El uribismo abre un nuevo frente en su pelea por la memoria del conflicto
El partido del expresidente ?lvaro Uribe present¨® una serie de cartillas para contrarrestar la investigaci¨®n sobre el conflicto armado que present¨® en junio la Comisi¨®n de la Verdad
La memoria hist¨®rica de una guerra puede estar constantemente en discusi¨®n porque siempre hay m¨¢s evidencia por descubrir, m¨¢s voces por escuchar, o m¨¢s ¨¢ngulos por explorar. Tener la ¨²ltima palabra sobre un conflicto de m¨¢s de medio siglo es casi imposible. Pero el trabajo de memoria que Colombia lleva tejiendo por m¨¢s de una d¨¦cada est¨¢ en una larga guerra pol¨ªtica que no se juega tanto en el campo de la evidencia como en el del honor. Una pelea que se intensifica entre el partido de derecha del expresidente ?lvaro Uribe, Centro Democr¨¢tico, y el nuevo gobierno de izquierda de Gustavo Petro....
La memoria hist¨®rica de una guerra puede estar constantemente en discusi¨®n porque siempre hay m¨¢s evidencia por descubrir, m¨¢s voces por escuchar, o m¨¢s ¨¢ngulos por explorar. Tener la ¨²ltima palabra sobre un conflicto de m¨¢s de medio siglo es casi imposible. Pero el trabajo de memoria que Colombia lleva tejiendo por m¨¢s de una d¨¦cada est¨¢ en una larga guerra pol¨ªtica que no se juega tanto en el campo de la evidencia como en el del honor. Una pelea que se intensifica entre el partido de derecha del expresidente ?lvaro Uribe, Centro Democr¨¢tico, y el nuevo gobierno de izquierda de Gustavo Petro. El nuevo frente de batalla, este mes, llega en forma de cartillas.
El uribismo present¨® esta semana una serie de 15 cartillas para responder al extenso informe de Hallazgos y Recomendaciones, de 800 p¨¢ginas, que public¨® en junio la Comisi¨®n de la Verdad, una instituci¨®n que surgi¨® de los acuerdos de paz de La Habana en 2016. La Comisi¨®n entrevist¨® a casi 30.000 personas y conden¨® en su informe la violencia de grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y del Estado. La respuesta del gobierno Petro fue comprometerse a que este informe se conozca en todas las instituciones educativas del pa¨ªs, en forma de cartillas educativas, un anuncio que prendi¨® las alarmas en el uribismo.
¡°Inician el adoctrinamiento inconstitucional y totalitario imponiendo la verdad de la izquierda a nuestros ni?os¡±, dijo entonces la senadora Paloma Valencia, del Centro Democr¨¢tico. Las contra-cartillas son ¡°una primera aproximaci¨®n que hacemos refutando algunas de las cosas que no consideramos totalmente ciertas¡±, explica Laura Medina, asesora del expresidente Uribe. Planean enviarlas esta semana al ministro de Educaci¨®n, Alejandro Gaviria, quien sugiri¨® en agosto que considerar¨ªa la posibilidad de que la ¡°cartilla alternativa¡± sea presentada ante las instituciones del pa¨ªs si cumple con est¨¢ndares de rigor. Medina, del Centro Democr¨¢tico, explica que ¡°s¨ª nos interesar¨ªa mucho entrar a los colegios, hacer pedagog¨ªa con los ni?os, para que ellos tambi¨¦n tengan esta verdad¡± .
Las nuevas contra-cartillas del Centro Democr¨¢tico son 15 textos cortos que hablan de tierras, cr¨ªmenes y pol¨ªticas p¨²blicas pero que se enfocan constantemente en atacar el punto que m¨¢s le molesta al uribismo desde el proceso de paz: que se equipare a la fuerza p¨²blica con los grupos armados. ¡°El Acuerdo de La Habana puso a nuestras Fuerzas Armadas democr¨¢ticas de igual con quienes comet¨ªan actos terroristas¡±, dice la primera cartilla, escrita por el expresidente Uribe.
Uribe all¨ª insiste en que los falsos positivos ¡ªcomo se conocen las ejecuciones extrajudiciales que cometi¨® el ej¨¦rcito para presentar civiles como guerrilleros muertos¡ª no fueron una pol¨ªtica de Estado, y pone en duda la inocencia de las personas asesinadas. ¡°En las Fuerzas Armadas circula la versi¨®n privada, que no sostienen en p¨²blico, seg¨²n la cual muchos falsos positivos se dieron sobre personas que estaban en grupos ilegales¡±, escribe. Plantea luego la hip¨®tesis de que los falsos positivos fueran una conspiraci¨®n de unas ¡°mentes maliciosas de quienes debieron gozar con la tragedia que desacreditaba a nuestro Gobierno y a nuestras fuerzas armadas¡±. Presenta una conspiraci¨®n sin la evidencia que la soporte.
Lo dif¨ªcil de mantener esta postura es que decenas de militares han sostenido en p¨²blico que fue una pol¨ªtica de incentivos la que condujo a los falsos positivos. Adem¨¢s de la investigaci¨®n de la Comisi¨®n de la Verdad, el tribunal transicional de la Justicia Especial para la Paz (JEP) ha sostenido audiencias p¨²blicas este a?o en el que decenas de militares han admitido asesinar civiles como resultado de una macabra pol¨ªtica de incentivos; al cruzar varias bases de datos, la JEP estim¨® que 6.402 civiles fueron presentados falsamente como bajas en combate durante el gobierno de Uribe; y en declaraciones que a¨²n no se han conocido p¨²blicamente hay varios comandantes y generales que han acusado al General retirado Mario Montoya ¡ªel m¨¢s importante del gobierno Uribe, durante el cual fue comandante del Ej¨¦rcito¡ª de exigir ¡®r¨ªos de sangre¡¯ a sus subordinados, y premiarlos por n¨²mero de muertos en vez de capturados. (Montoya ha negado estas acusaciones y su caso sigue en investigaci¨®n en la JEP).
¡°Me parece que la postura del uribismo que niega responsabilidades no fortalece a la fuerza p¨²blica sino que la debilita¡±, considera Mar¨ªa Emma Wills, acad¨¦mica que trabaj¨® en el Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica (2012-2018) y el Grupo Nacional de Memoria Hist¨®rica (2007-2012). Wills explica que proteger las instituciones en una democracia pasa necesariamente por la rendici¨®n de cuentas de la autoridad, es lo que mantiene su legitimidad.
¡°Lo que no es democr¨¢tico, desde mi punto de vista, en una mirada donde b¨¢sicamente est¨¢s protegiendo las instituciones a partir de la negaci¨®n. Ah¨ª lo que se cultiva es la impunidad, y as¨ª est¨¢s plantando la semilla del descalabro institucional¡±, a?ade Wills. ¡°Lo que est¨¢ pasando se me parece m¨¢s como una disonancia cognitiva social, que puede pasarle a un perpetrador que ha cometido las peores infamias, para vivir consigo mismo reordena su propia existencia para poder vivir con ella y entonces se miente: se dice que no asesin¨® poblaci¨®n civil sino que todos eran guerrilleros. Y, pues no. La disonancia cognitiva no rima con democracia, con debate, con contrastaci¨®n de fuentes, con historiadores, con jueces, con argumentos cada vez m¨¢s robustos¡±.
Las siguientes 14 cartillas tienen como autores a varios alfiles del uribismo: las senadoras Mar¨ªa Fernanda Cabal y Paloma Valencia, la directora del partido Nubia Stella Mart¨ªnez, o el exministro de Defensa Diego Molano. Hay solo un autor an¨®nimo, el de la cartilla 12, que cita a Hitler para llamar a los Comisionados de la Verdad un grupo de fascistas (la Comisi¨®n fue dirigida por un padre jesuita y conformada por algunos de los acad¨¦micos m¨¢s respetados del pa¨ªs). La cartilla, que se titula ¡®Para que los victimarios de ayer sean los h¨¦roes de hoy¡¯, acusa a los comisionados de hacer una transferencia mentirosa en su Informe: convertir a guerrilleros en v¨ªctimas y a los h¨¦roes (los militares o Uribe) en victimarios. M¨¢s que una investigaci¨®n acad¨¦mica, el texto es un manifiesto sobre el hero¨ªsmo del expresidente.
A la pelea pol¨ªtica sobre el hero¨ªsmo se le suma una m¨¢s dif¨ªcil sobre el origen de la guerra. La senadora Paloma Valencia es autora de una cartilla que resume uno de los argumentos cruciales del uribismo sobre las causas del conflicto. En palabras de ella, lo que lo origin¨® no fue la exclusi¨®n social y pol¨ªtica de grandes grupos de la poblaci¨®n. ¡°La gran guerra de Colombia, la gran mayor¨ªa de su violencia, se explica por el narcotr¨¢fico¡±, escribe Valencia.
Pero el Gobierno de Petro s¨ª entiende que un gran detonante de la violencia como consecuencia de la exclusi¨®n pol¨ªtica y social y se aleja de la visi¨®n de que Colombia estuvo sometida a un ataque narco-terrorista que dur¨® 50 a?os. Las contra-cartillas fueron publicadas el mismo d¨ªa en que el presidente anunci¨® como directora del Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica a Mar¨ªa Valencia Gait¨¢n, la hija del caudillo liberal Jorge Eliecer Gait¨¢n que fue asesinado en 1948 y cuya muerte impuls¨® una ola de violencia. ¡°Creo que es una persona adecuada, como v¨ªctima que es del proceso inicial de la violencia que nos tiene aqu¨ª reunidos¡±, dijo el presidente cuando la nombr¨® desde un evento en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliaci¨®n.
La pelea del uribismo con las investigaciones de memoria lleva casi una d¨¦cada, pasando primero por sus cr¨ªticas a los informes del Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica durante el gobierno de Juan Manuel Santos, hasta buscar asignar a un historiador de su corriente como director de esa instituci¨®n durante el gobierno de Iv¨¢n Duque. El director asignado, Dar¨ªo Acevedo, fue acusado de negacionista y manipular el archivo de v¨ªctimas para un gui¨®n en el Museo Nacional de Memoria. En el nuevo gobierno, Petro ha dicho que ¡°la aproximaci¨®n a la verdad no puede ser considerada como un espacio de venganza, como si fuese una extensi¨®n de las armas¡±. Pero con el uribismo en la oposici¨®n la pelea por la verdad pasa, ahora, por una serie de cartillas.
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