Mindefensa se equivoc¨®
El error que cometi¨® el se?or ministro de la defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, fue revelar a los medios de comunicaci¨®n que una de las ofertas para la compra de aviones de guerra hab¨ªa sido la preferida por los expertos de la Fuerza A¨¦rea
Si hay decisiones y responsabilidades mayores de un Gobierno, estas son las que tienen que ver con la seguridad nacional. Solo el presidente de la Rep¨²blica tiene los recursos t¨¦cnicos y pol¨ªticos para asumir la decisi¨®n de seleccionar el proveedor de aviones caza para proteger la soberan¨ªa del Estado y la seguridad nacional, lucha contra el crimen organizado e interdicci¨®n a¨¦rea. Por eso, la determinaci¨®n, cualquiera que sea, levanta de manera autom¨¢tica una polvareda de cr¨ªticas y an¨¢lisis de expertos, periodistas y pol¨ªticos.
No se puede someter a una especie de plebiscito la propuesta que conduzca a la selecci¨®n de la marca m¨¢s apropiada a los intereses de la Naci¨®n antes de perfeccionar el contrato respectivo. La ¨²ltima palabra solo la tiene el presidente de la Rep¨²blica y al que no le guste puede protestar y si no hay sospechas de transparencia el asunto queda en firme.
El error que cometi¨® el se?or ministro de la defensa, Iv¨¢n Vel¨¢squez, fue revelar a los medios de comunicaci¨®n que una de las ofertas hab¨ªa sido la preferida (Rafale) por los expertos de la Fuerza A¨¦rea, estudio y an¨¢lisis que tard¨® doce a?os de acuerdo con el comandante de las FAC, sin haber finiquitado el proceso.
Una fuente le dijo al peri¨®dico El Tiempo: ¡°que una primera opci¨®n fueron los F-16 de Estados Unidos, los Rafale estaban en tercera opci¨®n, pero todos son buenos y aqu¨ª lo que cambia es el proceso de negociaci¨®n¡±. La misma fuente plantea la posibilidad de que tras el encuentro en el Palacio del Eliseo en Par¨ªs entre Petro y su hom¨®logo, los mandatarios hayan hablado de la propuesta presentada por la casa matriz Dassault Aviation y planteado algunos beneficios. ¡±No hay contratos firmados. Dependemos de un ¡°gui?o¡°.
A partir de las declaraciones del ministro Vel¨¢squez empez¨® el alboroto, alteraciones causadas por un ruido de voces alto y confuso, reza el diccionario.
El primero en reaccionar fue el presidente Petro para aclarar que no ser¨¢n adquiridos -los aviones- con recursos de la reci¨¦n sancionada reforma tributaria ?El Ministro no lo sab¨ªa? ¡°Tampoco se utilizar¨¢ la inversi¨®n social, las prioridades de mi gobierno son y ser¨¢n la reforma agraria, hambre cero, la educaci¨®n superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los j¨®venes del pa¨ªs¡±, concluy¨® a manera de aclaraci¨®n a las manifestaciones de su ministro. A base de trinos tuvo que asumir el Gobierno la defensa de la compra para renovar la flotilla a¨¦rea.
El ex senador Jorge Enrique Robledo cuestion¨® la compra: pidi¨® suspender la contrataci¨®n. Petro imita a Duque, dijo. Otras voces apuntaron que esos recursos deber¨ªan ser destinados a inversi¨®n social, salud y educaci¨®n. Que de donde saldr¨¢n los recursos. Que cu¨¢nto vale la hora de vuelo de cada avi¨®n. Que cu¨¢nto vale a valor presente cada oferta. Que qui¨¦nes son los comisionistas, apoderados y los representantes. Que cu¨¢nto cuesta la suite completa de armas para acondicionar cada avi¨®n. Que cu¨¢l es la estructura de pagos menos onerosa para la naci¨®n. Que cu¨¢les son los costos de financiamiento. Que qui¨¦nes son los miembros del comit¨¦ evaluador y quienes fueron en el gobierno Duque.
Estas son algunas de las preguntas formuladas por el exministro Juan Lozano. Pero Lozano va m¨¢s all¨¢: advierte que no cree que el ministro de Defensa quiera ganarse una comisi¨®n, pero que si cree que aterriz¨® en una pista compleja, rodeado de muchos aviones, de los de carne y hueso empe?ados en volverse millonarios. Aviones con uniforme, quiz¨¢s alguno, y sin uniforme, quiz¨¢s varios.
Nadie puede negar que el doctor Vel¨¢squez es un ilustre jurista y un funcionario impoluto, pero en t¨¦rminos generales no ha tenido fortuna en el desempe?o de su cargo. Sus intervenciones en el Congreso no han dejado satisfecho al parlamento por la generalidad de sus respuestas. Su experiencia judicial, donde ha recogido tantos ¨¦xitos profesionales, lo lleva a ser extremadamente cauto.
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