Retenida en un aeropuerto de Honduras la senadora Piedad C¨®rdoba por transportar m¨¢s de 68.000 d¨®lares sin declarar

La senadora Piedad C¨®rdoba se ha convertido en el mayor dolor de cabeza del candidato Gustavo Petro. El l¨ªder de la izquierda se empe?¨® en presentarla al Senado como parte de su lista a pesar de las advertencias de muchos de sus colaboradores. C¨®rdoba arrastra varios procesos judiciales que pod¨ªan perjudicar su campa?a. Hace un mes, Petro le pidi¨® que dejara de apoyarlo p¨²blicamente ante el inminente proceso que se le iba a abrir por su relaci¨®n con ?lex Saab, el supuesto testaferro de Nicol¨¢s Maduro detenido en Estados Unidos. Ah¨ª parec¨ªa zanjado el asunto. Sin embargo, la figura de C¨®rdoba, una de las pol¨ªticas m¨¢s conocidas del pa¨ªs, siempre vuelve a la escena. La senadora ha sido retenida este mi¨¦rcoles en Honduras, a cinco d¨ªas de las primera vuelta de las elecciones presidenciales, por llevar encima sin declarar 68.000 d¨®lares, seg¨²n han confirmado las autoridades de ese pa¨ªs. El dinero, seg¨²n ella, pertenece a un empresario colombiano residente en Tegucigalpa.

C¨®rdoba visit¨® el d¨ªa anterior el palacio presidencial hondure?o por su buena relaci¨®n con Xiomara Castro, la actual presidenta, y con su esposo, el anterior presidente Manuel Zelaya. Este martes iba a coger un vuelo rumbo a Bogot¨¢ ¨Ccon escala en la ciudad de Panam¨¢¨C en el aeropuerto de Comayagua, que sirve a la ciudad de Tegucigalpa, cuando la polic¨ªa descubri¨® que transportaba una cantidad superior a los 10.000 d¨®lares permitidos por viajero. En estos casos las autoridades multan a los infractores con un tercio de la cantidad encontrada. La investigaci¨®n, de todos modos y seg¨²n fuentes colombianas, ha sido puesto en manos de la fiscal¨ªa de Honduras. La fiscal¨ªa va a tomar declaraci¨®n tanto a C¨®rdoba como al empresario colombiano cuyo nombre no ha trascendido por ahora.

La figura de C¨®rdoba despierta pasiones pol¨ªticas en Colombia, y ya hab¨ªa vuelto a quedar en el foco de la controversia en febrero, cuando se reaviv¨® el debate en torno a su papel en la liberaci¨®n de pol¨ªticos que pasaron largos a?os en la selva. Durante el Gobierno de ?lvaro Uribe (2002-2010), ella fue una suerte de mediadora con la extinta guerrilla de las FARC en los casos de secuestros. Un antiguo asesor de comunicaciones la acusa ahora ante la Fiscal¨ªa, muchos a?os despu¨¦s, de haber aprovechado su cercan¨ªa con el Gobierno del fallecido Hugo Ch¨¢vez en Venezuela para aconsejar a los rebeldes y manipular con motivaciones pol¨ªticas los tiempos de liberaci¨®n de los secuestrados, en particular la de Ingrid Betancourt.

El exasesor, Andr¨¦s V¨¢squez, tambi¨¦n asegura que el alias de Teodora, que aparece en varias comunicaciones interceptadas a las FARC, se refiere a C¨®rdoba, una vieja acusaci¨®n que ella siempre ha negado. Los abogados de C¨®rdoba aseguran que no hay una sola prueba de que haya actuado de manera il¨ªcita, de que haya sido auxiliadora o militante de las FARC, ni de que la hayan financiado.

C¨®rdoba, quien deber¨ªa posesionarse como senadora el pr¨®ximo 20 de julio, ya estuvo antes 16 a?os en el Congreso, en ese entonces como miebro del Partido Liberal. En 2010, la Procuradur¨ªa la inhabilit¨® por sus supuestos v¨ªnculos con las FARC, pero seis a?os despu¨¦s el Consejo de Estado revoc¨® esa decisi¨®n. En ¨¦pocas m¨¢s recientes ha sido se?alada como una suerte de madrina en Venezuela de Alex Saab.

El jefe de debate del candidato del Pacto Hist¨®rico, Alfonso Prada, dijo que no pod¨ªa confirmar la noticia, pero envi¨® un mensaje preventivo. ¡°Piedad C¨®rdoba, como lo dijo Gustavo Petro hace unas semanas, fue separada por ¨¦l de la campa?a, no hace parte de la misma¡±, record¨®. ¡°Cualquier episodio que haya alrededor de este caso deber responder ante las autoridades, ante la justicia, y esperamos que sea pronta y eficaz¡±.

Este lunes, en un debate presidencial, Fico Guti¨¦rrez, el candidato de la coalici¨®n de derecha, le pregunt¨® a Petro si proceder¨ªa a extraditar a Piedad C¨®rdoba ¨C¡±senadora que hiciste elegir¡±¨C en caso de que hubiera pruebas suficientes y llegara un pedido de Estados Unidos, a lo que el candidato respondi¨® un escueto s¨ª que pareci¨® zanjar esa discusi¨®n.

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