?lvaro Uribe: ¡°Contribuiremos a que el de Petro sea un Gobierno de democracia social¡±
El expresidente asume el papel de l¨ªder de la oposici¨®n y se postula para tratar de mover al centro al Ejecutivo de izquierdas
?lvaro Uribe es la persona que m¨¢s ha manejado el poder en las ¨²ltimas d¨¦cadas de Colombia. Fueron 20 a?os de presidir o colocar presidentes y de hinchar una burbuja que se pinch¨® durante la legislatura de su ac¨®lito Iv¨¢n Duque. En las ¨²ltimas elecciones, en las que la izquierda lleg¨® al poder por primera vez en la historia moderna del pa¨ªs, Uribe desapareci¨®. Su partido ni siquiera tuvo candidato. Parec¨ªa el final de un pol¨ªtico indefinible. Uno de sus mayores enemigos, Gustavo Petro, gobierna ahora el pa¨ªs. Y es ah¨ª donde el expresidente ha encontrado un asidero para volver a tomar aire. Con una oposici¨®n fragmentada y sin cabeza clara, Uribe se postul¨® este martes como la ¡°oposici¨®n constructiva¡± al Gobierno de Petro.
El presidente no hab¨ªa abierto las puertas de la Casa de Nari?o a ning¨²n pol¨ªtico hasta hoy. Que Uribe sea el primero responde a varias razones. La primera es que el poder de Uribe en horas bajas es a¨²n mayor en ciertos sectores que el poder que no han logrado aglutinar los nuevos nombres que protagonizaron la pasada campa?a electoral. Ni Rodolfo Hern¨¢ndez, que estuvo a punto de ganarle la presidencia y que la semana pasada ya anunci¨® que dejaba el Senado para probar suerte en la pol¨ªtica regional. Ni Fico Guti¨¦rrez, el candidato de la derecha que ni siquiera logr¨® el pase a la segunda vuelta. A Petro le interesa apretar la mano de Uribe para templar los ¨¢nimos en varios frentes, alterados por la cantidad de reformas que el presidente quiere poner en marcha. La reuni¨®n se produjo el d¨ªa despu¨¦s de las primeras marchas sociales de la era Petro, lo que tampoco fue una casualidad.
Uribe fue el ¨²nico en dar declaraciones tras el encuentro. Su tono son¨®, por encima de todo, conciliador. No hubo una palabra m¨¢s alta que otra, ni siquiera un solo descalificativo hacia al que nombr¨® todo el tiempo como ¡°el presidente Petro¡±. Dijo que no quer¨ªa ¡°polarizar¡± al pa¨ªs y prometi¨® trabajar para ¡°contribuir a que el de Petro sea un Gobierno de democracia social, no uno del fracasado socialismo siglo XXI¡±. Repiti¨® varias veces que, si segu¨ªa ahora aqu¨ª ¡°trabajando por Colombia¡±, era para que el actual Ejecutivo no siguiera la senda de las izquierdas latinoamericanas, sino el modelo europeo, donde asegur¨® que tanto la derecha como la izquierda gobiernan con ¡°equidistancia del centro¡±.
La reuni¨®n se hab¨ªa vendido como un encuentro para hablar de la reforma tributaria, pero ese no fue el primer punto que toc¨® Uribe ante la prensa. Si hay un sector en el que el presidente del Centro Democr¨¢tico sigue gozando de enorme reputaci¨®n y poder es sobre la tierra. Entre los ganaderos y los empresarios del campo, entre los grandes terratenientes ¡ªde los que forma parte¡ª. Y precisamente ah¨ª es donde se abre uno de los mayores problemas que enfrenta el actual Gobierno.
La reforma agraria fue una de las promesas de campa?a y una de las luchas que ha dado el hoy presidente desde hace una d¨¦cada. El compromiso de acabar con el expolio y entregar tierras a los campesinos y a los despojados anim¨® a sectores de poblaci¨®n que nunca se hab¨ªan visto representados en los edificios de poder bogotano. Ahora, estos mismos, exigen rapidez y soluciones inmediatas. Desde que comenz¨® el mandato, el pasado 7 de agosto, se han multiplicado las invasiones de tierras, que ya eran habituales, pero no a este nivel. La ministra de Agricultura, Cecilia L¨®pez, reconoci¨® que era un problema que pasaba por ofrecer resultados cuanto antes. La semana pasada, el Gobierno anunci¨® que entre septiembre y noviembre entregar¨¢ 681.000 hect¨¢reas de tierra a 12.000 campesinos, ind¨ªgenas y comunidades afrodescendientes.
Del otro lado, la presi¨®n de las invasiones puso en guardia a los propietarios. Ah¨ª donde puede mediar Uribe. El poderoso presidente de la federaci¨®n ganadera, Jos¨¦ F¨¦lix Lafaurie, anunci¨® hace un par de semanas en redes sociales la creaci¨®n de grupos de ganaderos ¡°de reacci¨®n solidaria¡± para actuar en defensa de cualquier afectado por las invasiones. Desde entonces el tema se ha multiplicado en otros sectores empresariales del campo, que buscan uni¨®n ante las ocupaciones. Esos anuncios remueven un pasado muy reciente en Colombia. En la d¨¦cada de los 90 se crearon los llamados grupos Convivir para defender la propiedad rural, que acabaron siendo origen del paramilitarismo.
Uribe quiso destacar que era ¡°un gran paso¡± que el Gobierno no se est¨¦ hablando de expropiar la tierra. En toda su intervenci¨®n, el expresidente us¨® un papel como de mensajero: ¡°A m¨ª me llaman o me escriben y me dicen: por favor, d¨ªgale al presidente Petro que la fuerza p¨²blica nos proteja frente a las invasiones¡±. El Gobierno amag¨® hace unas semanas con dar un ultim¨¢tum a los ocupadores de 48 horas, pero venci¨® el plazo y no pas¨® nada. Desde el Ejecutivo sostienen que se est¨¢n llevando a cabo di¨¢logos para desatascar la situaci¨®n. Uribe a?adi¨® que acompa?a al Gobierno en la decisi¨®n de comprar tierras que no est¨¦n produciendo nada para entregar a los campesinos que las trabajen.
En la reuni¨®n tambi¨¦n se habl¨® de la tributaria, la primera gran reforma que Petro quiere sacar adelante para aumentar los ingresos que destinar a otras partidas. Ah¨ª Uribe dej¨® clara su visi¨®n. ¡°Dejando crecer la econom¨ªa y con control de la evasi¨®n, el presidente Petro podr¨ªa cumplir sin reforma tributaria. Pero hay una decisi¨®n pol¨ªtica que respetamos, por eso sugerimos modificaciones¡±. Y otra: ¡°Nosotros preferimos un peso de m¨¢s en el bolsillo del trabajador que pagado en impuestos al Estado. Son escogencias y nosotros somos muy claros¡±.
Este es el segundo encuentro entre los dos pol¨ªticos. El primero, por sorpresa, se produjo el pasado 1 de julio, 12 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones. Fue la manera del l¨ªder de la izquierda de decir que iba a gobernar para todos. Si Uribe se sentaba con ¨¦l, ?qui¨¦n no lo har¨ªa? Aquel d¨ªa, el expresidente habl¨® de una ¡°oposici¨®n razonable¡±. Este martes, dos meses y medio despu¨¦s, se refiri¨® a una ¡°oposici¨®n constructiva¡±. El hombre que ya no gana elecciones en Colombia se est¨¢ ganando ahora el peso de contrapoder del Gobierno.
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