Disidentes de las FARC ostentan poder ante ni?os de una escuela de Antioquia

Los videos de un grupo de hombres armados bailando con ni?os en una escuela rural de Yarumal, en el norte de Antioquia, no solo han causado indignaci¨®n por ser una violaci¨®n al Derecho Internacional Humanitario, sino porque evidencian una vez m¨¢s el regreso de patrullajes en algunas poblaciones del pa¨ªs y la intenci¨®n de estos grupos ilegales de mostrar m¨²sculo pol¨ªtico de cara a las negociaciones de paz total con el Gobierno de Gustavo Petro.

El hecho, a manos de disidentes del frente 36 de las extintas FARC, que supuestamente aceptaron el cese al fuego bilateral anunciado por Petro, ha colmado la paciencia del mandatario regional, An¨ªbal Gaviria. ¡°Hacemos un llamado al Gobierno nacional para que haga claridad a los protocolos del cese al fuego¡±, dijo Gaviria despu¨¦s de un consejo extraordinario de seguridad en esa poblaci¨®n. La Oficina del Alto Comisionado de Paz le respondi¨® a EL PA?S que los protocolos se est¨¢n ¡°configurando¡± y se har¨¢n a distintas velocidades y de forma territorial conforme avanzan las conversaciones con cada grupo.

Los bailes, regalos y reparaciones de la escuela, son una expresi¨®n de hechos m¨¢s graves. Gaviria denunci¨® que estos grupos armados ilegales est¨¢n involucrados en reclutamiento y asesinatos de menores de edad, ¡°bajo la excusa de ajusticiamiento¡±, y que adem¨¢s de Yarumal, el proselitismo armado se ha presentado en las poblaciones de San Pedro de los Milagros y Campamento, tambi¨¦n en el norte de Antioquia. En las ¨²ltimas semanas se conoci¨® el homicidio de cuatro j¨®venes de Yarumal y Campamento, que ten¨ªan entre 18 y 20 a?os. Tres de ellos aparecieron en una fotograf¨ªa custodiados por miembros de integrantes de las disidencias y luego aparecieron muertos en carreteras rurales.

En el norte de Antioquia hacen presencia este frente de las disidencias de las extintas FARC, que est¨¢ al mando de alias ¡®Firu¡¯, familiar de ¡°Cabuyo¡±, un exguerrillero que particip¨® en la mesa de paz de La Habana y luego retom¨® las armas; el Clan del Golfo y el ELN. Este ¨²ltimo, seg¨²n la Gobernaci¨®n, estar¨ªa involucrado en la instalaci¨®n de minas antipersona. Se disputan el control de un territorio con una topograf¨ªa intrincada, de pendientes acentuadas y de dif¨ªcil acceso para el Estado. La zona sirve de corredor de narcotr¨¢fico, desde la siembra hasta la distribuci¨®n y comercializaci¨®n.

¡°Estas agrupaciones est¨¢n aprovechando en forma flagrante el cese al fuego para ocupar m¨¢s espacios territoriales y para hacer ostentaci¨®n de su presencia en esos espacios, en detrimento fundamentalmente de la poblaci¨®n, de las comunidades, tanto en los centros urbanos de estas poblaciones rurales, como en las instituciones educativas que est¨¢n protegidas por el Derecho Internacional Humanitario¡±, denunci¨® Gaviria.

En una alerta temprana de la Defensor¨ªa del Pueblo se explican otras razones por las cuales estos grupos permanecen en el territorio. ¡°En estos municipios, la explotaci¨®n de recursos no renovables se deriva de la presencia de yacimientos de oro, plata, talco, asbesto, bauxita, caliza y m¨¢rmol, convirti¨¦ndolos en zonas de inter¨¦s para la exploraci¨®n o de explotaci¨®n minera y, por ende, para la posible captaci¨®n de rentas por parte de los actores fuente de amenaza¡±, dice el documento de mediados de 2022, que La Defensor¨ªa est¨¢ actualizando.

Los patrullajes de grupos armados no han sido exclusivos del norte de Antioquia; tambi¨¦n se han presentado en regiones como el Cauca y Nari?o, en el suroccidente colombiano, donde hacen presencia disidentes de las FARC. El 10 de enero, poco m¨¢s de una semana despu¨¦s del anuncio de Petro sobre alto del fuego, se registraron patrullajes del frente Franco Benavides. Con fusiles hicieron despliegue por la poblaci¨®n de Madrigal en Policarpa, Nari?o. Algo similar ocurri¨® en Balboa, Cauca, donde hombres del frente Carlos Pati?o hicieron presencia armada durante algunos minutos en el casco urbano.

La Defensor¨ªa ha registrado al menos seis hechos violentos en el marco del alto del fuego. Sin embargo, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, asegura que no puede calificarlos como violatorios porque a¨²n no conocen los protocolos del cese, que deben ser expedidos por la Oficina del Alto Comisionado de Paz. En otra orilla, el gobernador de Antioquia s¨ª los llama ¡°flagrantes violaciones al cese¡± y reitera un llamado al Gobierno para que los dise?en con urgencia. ¡°Hacemos tambi¨¦n una exigencia a los grupos armados ilegales que supuestamente est¨¢n avanzando en la voluntad de la paz total, porque eso no es lo que estamos presenciando con estas acciones que van contra los derechos humanos, contra el Derecho Internacional Humanitario. No nos parece de ninguna manera actos de voluntad de paz¡±, recalc¨® Gaviria.

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