La proliferaci¨®n de radios militares debilita la democracia, advierte la FLIP
El sistema de emisoras de la fuerza p¨²blica constituye un monopolio que atenta contra la pluralidad informativa, se?ala la Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa
Colombia es un pa¨ªs de radio. La se?al de alguna de sus muchas emisoras llega a los rincones m¨¢s rec¨®nditos del pa¨ªs, incluso a lo profundo de las monta?as y las selvas donde se ha librado buena parte de un conflicto armado de m¨¢s de medio siglo que ha involucrado al Estado, las guerrillas y los grupos paramilitares. Por momentos, las emisoras incluso se convirtieron en una herramienta de propaganda y en un arma importante en la guerra psicol¨®gica que libraban los militares con las insurgencias. En el camino, el predominio radial que levant¨® la fuerza p¨²blica a lo largo y ancho del pa¨ªs ha creado una suerte de monopolio que debilita la democracia, advierte el m¨¢s reciente informe de la Fundaci¨®n para la Libertad de Prensa (FLIP).
Con 150 estaciones, la fuerza p¨²blica colombiana ha construido durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas uno de los sistemas radiales m¨¢s poderosos que se hayan creado en el mundo para librar una guerra, sostiene el an¨¢lisis de la FLIP. Sus emisoras superan en infraestructura, potencia y recursos a cualquier radio comercial. ¡°Adem¨¢s, representan casi la mitad de las radios de inter¨¦s p¨²blico, lo que constituye un monopolio que domina el espectro radial en detrimento de radios como la comunitaria¡±, se?ala el documento.
El esquema de radiodifusi¨®n en Colombia contempla cuatro tipos de emisoras: comerciales, de inter¨¦s p¨²blico, comunitarias y comunitarias ¨¦tnicas. En ese ecosistema, la fuerza p¨²blica tiene un cuasi monopolio en las radios de inter¨¦s p¨²blico, explica el an¨¢lisis de la FLIP, pues el 45,73% de las que se encuentran en esa categor¨ªa ¨C150 de las 328¨C son operadas por el Ej¨¦rcito, la Polic¨ªa, la Armada o la Fuerza A¨¦rea, en detrimento de otras emisoras como las ind¨ªgenas, territoriales, educativas o aquellas destinadas para la atenci¨®n y prevenci¨®n de desastres.
La expansi¨®n de las radios de la fuerza p¨²blica a lo largo de sucesivos periodos presidenciales, abunda en su diagn¨®stico, ¡°ha dejado a su paso un desequilibrio en la oferta medi¨¢tica de buena parte del pa¨ªs, ha cercado voces disidentes y ha impedido una democratizaci¨®n efectiva del espectro electromagn¨¦tico¡±. Esa proliferaci¨®n se produjo en medio de lo m¨¢s ¨¢lgido del conflicto armado, pero el pa¨ªs vive ahora otro momento, con un nuevo presidente que, a tres meses de haber asumido el poder, se propone pacificar los territorios.
El Gobierno de Gustavo Petro ha prometido implementar con mayor decisi¨®n el acuerdo de paz que firm¨® Juan Manuel Santos con la extinta guerrilla de las FARC, ya retom¨® el proceso de di¨¢logo con el ELN y busca una pol¨ªtica de sometimiento para otros grupos criminales como parte de la ¡°paz total¡± que persigue. Ante ese escenario de transici¨®n, valora la FLIP, ¡°es imperativo revisar el papel del sistema radial de la fuerza p¨²blica y advertir el peligro que supone su robustecimiento en una democracia¡±.
Ese predominio de las radios militares afecta el pluralismo informativo, pues en lo que va de este siglo ¡°se ha producido un fen¨®meno de militarizaci¨®n de la radiodifusi¨®n cuya cobertura e influencia supera a emisoras clave para el debate democr¨¢tico, como las radios comunitarias¡±, valora el informe.
¡°No es un debate f¨¢cil, ni es una transici¨®n sencilla¡±, dice Jonathan Bock, director de la FLIP. Implica cambios en un sistema robusto, que se desarroll¨® por varias d¨¦cadas. ¡°Esto tiene unas ra¨ªces muy profundas y un impacto todav¨ªa presente¡±, valora. El esquema de emisoras de la fuerza p¨²blica, con contenidos propagand¨ªsticos y de car¨¢cter institucional, termina afectando la democracia debido tambi¨¦n a que en Colombia hay un marcado d¨¦ficit de medios locales. En una tercera parte del pa¨ªs no existen medios que produzcan informaci¨®n local, y ese desbalance frente a las emisoras comunitarias acent¨²a el problema. ¡°Es necesario dar un debate al respecto de qu¨¦ hacer con este sistema, que se construy¨® en una l¨®gica de guerra y hoy deber¨ªa pensarse con otro prop¨®sito¡±, apunta.
En el marco de la pol¨ªtica de paz total, ¡°es necesario revisar la naturaleza y clasificaci¨®n de la radio de la fuerza p¨²blica¡±, se?alan las recomendaciones del informe. ¡°Se requiere definir espec¨ªficamente la necesidad e idoneidad de la categor¨ªa de las radios de ¡®inter¨¦s p¨²blico¡¯ con el fin de trazar lineamientos m¨¢s claros sobre sus funciones que permitan hacer seguimiento del cumplimiento misional de cada tipo de emisora¡±, apunta. La FLIP recomienda al Estado adoptar el sistema de clasificaci¨®n de la UNESCO, en el que las radios comunitarias no se diferencian de las radios de inter¨¦s p¨²blico, pues ¡°esa separaci¨®n crea una distorsi¨®n y supone una falsa dicotom¨ªa entre lo que es el inter¨¦s p¨²blico y el inter¨¦s comunitario¡±.
El documento tambi¨¦n aconseja al Gobierno darle continuidad a los programas para las radios comunitarias que ¡°propenden la construcci¨®n de la paz y proporcionan espacios de reflexi¨®n y discusi¨®n con la comunidad¡±. En esa misma direcci¨®n, destaca las iniciativas que estimulen la producci¨®n radial de contenidos encaminados a la reconciliaci¨®n y la socializaci¨®n del informe final de la Comisi¨®n de la Verdad surgida del acuerdo de paz, que se public¨® el pasado junio, ¡°en aras de generar procesos pedag¨®gicos¡±.
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