Estados Unidos le levanta las sanciones al b¨¦isbol venezolano
Navegantes de Magallanes y Tigres de Aragua, dos equipos de la liga local controlados el chavismo, podr¨¢n contratar peloteros estadounidenses y ser¨¢n readmitidos por la Major League Beisbol
La Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos, OFAC, ha decidido levantar sanciones a los equipos de b¨¦isbol venezolano Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua, dos de los ocho de la liga profesional de este pa¨ªs, que actualmente est¨¢n estatizados y controlados por el Gobierno chavista de Nicol¨¢s Maduro. El anuncio constituye un nuevo gesto de apaciguamiento por parte de la actual administraci¨®n estadounidense de Joe Biden hacia Maduro y ha sido recibido con alivio y alegr¨ªa por la gran mayor¨ªa de la fanaticada del deporte m¨¢s popular de Venezuela, cuyo torneo est¨¢ muy cerca de comenzar una nueva temporada. Horas despu¨¦s, Washington intercambi¨® con Caracas a los sobrinos de Cilia Flores, la primera dama venezolana, condenados por narcotr¨¢fico por siete estadounidenses detenidos en Venezuela.
La informaci¨®n fue confirmada por la propia Liga Venezolana de B¨¦isbol Profesional en un pronunciamiento en sus redes sociales. La medida significa que ¡°ambas divisas restablecer¨¢n su ordenamiento jur¨ªdico ante Major League Baseball [la liga estadounidense de pelota, instituci¨®n rectora de las ligas de b¨¦isbol del Caribe, equivalente a la NBA de este deporte] y su reinserci¨®n al Acuerdo de Ligas de Invierno, para as¨ª utilizar a todo el personal que milita en el b¨¦isbol organizado.¡±
La conflictividad pol¨ªtica de estos a?os entre Maduro y la oposici¨®n termin¨® colonizando al b¨¦isbol nacional, un pasatiempo sagrado para el ciudadano de a pie, que hasta hace muy poco manten¨ªa su calidad y rentabilidad alejada de la pasi¨®n pol¨ªtica, y que tradicionalmente ha estado integrado por propietarios privados.
La imposibilidad de traer jugadores importados del sistema de granjas de la Major League Beisbol de Estados Unidos hab¨ªa mermado la calidad del campeonato local, al estar impedidos los equipos de poder contratar entrenadores, peloteros importados e incluso a las estrellas venezolanas de MLB ¡ªlas llamadas Grandes Ligas¡ª , luego de las sanciones impuestas a Maduro por el gobierno republicano de Donald Trump en 2019.
A partir de ese momento, planteada la emergencia, con ayuda del gobierno, la liga venezolana inici¨® entonces una desesperada contrataci¨®n de jugadores cubanos, puertorrique?os y colombianos sin contrato en el Beisbol organizado, o actuando en ligas independientes mexicanas o taiwanesas, para ocupar algunas vacantes y mantener el torneo.
En 2019, Diosdado Cabello, Vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, lanz¨® serias advertencias a los equipos privados que decidieran boicotear el campeonato para unirse a las protestas opositoras que entonces lideraba Juan Guaid¨®. Consciente del riesgo pol¨ªtico que entra?aba suspender la cita deportiva m¨¢s popular del pa¨ªs, Cabello declar¨® entonces que, de ser necesario, ¡°me pongo yo el uniforme y salgo a jugar pelota, pero aqu¨ª habr¨¢ b¨¦isbol en diciembre¡±.
Esta crisis conoci¨® su climax en el 2020, en pleno vigor de la pandemia. A partir de ese momento, agravado por el derrumbe econ¨®mico, el p¨²blico se alej¨® de los estadios, y el espect¨¢culo, tradicionalmente muy rentable, entr¨® en una in¨¦dita situaci¨®n deficitaria, intoxicado con la decadencia nacional.
A diferencia de lo ocurrido en otras ¨¢reas, el gobierno revolucionario chavista no se atrevi¨® nunca a tomar decisiones radicales para expropiar clubes del b¨¦isbol rentado venezolano en estos a?os, probablemente consciente de los enormes riesgos pol¨ªticos y electorales que entra?aba la medida.
A cambio, desde los tiempos de Hugo Ch¨¢vez, y m¨¢s adelante con Nicol¨¢s Maduro, el Gobierno bolivariano ensay¨® un proceso lento de inserci¨®n progresiva en los equipos en la liga para aumentar su influencia dentro del torneo.
Antiguamente en manos privadas, Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes ¨C actual campe¨®n de la liga, el m¨¢s antiguo y popular del pa¨ªs, del cual el propio Ch¨¢vez era confeso fan¨¢tico- fueron adquiridos por las gobernaciones de los estados a los cuales pertenecen estas divisas ¨CAragua y Carabobo-, asimilados por el oficialismo y estatizados a trav¨¦s de fundaciones p¨²blicas. Con la confiscaci¨®n del equipo Bravos de Margarita al empresario Tob¨ªas Carrero, el gobierno de Maduro tiene hoy una clara influencia en, al menos, 4 de los 8 clubes de la liga local. Los Caribes de Anzo¨¢tegui, cuyo propietario es Rafael Gruszka, mantiene una clara relaci¨®n de amistad con el oficialismo.
Gerenciados por algunas estrellas venezolanas del b¨¦isbol retiradas que simpatizan con el Gobierno, Aragua y Magallanes han disfrutado estos a?os de un holgado trato preferencial en el otorgamiento de permisos y acceso a los d¨®lares para la contrataci¨®n de peloteros. La medida de sanci¨®n de la OFAC de 2019 obr¨® especialmente sobre estas dos instituciones procurando dar un golpe certero al chavismo sin producir una crisis sist¨¦mica en la Liga Venezolana de B¨¦isbol Profesional.
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