V¨ªdeo | Un mes despu¨¦s del terremoto de Turqu¨ªa: rehacer una vida rota por el se¨ªsmo
La familia Arslam, que ahora vive en una casa contenedor improvisada, sobrevivi¨® cinco d¨ªas atrapada bajo los escombros de su edificio de cinco plantas tras los se¨ªsmos
La tierra a¨²n sigue temblando despu¨¦s de los devastadores terremotos que sacudieron Turqu¨ªa y Siria hace un mes, en los que murieron unas 46.000 personas. Seg¨²n los ¨²ltimos datos, dos millones de personas han perdido su hogar y viven en campamentos. Este es el caso de la familia Arslam, cuya historia se cuenta en el v¨ªdeo que acompa?a a esta noticia. Permanecieron bajo los escombros de su edificio de cinco plantas durante cinco d¨ªas. El hecho de que toda la familia saliera con vida hace de la suya una historia de supervivencia poco frecuente en la ciudad de Nurdagi, donde la mayor¨ªa de los edificios se derrumbaron. Tras recibir el alta hospitalaria hace dos semanas, intentan restablecer su vida y volver a su rutina en una casa contenedor improvisada detr¨¢s de una gasolinera.
En el v¨ªdeo se ve como Havva y Hasan, junto a sus tres hijos, buscan entre los escombros, donde permanecieron atrapados durante cinco d¨ªas, parte de sus pertenencias, los recuerdos de una vida que se paraliz¨® de golpe y que se quedaron ah¨ª el 6 de febrero, cuando un terremoto de magnitud 7,8 sacudi¨® Turqu¨ªa y Siria. La madre relata: ¡°?ramos una familia acomodada. Ten¨ªamos dos casas y un coche. D¨¢bamos gracias a Dios por todo eso. Y ahora estamos agradecidos porque todos mis hijos est¨¢n a salvo. No tengo miedos ahora que mi familia est¨¢ a mi lado¡±.
Seg¨²n cuentan, sus hijos volver¨¢n a clase muy pronto para intentar seguir con la rutina que ten¨ªan antes de los se¨ªsmos. La cat¨¢strofe que ha vivido esta familia les ha ense?ado a ser m¨¢s humanos y aprestar su ayuda a las personas que lo necesitan. ¡°Aprendimos a ser humanos permaneciendo bajo los escombros. Si Dios nos da m¨¢s tiempo de vida y hay otro terremoto en alg¨²n lugar de Turqu¨ªa, estamos dispuestos a ayudar de cualquier manera posible¡±, cuenta Hasan Arslan.