Petro muestra el v¨¦rtigo del cambio en su primera semana
Present¨® una reforma fiscal, abri¨® caminos para restablecer relaciones con Venezuela y negociar con la principal guerrilla, enfrent¨® el primer esc¨¢ndalo por una ministra designada
La primera semana de Gustavo Petro como presidente de Colombia ha sido vertiginosa. El domingo 7 de agosto, al posesionarse, no solo dijo que empezaba ¡°la Colombia de lo posible¡±, su segunda oportunidad. ¡°Desde hoy empezamos a trabajar para que m¨¢s imposibles sean posibles en Colombia¡±, se comprometi¨®.
Lo hizo, con una semana llena de eventos, decisiones y novedades. ¡°Petro ha hecho en una semana m¨¢s que Duque en 4 a?os¡±, es el resumen de Carlos Su¨¢rez, analista y asesor pol¨ªtico.
Al d¨ªa siguiente antes del mediod¨ªa ya estaban en marcha sus pol¨ªticas econ¨®mica e internacional: el...
La primera semana de Gustavo Petro como presidente de Colombia ha sido vertiginosa. El domingo 7 de agosto, al posesionarse, no solo dijo que empezaba ¡°la Colombia de lo posible¡±, su segunda oportunidad. ¡°Desde hoy empezamos a trabajar para que m¨¢s imposibles sean posibles en Colombia¡±, se comprometi¨®.
Lo hizo, con una semana llena de eventos, decisiones y novedades. ¡°Petro ha hecho en una semana m¨¢s que Duque en 4 a?os¡±, es el resumen de Carlos Su¨¢rez, analista y asesor pol¨ªtico.
Al d¨ªa siguiente antes del mediod¨ªa ya estaban en marcha sus pol¨ªticas econ¨®mica e internacional: el reci¨¦n posesionado Ministro de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Ocampo, ya hab¨ªa radicado ante el Congreso una reforma fiscal que aterriza sus mensajes de lucha contra la desigualdad y apuestas por el ambiente, la salud p¨²blica y la igualdad de g¨¦nero; y Petro se hab¨ªa reunido con el presidente de Chile, Gabriel Boric, la foto de inicio del eje de la nueva izquierda latinoamericana.
En los d¨ªas siguientes dio la largada a otras de sus pol¨ªticas. Inici¨® el restablecimiento de las relaciones con Venezuela, rotas por su antecesor Iv¨¢n Duque, al designar como embajador en Caracas a Armando Benedetti, su mano derecha en la campa?a presidencial. Envi¨® una comisi¨®n a Cuba, encabezada por su Canciller y su Alto Comisionado para la Paz, para reabrir los di¨¢logos con la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional. Design¨® una nueva c¨²pula militar y de Polic¨ªa, y anunci¨® un cambio en la forma de medir sus resultados. Abri¨® al p¨²blico la plaza que separa el palacio presidencial del edificio del Congreso, que llevaba d¨¦cada cerrada.
Adem¨¢s de esas decisiones, se dedic¨® a comunicar intenciones. Orden¨® a sus ministros eliminar la ¡°n¨®mina paralela¡± (personas contratadas por fuera de la n¨®mina de las entidades pero que trabajan en ellas), viaj¨® primero al Choc¨®, zona marginada y pobre, antes que al cualquier gran ciudad, y habl¨® en el principal encuentro del sector privado, el Congreso Empresarial Colombiano que organiza la Asociaci¨®n Nacional de Empresarios (ANDI) en Cartagena. All¨ª defendi¨® la reforma tributaria y present¨® su pol¨ªtica econ¨®mica, m¨¢s centrada en la producci¨®n industrial que en los servicios, y con m¨¢s protagonismo del Estado.
Varios de sus ministros le secundaron en esa lluvia de anuncios, como siguiendo la l¨®gica de que comunicar es gobernar. Por ejemplo, en el mismo congreso empresarial mismo Ocampo y su colega de Comercio, Germ¨¢n Uma?a, presentaron a los empresarios la reapertura con Venezuela como una gran oportunidad para hacer negocios. Irene V¨¦lez, de Minas y Energ¨ªa, reiter¨® en varios medios la idea de frenar la explotaci¨®n de hidrocarburos para transitar en pocos a?os a una generaci¨®n de energ¨ªa con fuentes m¨¢s limpias. Gloria In¨¦s Ram¨ªrez, de Trabajo, propuso aumentar los derechos de los trabajadores, por ejemplo, ampliando las horas en las que deben recibir un mayor salario como recargo nocturno. Patricia Ariza, de Cultura, propuso cambiar el nombre de su cartera a Culturas, Artes y Saberes, reflejando la diversidad propia de la nueva izquierda.
En todo esto, incluso en las decisiones que han podido molestar a sectores tan poderosos como empresarios y militares, ninguno de los miedos m¨¢s extremos se ha materializado. ¡°La expectativa era que iba a llegar desde el primer d¨ªa a hacer locuras, y que al cabo de una semana no hab¨ªa gasolina en las bombas ni comida en los supermercados, y la primera l¨ªnea iba a estar patrullando las calles¡±, explica el analista Andr¨¦s Mej¨ªa Vergnaud. Y no fue as¨ª.
De hecho, a pesar de lo movido de la primera semana, Mej¨ªa recuerda que el nuevo presidente no hizo algunas cosas que anunci¨® en campa?a como ¡°el aumento inmediato de aranceles, la declaratoria de emergencia econ¨®mica y la suspensi¨®n inmediata de exploraci¨®n de hidrocarburos el primer d¨ªa¡±. En suma, para ¨¦l ¡°el balance neto es positivo.¡±
Los baches
Aunque arranc¨® como un b¨®lido, el camino inicial de Petro no estuvo exento de obst¨¢culos.
De un lado, como es natural, algunas de sus decisiones no cayeron bien entre todos. Por ejemplo, los empresarios recibieron su tributaria con preocupaci¨®n, y a los militares les molest¨® que atara su hoja de vida a la posibilidad de evitar masacres, e incluso sintieron que se estaba desligando de su responsabilidad pol¨ªtica de evitarlas para dejarla en sus manos.
Ese tipo de desencuentros son esperables en un gobierno que llega a cambiar las cosas. Pero otros muestran que algunas decisiones no estaban enteramente tomadas, o que Petro no hab¨ªa previsto sus efectos.
La m¨¢s evidente es que solo la ma?ana misma de su posesi¨®n, termin¨® de revelar qui¨¦nes ser¨ªan sus ministros, e incluso le sigui¨® faltando uno, el de Ciencia. Pasada una semana, siguen faltando personas en cargos clave como la direcci¨®n del Departamento de Prosperidad Social, que maneja los subsidios del Estado a las familias m¨¢s pobres.
Adem¨¢s, entre los que revel¨® ese domingo hab¨ªa por lo menos dos ministros pol¨¦micos, cuotas de partidos pol¨ªticos tradicionales que hicieron campa?a contra Petro.
Uno, el conservador Guillermo Reyes, no tiene experiencia de la cartera en la que Petro lo design¨® (transporte). Adem¨¢s, desde que se empez¨® a rumorar su designaci¨®n en el gabinete, hace varias semanas, revivi¨® una acusaci¨®n en su contra por haber plagiado al difunto constitucionalista Juan Fernando Jaramillo. A pesar de eso, Reyes mantuvo el apoyo de la bancada conservadora y Petro, quien ya lo hab¨ªa contratado como abogado cuando era alcalde de Bogot¨¢, lo posesion¨®.
Ese fue el esc¨¢ndalo menor. El mayor llev¨® a suspender la posesi¨®n de Mery Guti¨¦rrez como ministra de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y las Comunicaciones (TIC) en representaci¨®n del partido de La U. Guti¨¦rrez, poco conocida hasta entonces, ha sido pareja del periodista y pol¨ªtico Hollmann Morris, muy cercano a Petro, y no ten¨ªa mayor respaldo pol¨ªtico en La U. Tan pronto se conoci¨® su nombre varios medios, incluyendo al periodista Daniel Coronell, revelaron que Guti¨¦rrez era principal accionista y gerente de una empresa que hab¨ªa demandado a una entidad que depend¨ªa del Ministerio de TIC por 45 mil millones de pesos (poco m¨¢s de 10 millones de d¨®lares) y que adem¨¢s hab¨ªa comprometido parte de las acciones de esa empresa a una funcionaria de una alcald¨ªa que le hab¨ªa dado grandes contratos.
El presidente congel¨® el nombramiento, pero no ha nombrado a nadie m¨¢s ni ha explicado qu¨¦ ocurri¨®. Tampoco ha hablado de qu¨¦ pasar¨¢ con la direcci¨®n del Departamento Nacional de Planeaci¨®n (DNP), la entidad a cargo de estructurar la hoja de ruta de su gobierno, el Plan Nacional de Desarrollo, y de administrar todos los recursos de inversi¨®n. Anunci¨® all¨ª a C¨¦sar Ferrari, profesor de econom¨ªa de origen peruano, que solo podr¨ªa posesionarse si renuncia a sus nacionalidades peruana e italiana. Ferrari le dijo a EL PAIS que no planea hacerlo.
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