residencia para todos los rusos que huyen de la guerra. Su expresidente Tsajiagiin Elbegdory invit¨® al pa¨ªs especialmente a los buriatos, tuvanos y mongoles calmucos. ¡°S¨¦ desde el mism¨ªsimo inicio de esta guerra sangrienta que las minor¨ªas ¨¦tnicas de Rusia son las que m¨¢s han sufrido. Est¨¢n siendo usadas como carne de ca?¨®n. Cientos han desaparecido; miles han muerto¡±, denunci¨® Elbegdory en un mensaje difundido por la Federaci¨®n del Mundo Mongol.
El caso t¨¢rtaro y la Convenci¨®n de Ginebra
Los t¨¢rtaros de Crimea, que se han enfrentado a la represi¨®n del r¨¦gimen de Putin durante a?os en la pen¨ªnsula que Mosc¨² se anexion¨® ilegalmente en 2014, denuncian que son ahora otro foco prioritario en la movilizaci¨®n. La organizaci¨®n de derechos humanos CrimeaSOS estima que ¡°un enorme porcentaje¡± de los reclutados en la pen¨ªnsula son t¨¢rtaros, cuando apenas representan un 15% de su poblaci¨®n.
Tamila Tasheva, fundadora de la ONG y representante permanente del presidente ucranio para Crimea, afirma que han contabilizado al menos 1.500 citaciones a personas de esa minor¨ªa, cuando el total de llamados a filas en la zona ronda los 3.000.
¡°Durante todo este tiempo de ocupaci¨®n nos han empujado a irnos de nuestra patria hist¨®rica con sus pol¨ªticas represivas, nos han perseguido y encarcelado por ser t¨¢rtaros, como a terroristas; ahora llega el reclutamiento¡±, se lamenta por tel¨¦fono desde Crimea un miembro de esta minor¨ªa. ?l ha decidido aguantar, pero cuenta el caso de varios conocidos que han tenido que marcharse a toda prisa despu¨¦s de saber, por listas filtradas, que ser¨ªan llamados al frente por el ej¨¦rcito de Putin.
La fundadora de CrimeaSOS denuncia que los reclutadores echan la red en las localidades donde se concentran los t¨¢rtaros, en sus mercados, con las citaciones preparadas. ¡°Detienen a las personas que se ajustan a la edad militar, les preguntan sus nombres y los anotan en el documento. Acto seguido les dicen que deben acudir a la oficina de alistamiento¡±, explica Tasheva por tel¨¦fono. ¡°Es una tragedia. O los env¨ªan a morir o los obligan a irse¡±, a?ade.
Mustaf¨¢ Djemilev, exparlamentario ucranio y l¨ªder t¨¢rtaro de Crimea, ha remarcado que con el reclutamiento, el Kremlin persigue no solo tener carne de ca?¨®n para el frente, sino tambi¨¦n quitarse de en medio ¡ªenvi¨¢ndolos al frente o empuj¨¢ndolos a huir al extranjero¡ª a una poblaci¨®n que le puede causar problemas.
Las autoridades ucranias subrayan, adem¨¢s, que el reclutamiento en los territorios anexionados por Rusia, desde Donb¨¢s a Crimea, es ilegal. El art¨ªculo 51 de la Convenci¨®n de Ginebra lo deja claro: ¡°La potencia ocupante no podr¨¢ forzar a las personas protegidas a servir en sus fuerzas armadas o auxiliares. Se proh¨ªbe toda presi¨®n o propaganda tendente a conseguir alistamientos voluntarios¡±.
Manifestaciones en el C¨¢ucaso y el Lejano Este
La movilizaci¨®n forzosa de civiles ha provocado protestas mucho mayores en las provincias que en Mosc¨², donde solo hubo una manifestaci¨®n considerable el d¨ªa en que Putin anunci¨® el decreto, el 21 de septiembre. D¨ªas despu¨¦s, apenas mostraron su indignaci¨®n unos pocos moscovitas en el centro de la ciudad, estampa totalmente diferente a las que se viv¨ªan esos mismos d¨ªas en Daguest¨¢n, en el C¨¢ucaso. El pueblo entero de Endir¨¦i cort¨® la carretera despu¨¦s de que los reclutadores llamasen a filas a 110 de sus habitantes. Esposas, padres y hermanas desafiaron incluso los disparos al aire que hicieron las fuerzas de seguridad para dispersar la manifestaci¨®n.
Estas im¨¢genes se repitieron tambi¨¦n en el extremo noreste del pa¨ªs. En Yakutsk, en la rep¨²blica siberiana de Saj¨¢, decenas de mujeres hicieron un c¨ªrculo y rodearon a la polic¨ªa con el c¨¢ntico de ¡°no al genocidio¡±. La movilizaci¨®n ha sido tan llamativa en algunas regiones lejanas de Mosc¨² que en la provincia de Jab¨¢rovsk, fronteriza con China, ha sido cesado el comisario militar despu¨¦s de que la mitad de los reclutados fueran enviados a casa por no cumplir los criterios.
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