Los negociadores de Petro con el ELN: Otty Pati?o, jefe en una mesa con Iv¨¢n Cepeda y Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro
El Gobierno plantea liberar a tres presos al inicio de las conversaciones como gesto de buena voluntad
El escritor Otty Pati?o, exmiembro del M-19, ser¨¢ el jefe de la delegaci¨®n a la que Gustavo Petro ha encargado los di¨¢logos de paz con el ELN, la ¨²ltima guerrilla que permanece levantada en armas en Colombia, seg¨²n le adelantaron fuentes oficiales a EL PA?S. Pati?o fue uno de los redactores de la Constituci¨®n actual, la de 1991, la m¨¢s progresista de la historia del pa¨ªs. Le acompa?ar¨¢n en los di¨¢logos que arrancan el pr¨®ximo lunes en Caracas el senador Iv¨¢n Cepeda, un hombre de la m¨¢xima confianza de Petro; Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro, hija de un dirigente del M-19 asesinado durante una campa?a presidencial; el l¨ªder campesino Alberto Castilla, militante del Polo Democr¨¢tico, un partido de izquierdas; el antrop¨®logo Horacio Guerrero; y Olga Luc¨ªa Silva, entre otros.
La lista no ha sido f¨¢cil de conformar. Petro la meditaba mientras visitaba Egipto, donde particip¨® en la cumbre mundial del clima, y Francia, donde fue recibido por Emmanuel Macron para buscar una salida negociada a la crisis en Venezuela. El comisionado de Paz, Danilo Rueda, le hab¨ªa presentado tres nombres que el presidente ech¨® para atr¨¢s y fue eso lo que retras¨® el anuncio de la delegaci¨®n del Gobierno. Est¨¢ previsto que los nombres se den a conocer este jueves. Como hab¨ªa deslizado el presidente, no hay ning¨²n militar en la lista.
Colombia, como gesto de buena voluntad de inicio, se plantea liberar a tres presos del ELN. Los di¨¢logos se llevar¨¢n a cabo en alg¨²n lugar todav¨ªa secreto. Venezuela es el lugar elegido porque la guerrilla tiene all¨ª una presencia importante, no solo en la frontera con Colombia, sino tambi¨¦n en la capital. Gracias a eso Nicol¨¢s Maduro ha adquirido un protagonismo inesperado en todo este asunto. Petro restableci¨® relaciones con ¨¦l nada m¨¢s tomar posesi¨®n y le tendi¨® la mano, aunque no esperaba incluirlo en este proceso de paz. Sin embargo, era poco realista no contar con el chavismo, cuyos jerarcas tienen lazos con los dirigentes guerrilleros. Contar con Venezuela resultaba casi imprescindible en este dif¨ªcil proceso que arrancar¨¢ la pr¨®xima semana. Casi todos los presidentes colombianos del ¨²ltimo siglo entablaron di¨¢logos con ELN sin ¨¦xito.
El primer ciclo de conversaciones durar¨¢ 20 d¨ªas. Por parte de la guerrilla participar¨¢n 20 negociadores. El ELN, a diferencia de las FARC, no tiene como objetivo ¨²ltimo tomar el poder, que era el motor que movi¨® a muchos grupos a tomar las armas el siglo pasado en Latinoam¨¦rica. Sus dirigentes buscan ¡°transformar la sociedad¡±, por lo que llegar a acuerdos no ser¨¢ necesariamente f¨¢cil. Eso s¨ª, la hoja de ruta que dej¨® el anterior proceso con las FARC facilita muchas cuestiones t¨¦cnicas y legales. El ELN lo fund¨® un grupo de estudiantes colombianos que, fascinados por la revoluci¨®n cubana, visitaron La Habana. Les agarr¨® en medio la crisis de los misiles y, pese a que Fidel Castro orden¨® la evacuaci¨®n de todos los extranjeros de la isla, ellos se quedaron para apoyar la causa. A su vuelta a Colombia fundaron el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional.
A diferencia del gabinete que eligi¨® a su llegada al poder, Petro ha nombrado una mesa negociadora muy de izquierdas. Eso facilitar¨¢ el entendimiento con los guerrilleros, pero seguramente levantar¨¢ suspicacias entre los sectores m¨¢s conservadores. El presidente Juan Manuel Santos ten¨ªa un equipo negociador y dos negociadores alternos. Los alternos eran Cepeda y ?lvaro Leyva, el actual canciller. Los dos contin¨²an ejerciendo una labor parecida al lado de Petro, lo que demuestra continuidad con esa idea de paz. En cambio, los principales negociadores proven¨ªan del centro, como Alberto Fergusson, un psiquiatra y profesor universitario bogotano, o Juan Sebasti¨¢n Betancur, un defensor de la paz negociada muy cercano a los empresarios antioque?os del GEA. Incluso ah¨ª estaba un general como Eduardo Herrera Berbel, del ala m¨¢s progresista del ej¨¦rcito. Petro, directamente, ha decidido no sentar en la mesa a ning¨²n uniformado.
Petro confiaba en que las negociaciones arrancaran en sus cien primeros d¨ªas. Lo har¨¢n una semana m¨¢s tarde. Ha puesto al mando a gente en la que conf¨ªa, como Pati?o, con quien estuvo en el M-19 ¡ªel presidente fue un joven activista en esa guerrilla urbana tan peculiar, muy diferente al ELN¡ª. Con Cepeda mantiene una relaci¨®n muy estrecha y le encomienda algunas de las tareas m¨¢s dif¨ªciles del Gobierno. Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro se volc¨® en la campa?a de Petro y, de hecho, en un acto muy simb¨®lico, le enfund¨® la banda presidencial el d¨ªa de su toma de posesi¨®n. Tanto ella como Cepeda son hijos de pol¨ªticos de izquierdas asesinados. En memoria tratar¨¢n de convencer al anacr¨®nico ELN de que abandone la lucha armada.
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