Maduro recupera posiciones en la escena internacional
La llegada de Petro a Colombia y las conversaciones con Washington, presionadas por el ¡®lobby¡¯ de las petroleras para flexibilizar sanciones y reactivar la producci¨®n local, permiten al Gobierno reposicionarse en la regi¨®n. Caracas espera por la reelecci¨®n de Lula en Brasil
El regreso de los gobiernos electos de izquierda en Am¨¦rica Latina y, en particular, la llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia le han devuelto al presidente venezolano, Nicol¨¢s Maduro, algo de ox¨ªgeno internacional y una cierta relevancia pol¨ªtica en la regi¨®n. Por primera vez en mucho tiempo, luego de a?os de asedio y desconocimiento en todos los frentes, la nueva situaci¨®n puede afianzarse con el posible regreso al poder de Lula da Silva en Brasil.
Caracas se ha anotado dos puntos importantes para atenuar las presiones y reposicionarse. Uno, la intermediaci¨®n solicitada a Maduro para que Caracas sea el escenario de las conversaciones del Gobierno de Colombia con la plana dirigente del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional ¡ªla guerrilla colombiana cuya presencia en el pa¨ªs ha sido ampliamente documentada¡ª; y dos, el canje de dos de los sobrinos de Cilia Flores, la primera dama de Venezuela, presos en Estados Unidos por narcotr¨¢fico, a cambio de los cinco ejecutivos de nacionalidad estadounidense de la petrolera Citgo.
Los espacios que Maduro recupera se concretan en colaboraci¨®n con el entorno pol¨ªtico que circunda a Venezuela, muy especialmente Colombia, y con el Gobierno de Estados Unidos, que desarrolla un proceso de negociaciones con el chavismo, independientemente de la oposici¨®n venezolana. Mientras tanto, en el frente interno, Maduro contin¨²a en su camino de aplicar una pol¨ªtica de tranquilidad con el sector privado, e incluso con las corrientes opositoras. La sensaci¨®n es de que Maduro se siente capaz de derrotar a la oposici¨®n en un escenario en el que concurran divididos en 2024.
Parece cristalizar la potente presi¨®n ejercida por la petrolera Chevron para obtener la licencia que le permita expandir sus operaciones en Venezuela, en un momento de necesidad por la guerra en Ucrania. Aunque el Gobierno chavista ha afirmado que la producci¨®n local de petr¨®leo lleg¨® al mill¨®n de barriles diarios, esta apenas alcanza los 700.000, y la Administraci¨®n est¨¢ necesitada de un impulso que, de concretarse, podr¨ªa aumentar la producci¨®n en unos 300.000 barriles diarios m¨¢s. ¡°En el aspecto t¨¦cnico, los acuerdos para ampliar las licencias de Chevron parecen listos¡±, comenta el economista y analista energ¨¦tico Orlando Ochoa.
Mientras tanto, en una circunstancia impensable hace apenas meses, 19 naciones de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) plantearon debatir un proyecto de resoluci¨®n para dejar sin efecto el puesto que ocupa por Venezuela el Gobierno interino de Juan Guaid¨®, cuyo embajador es Gustavo Tarre, una propuesta que no sali¨® adelante por falta de quorum, pero que habla de nuevas interpretaciones, m¨¢s cercanas al Gobierno de Maduro. En 2017, el presidente venezolano se retir¨® de la OEA, en plena crisis pol¨ªtica interna y ante un creciente cuestionamiento internacional de la legitimidad de su Ejecutivo.
¡°Hay un lobby petrolero muy fuerte trabajando duro para producir acuerdos con Maduro, no solo de Chevron, sino de Repsol, de Exxon, de Statoil¡±, afirma Carmen Beatriz Fern¨¢ndez, acad¨¦mica venezolana, de la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Navarra. ¡°El mundo de 2022 es distinto al de 2019. A Maduro le ha favorecido much¨ªsimo la pandemia, y ahora lo ayuda la guerra en Ucrania. Las correlaciones pol¨ªticas se han alterado. Se ha venido extendiendo la convicci¨®n de que la pol¨ªtica de m¨¢xima presi¨®n a Maduro no va a funcionar. Aqu¨ª, hay un cambio de estrategia¡±, dice. Fern¨¢ndez apunta a que es muy probable que ahora se pongan en pr¨¢ctica f¨®rmulas persuasivas, con progresos parciales, que consoliden compromisos en el medio plazo en torno a unas elecciones limpias y verificables en Venezuela.
Antes de las decisiones anunciadas para intercambiar prisioneros entre Estados Unidos y Maduro, en Venezuela ya hab¨ªa aumentado el ruido en torno a un posible reencuentro del di¨¢logo pol¨ªtico entre el chavismo y la oposici¨®n en M¨¦xico. Las versiones dan cuenta de algunos preacuerdos en el ¨¢rea de la crisis sanitaria y se est¨¢ esperando al visto bueno de Maduro para retomar unas conversaciones que, un a?o despu¨¦s de su anuncio, permanecen en estado catal¨¦ptico. El chavismo no quiere reanudar un foro pol¨ªtico que tiende a fortalecer la interlocuci¨®n con sus adversarios, mientras los portavoces de la oposici¨®n han permanecido herm¨¦ticos.
Emilio Figueredo, diplom¨¢tico, profesor de Derecho Internacional y director del portal informativo Anal¨ªtica, circunscribe ese reposicionamiento al contexto actual. ¡°No creo que exista una resignaci¨®n con la presencia de Maduro en el poder¡±, afirma. ¡°Hay algo de circunstancial en este tema. Hay que medir los efectos del corto y mediano plazo. La izquierda emergente de la regi¨®n esquiva un encuentro cercano con Maduro, hablo de Petro y tambi¨¦n de Gabriel Boric. Lo que quieren es resolver el tema venezolano. Y mientras, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visita Lima y Santiago. Adem¨¢s, la situaci¨®n de aliados de Maduro, como Cuba y Rusia, no es nada estable¡±, menciona el diplom¨¢tico.
Aunque algunos puntos de su horizonte se han aclarado, sobre el Gobierno de Maduro pesan al menos tres pronunciamientos de la Comisi¨®n de Verificaci¨®n de Hechos de la ONU. En ellos se documenta la crisis social en el pa¨ªs, el caos econ¨®mico, las graves fallas de servicios p¨²blicos, as¨ª como las torturas y la represi¨®n que el chavismo ha venido implementando como pr¨¢ctica permanente.
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