El incre¨ªble caso de la izquierda menguante
La primera responsabilidad que ten¨ªan era entenderse para ganar
Bocata de calamares
La alcaldesa Batman
?Podr¨¢ esta nueva figura beberse cinco chupitos J?ggermeister sin caer redonda?
No trabaj¨¦is jam¨¢s
Me da la impresi¨®n de que el Primero de Mayo se vive con cierta desidia, una inercia cansina, sin demasiada ilusi¨®n
Que nos dejen morir la muerte en paz
?ngel ayud¨® a morir por amor a su amor, es un h¨¦roe que ha bordeado ese neblinoso territorio que media entre la existencia y el abismo
Oda al perroflauta
Lo mejor del perroflauta es su perrete, que disfruta lo mejor de ambos mundos: la libertad callejera y la manutenci¨®n de un ser querido. Igualito que los estudiantes de Erasmus
Pablo Iglesias, rampante en el Reina Sof¨ªa
Estaba enfadado, m¨¢s boxeador que 'ninja', sin miedo a las palabras gruesas. Viene a tope
Un ¡®skyline¡¯ cutre
Para construir un 'skyline' decente no basta con levantar rascacielos: tienen que hacer bonito
La triste vida del no futbolero
Eso de ver el partido en el bar es lo ¨²nico que me gusta del f¨²tbol, aunque por el bar, no por el f¨²tbol
La ciudad de las desapariciones
La especulaci¨®n inmobiliaria y los desahucios vac¨ªan el centro de vecinos
La izquierda ¡®magdal¨¦nica¡¯
Carmena y Errej¨®n se la juegan a la carta de la dulce abuelita y el buen chaval, aunque ya sabemos que su candor tiene l¨ªmites
Robots en el hipermercado, terror en el ultramarinos
En el supermercado somos ahora nosotros mismos, con nuestra carne y nuestro hueso, los que pesamos nuestra compra y nos la cobramos. Eso s¨ª, no nos sale m¨¢s barato: algo falla
La importancia de hablar con los ¨¢rboles
Yo pensaba que mi ¨¢rbol, el ¨¢rbol que tengo frente al balc¨®n, era m¨ªo, porque he hablado mucho con ¨¦l y conoce todas mis neuras, pero claro, mi ¨¢rbol es de todos
Comerse a los ricos
Los habitantes de La Moraleja parecen mucho m¨¢s nutritivos que los de Entrev¨ªas
Despu¨¦s de la muerte uno va al Rastro
En las fotos se comprueba que somos los figurantes de las vidas de los otros
Este a?o pido una ciudad para vivir dentro
Porque la ciudad es una m¨¢quina para vivir, no una chatarra con la que hacer billetes
La banalidad del mal inmobiliario
El negocio de unos, que especulan con pisos, es el drama de otros, que se ven desahuciados
Todo el mogoll¨®n en el centro de Madrid
La ciudadan¨ªa es esta masa que fluye lenta y torpe por las calles
Par¨¢sitos de la Gran V¨ªa
A veces me pregunto cu¨¢nta gente habr¨¢ muerto en mi casa, cuando no era la m¨ªa
Nanopisos para minigente
Ahora nos venden como algo muy 'cool' el 'co-living', que es el compartir piso de toda la vida
Los jornaleros del carbohidrato
En la pel¨ªcula 'Barrio', que cumple 20 a?os, uno de los protagonistas repart¨ªa pizza a base de zapato y autob¨²s urbano porque ni siquiera ten¨ªa moto
El supermercado como vertedero
Me gustar¨ªa conocer a un extraterrestre para cogerle de la mano verdosa y g¨¦lida y llevarle a uno de esos supermercados gigantescos
?Vuelve el canapeo!
He estado en c¨®cteles dionisi¨¢cos que un videoartista de esta d¨¦cada no podr¨ªa ni creer
Mendigos emprendedores
Qui¨¦n sabe si en un futuro dist¨®pico tendr¨¢n que pagar cuota de aut¨®nomos
BOCATA DE CALAMARES
El barrio m¨¢s ¡®cool¡¯ va de culo
Las revistas internacionales nos se?alan con el dedo y nos dicen que molamos
Desahuciando a los chinches
Los ¨²nicos chinches que ven las empresas inmobiliarias especuladoras parecen ser los habitantes