Juan Diego Soler: ¡°Cada a?o deber¨ªan formarse 100 estrellas, pero solo est¨¢ naciendo una¡±
El astrof¨ªsico colombiano presenta ¡®Relatos del conf¨ªn del mundo y del universo¡¯, en el que narra su investigaci¨®n en la Ant¨¢rtida, desde donde lanz¨® un telescopio en globo para tratar de entender el origen de las estrellas
Lo primero que hizo el astrof¨ªsico colombiano Juan Diego Soler (Bogot¨¢, 40 a?os) al terminar de escribir su libro Relatos del conf¨ªn del mundo y del universo fue ir al cementerio de Par¨ªs y dejar una flor en la tumba del contralmirante Jules S¨¦bastien Dumont d¡¯Urville, un explorador franc¨¦s del siglo XIX, famoso por sus viajes a la Ant¨¢rtida. Las expediciones de Dumont d¡¯Urville alimentaron la obsesi¨®n que desde ni?o ten¨ªa Soler por el Polo Sur y le sirvieron de br¨²jula para escribir el libro. ¡°Yo no creo que haya vida despu¨¦s de la muerte¡±, aclara Soler, ¡°pero fui a la tumba del contraalmirante y le dije ¡®gracias¡¯¡±.
En el libro, publicado recientemente por Penguin Random House, Soler intercala los recuerdos y los hallazgos de su viaje de investigaci¨®n doctoral a la Ant¨¢rtida en 2010 con hechos y personajes hist¨®ricos determinantes para entender la complejidad de un lugar inh¨®spito, habitado por focas, ballenas y ping¨¹inos, que alberga el 70% de las reservas de agua dulce del mundo. ¡°Escrib¨ª este libro para contarle a mi hija las aventuras que viv¨ª en la Ant¨¢rtida y para ayudar a que nadie se olvide de lo que hombres como d¡¯Urville hicieron por la ciencia¡±.
La mayor¨ªa de los cap¨ªtulos de Relatos del conf¨ªn del mundo y del universo comienzan con ep¨ªgrafes de Rimbaud, Novalis y Pessoa, pero el poema que resume el libro es del japon¨¦s Haruki Murakami, explica Soler y comienza a recitar de memoria: ¡°Es dif¨ªcil encontrar la diferencia entre el mar y el cielo / entre el viajero y el mar / Entre la realidad y las obras del coraz¨®n¡±. Soler trabaj¨® muchos a?os en el Instituto Max Planck de F¨ªsica en Munich, Alemania, y ahora hace parte del Instituto de Astrof¨ªsica Espacial y Planetolog¨ªa de Roma, Italia.
Pregunta: ?Qu¨¦ sinti¨® al llegar a la Ant¨¢rtida?
Respuesta: Sent¨ª como si una aspiradora se estuviera llevando toda la humedad que hab¨ªa en el ambiente. Apenas me baj¨¦ del avi¨®n militar en el que ¨ªbamos, la piel se me puso muy tensa, a las tres horas ya ten¨ªa resecas las comisuras de los labios, de los ojos, las orejas... Todo seco.
P. ?C¨®mo si estuviera en un lugar ¨¢rido?
R. S¨ª, la Ant¨¢rtida es un desierto de hielo. Es m¨¢s seco que el Sahara.
P. A pesar del fr¨ªo y de la nieve.
R. En la Ant¨¢rtida, la nieve no tiene la consistencia que uno se imagina, con la que se pueden hacer bolas o mu?ecos. Su textura es m¨¢s parecida a la de la arena. Me impresion¨® tambi¨¦n que no hay verde y que no huele a nada. Es un territorio absolutamente as¨¦ptico. De pronto, se siente un olor fuerte como de pescado: est¨¢n llegando los ping¨¹inos. Pero se van y todo vuelve a oler a nada. Sin embargo, creo que la sensaci¨®n de la ausencia de humedad es la que encapsula lo extraterrestre de este lugar.
P: ?Cu¨¢ndo y por qu¨¦ fue hasta all¨¢?
R: Llegu¨¦ en septiembre de 2010 para hacer mi trabajo de investigaci¨®n doctoral en Astrof¨ªsica, que consist¨ªa en dise?ar, construir y mandar al espacio un telescopio en globo. Me devolv¨ª a mediados de diciembre, para estar en navidad con la que ahora es mi esposa.
P. ?Cu¨¢l era el objetivo de ese telescopio en globo?
R. El telescopio que hicimos buscaba observar y medir la luz que no logra atravesar la atm¨®sfera de la Tierra, la luz infrarroja. Antes de que las estrellas generen reacciones nucleares y produzcan suficiente energ¨ªa para que las veamos en luz visible, existen acumulaciones de gas que brillan, pero solo se ven en infrarrojo. Entonces, si usted quiere contar la historia de c¨®mo naci¨® una estrella, usted tiene que ver esas frecuencias de luz.
P. Hay telescopios como el Alma, en Chile, o el James Webb, en el espacio, que tambi¨¦n detectan luz infrarroja, ?en qu¨¦ se diferenciaba el de ustedes?
R. Nosotros est¨¢bamos tratando de capturar el polvo y el gas en las primeras etapas de formaci¨®n de las estrellas. Quer¨ªamos ver el origen, el nacimiento, la g¨¦nesis de las estrellas. Est¨¢bamos buscando pistas para resolver uno de los problemas m¨¢s grandes que hay hoy en d¨ªa en astronom¨ªa: la formaci¨®n de estrellas. A¨²n no tenemos una teor¨ªa que pueda explicar c¨®mo nacen. Las estrellas que observamos estaban m¨¢s o menos a 1.500 a?os luz de nosotros. En distancias astron¨®micas, eso es ac¨¢ al lado, muy cerca de la tierra. Por eso el telescopio no ten¨ªa que ser tan grande.
P. ?Cu¨¢l es el problema en la formaci¨®n de estrellas?
R. Si usted coge todo el gas que tiene la galaxia y hace las cuentas de cu¨¢ntas estrellas deber¨ªan estarse formando cada a?o, le dar¨ªa unas 100, pero en realidad solo est¨¢ naciendo una estrella al a?o. ?Por qu¨¦ no se est¨¢n formando m¨¢s eficientemente? Esa era la pregunta que quer¨ªamos resolver.
P. ?Y qu¨¦ encontraron?
R. Encontramos que el gas que forma las estrellas est¨¢ magnetizado, es decir, que no puede moverse para donde quiera libremente, sino que tiene unas direcciones espec¨ªficas privilegiadas en el espacio. Creemos que eso es lo que est¨¢ deteniendo la formaci¨®n de estrellas. En pocas palabras, descubrimos que el campo magn¨¦tico, aparte de ser fundamental para la vida en la Tierra, tambi¨¦n juega un papel determinante en las primeras etapas de la formaci¨®n de estrellas. Sin embargo, a¨²n quedan muchas preguntas abiertas.
P. ?C¨®mo era el globo que hicieron para el telescopio?
R. Era un globo lleno de Helio, hecho con el mismo material pl¨¢stico con el que se envuelven los s¨¢nduches. Cuando el globo despega, se infla solo una d¨¦cima parte, pero cuando va a 40 kil¨®metros de altura se expande al tama?o de una cancha de f¨²tbol. Era enorme, ten¨ªa un mill¨®n de litros de Helio expandido.
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® escribir el libro?
R. ?Se acuerda de una escena de Harry Potter en la que Dumbledore tiene una jarra en la que pone sus pensamientos para descansar la cabeza? Eso fue lo que yo hice con el libro. Es un libro que mentalmente estuve escribiendo durante 10 a?os, pensando en eso que no quer¨ªa que se me olvidara.
P. ?Qu¨¦ an¨¦cdota recuerda?
R. Me acuerdo de la primera vez que vi las focas asom¨¢ndose por entre los huequitos del hielo. Hay algo muy singular cuando uno ve a un animal salvaje, uno siente que lo est¨¢ mirando otro cerebro. Lo que yo sent¨ª cuando vi esas focas es que hab¨ªa una mente pensante detr¨¢s que me estaba mirando y estaba procesando el hecho que yo estaba ah¨ª. No era solamente yo el que estaba mirando, ellas me estaban mirando a m¨ª casi con la misma curiosidad.
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