Juan Gabriel V¨¢squez presenta su primer libro de poemas: ¡°Bienvenido al poetariado¡±
El novelista publica ¡®Cuaderno de septiembre¡¯, un poemario dedicado a su esposa en el que explora la capacidad del lenguaje para explicar las relaciones de pareja
¡°Es extra?o esto que estoy haciendo¡±, dijo Juan Gabriel V¨¢squez al levantar la mirada del libro y posarla en la gente que asist¨ªa a la presentaci¨®n. ¡°Leo un poema en p¨²blico y lo someto al juicio de ustedes¡±. El novelista colombiano, de 49 a?os, present¨® este jueves como el que desvela un misterio su primer poemario, Cuaderno de septiembre, publicado en Visor, la editorial de libros de tapas negras que recoge la mejor poes¨ªa en espa?ol.
En la obra de V¨¢squez hab¨ªa se?ales de su gusto por la poes¨ªa. En El ruido de las cosas al caer el protagonista siente predilecci¨®n por el gran poeta colombiano Jos¨¦ Asunci¨®n Silva. La misma que el autor que le dio vida, que visitaba a menudo en su ¨¦poca de estudiante de derecho la casa del centro de Bogot¨¢ en la que vivi¨® el poeta sus ¨²ltimos cinco a?os de vida. ¡°He le¨ªdo mucha poes¨ªa. A Borges, a Shakespeare. Y llegu¨¦ a escribir unos poemas en mi juventud que podr¨ªa haber publicado si fuera un suicida¡±, explic¨® V¨¢quez.
No lo hizo, pero ahora le lleg¨® el momento, despu¨¦s de haber obtenido un ¨¦xito internacional con sus novelas. Empez¨® escribiendo poemas de amor dedicados a su esposa, Mariana Montoya, tratando de explorar con el lenguaje ese asunto indescifrable que son las relaciones de pareja. ¡°El proyecto es conjuntamente ¨ªntimo y a trav¨¦s de diversos accidentes lo ampl¨ªo, pero el coraz¨®n del libro es eso: poemas que exploran la relaci¨®n de pareja¡±, a?adi¨®. Una noche, en una fiesta, se los ense?¨® con nervios al poeta andaluz Luis Garc¨ªa Montero, que de inmediato le dio su aprobaci¨®n. En el pr¨®logo, Garc¨ªa Montero se?ala que este no es un libro de poemas escrito por un novelista, sino un libro escrito por un poeta.
¡°Bienvenido al poetariado¡±, le salud¨® el poeta Ram¨®n Cote Baraibar, uno de los dos invitados a presentar el libro. El otro fue Federico D¨ªaz-Granados, del mismo gremio. En el p¨²blico estaba la reconocida Piedad Bonnett. Cote record¨® que cuando V¨¢squez le cont¨® que estaba escribiendo poemas no pudo reprimirse decirle que esperaba no se notase detr¨¢s la mano del novelista. Sabedor de que Cote preparaba una novela, V¨¢squez le contest¨® que esperaba que ¨¦l no estuviera escribiendo una novela de poeta. ¡°En ese esgrima empez¨® la conversaci¨®n, pero despu¨¦s los le¨ª y son hermos¨ªsimos, extraordinarios¡±, dijo Cote.
El escritor colombiano ha hecho el camino inverso al com¨²n. Faulkner, cit¨® medio en broma, dec¨ªa que todo escritor quiere ser poeta. Cuando ve que no lo consigue, se pasa al cuento, que descubre igualmente dif¨ªcil. Eso hace que se acabe escribiendo una novela. ¡°Los novelistas que me interesan son tambi¨¦n poetas, como James Joyce. Hay ah¨ª un o¨ªdo impecable. Garc¨ªa M¨¢rquez lo ten¨ªa, aunque no escribiera poes¨ªa. Escrib¨ªa con una encantaci¨®n, un ritmo hipn¨®tico. Una p¨¢gina suya reconocible como poes¨ªa¡±, agarr¨® de nuevo la palabra V¨¢squez.
No se ha echado al verso libre, sino que se ha sometido al rigorismo de los versos endecas¨ªlabos, los alejandrinos, los versos blancos. ¡°Ese es el veh¨ªculo m¨¢s maravilloso para que Shakespeare nos diga cosas hermosas sobre el amor o el poder. En el intento por dominar una m¨¦trica uno le da a las palabras la capacidad de descubrir lo que no estaba ah¨ª¡±. Eso le ha conducido a una verdad lapidaria sobre la poes¨ªa: ¡°Un poema es una lucha a brazo partido con el lenguaje¡±.
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