Qui¨¦n es qui¨¦n en el cese bilateral del Gobierno de Gustavo Petro
Una guerrilla, dos grupos armados pos FARC y otras dos organizaciones criminales muy dif¨ªciles de clasificar y con negocios de narcotr¨¢fico, ese es el panorama de la compleja apuesta de la paz total
Una propuesta audaz o un tiro en el pie. El anuncio del presidente Gustavo Petro de un cese bilateral con cinco grupos armados muy diversos tiene perplejos y expectantes a militares y comunidades que sufren la violencia. Aunque se ha presentado como in¨¦dita, la negociaci¨®n m¨²ltiple ya ha sido ensayada en el pa¨ªs en momentos ¨¢lgidos de la guerra del narco. El expresidente Belisario Betancourt intent¨® negociaciones con distintas insurgencias al mismo tiempo; mientras Cesar Gaviria abri¨® m¨²ltiples escenarios de negociaci¨®n incluido el sometimiento a la justicia del cartel de Medell¨ªn y las autodefensas de Gonzalo Rodr¨ªguez Gacha y la Coordinadora Guerrillera. Sin embargo, como apunta el analista del conflicto, Luis Fernando Trejos, esta vez la novedad es la cantidad y la naturaleza diversa de los mismos. ¡°Es novedoso tambi¨¦n en la medida que ser¨ªa la primera experiencia de cese al fuego multilateral porque antes hab¨ªan sido unilaterales y bilaterales¡±, dice. Pero eso mismo puede ser su mayor desaf¨ªo.
Estos son los cinco grupos con los que el gobierno de Petro pretende concretar un cese.
El Clan del Golfo
Se conocen como Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Surgieron en la zona de Urab¨¢ y C¨®rdoba, basti¨®n hist¨®rico de los grupos paramilitares. Su nombre se hizo conocido entre la opini¨®n nacional cuando paralizaron durante cuatro d¨ªas zonas enteras del norte del pa¨ªs y por la cinematogr¨¢fica detenci¨®n y extradici¨®n su exjefe Dairo Antonio ?suga, alias Otoniel. Pero en las zonas rurales de esas regiones su impacto y violencia ya eran conocidos de tiempo atr¨¢s. El Clan de Golfo tiene, seg¨²n informes de inteligencia del anterior gobierno unos 1.200 hombres en armas y ¡°est¨¢ dedicado exclusivamente al negocio del narcotr¨¢fico¡±. Otras cifras hablan de 3.300 hombres. A finales de 2021, dec¨ªa el mismo documento, buscaba expandirse desde el departamento del Meta hacia el Casanare, en el centro del pa¨ªs. Tras la extradici¨®n de Otoniel, que antes de irse revel¨® a la justicia que su grupo ten¨ªa relaciones con miembros de la fuerza p¨²blica y con pol¨ªticos locales, qued¨® al mando Jes¨²s ?vila Villadiego, alias Chiquito Malo. No es claro si con ¨¦l, cuya historia es meramente militar y no pol¨ªtica, es con quien se negocia la paz total que propone el gobierno de Gustavo Petro.
El Clan del Golfo tiene guerras abiertas con distintos grupos como el ELN y las Autodefensas de la Sierra Nevada, en Choc¨® y en el Caribe colombiano, entre otros. Y para analistas como Trejos y Reynell Badillo, del Centro de Pensamiento UNCaribe, no es un cartel del narcotr¨¢fico entendido de la manera tradicional sino una especie de ¡°cluster del crimen¡±. ¡°M¨¢s que un cartel narco son un operador log¨ªstico un cluster de coca¨ªna, con un portafolio de rentas ilegales¡±, dice Trejos. Ese, adem¨¢s de su presencia urbana y su capacidad de extorsi¨®n, pueden ser uno de los retos m¨¢s serios en el monitoreo de un cese al fuego. Tambi¨¦n aseguran que son entendidos err¨®neamente como sucesores de los paramilitares, aunque algunos de sus integrantes provienen de esos grupos desmovilizados en el a?o 2004 y que con ellos ser¨¢ clave c¨®mo se desarmar¨¢n las estructuras urbanas.
Autodefensas de la Sierra Nevada
Si el Clan del Golfo es la m¨¢s renombrada a nivel nacional, las Autodefensas de la Sierra Nevada son quiz¨¢s las m¨¢s desconocidas para gran parte del pa¨ªs. Sin embargo, se trata de un grupo armado con arraigada presencia en la costa atl¨¢ntica, espec¨ªficamente en la Sierra Nevada y, a diferencia de los dem¨¢s grupos, es un clan familiar vinculado al exjefe paramilitar Hern¨¢n Giraldo. Con cuatro d¨¦cadas es, junto al ELN, la organizaci¨®n m¨¢s vieja con la que negociar¨ªa el Gobierno. Ha cambiado de nombre, primero fue la resistencia Tayrona, la sucursal en el caribe de la oficina de sicariato de Envigado, luego grupo paramilitar. De acuerdo con los analistas del Centro de Pensamiento UNCaribe, su politizaci¨®n es relativamente reciente y hoy se presentan como autodefensas.
Se calcula que sean unos 150 en armas, pero esa cifra no tiene en cuenta las personas que contratan de forma tercerizada. Tambi¨¦n prestan servicios log¨ªsticos de transporte de droga y protecci¨®n de rutas y son los mayores extorsionadores de todo tipo de empresas en la zona de la Troncal del Caribe, por eso tienen una pelea a muerte con el Clan del Golfo por el control del puerto de Santa Marta. Desde la c¨¢rcel, Hern¨¢n Giraldo ha enviado cartas desde la c¨¢rcel ofreci¨¦ndose como mediador. Tampoco es claro si el gobierno de Petro acepte que Giraldo, condenado no solo por paramilitarismo sino tambi¨¦n por violaci¨®n de menores, participe en un proceso de negociaci¨®n.
ELN
Aunque desminti¨® el alto al fuego anunciado por el gobierno, hasta el momento es el ¨²nico grupo armado sentado oficialmente en una mesa de negociaci¨®n. Es la ¨²ltima guerrilla activa en el pa¨ªs despu¨¦s del desarme de las extintas FARC y, seg¨²n las ¨²ltimas cifras del Ej¨¦rcito, en 2021 ten¨ªa 2.350 combatientes. Su presencia y violencia en regiones como Catatumbo y Arauca, en el nororiente del pa¨ªs; as¨ª como en Nari?o y Choc¨®, por el occidente, hacen clave un cese y alivio humanitario.
Tambi¨¦n, como indica un documento de inteligencia del gobierno de Iv¨¢n Duque, tienen fuerte presencia en Venezuela. ¡°Se tiene conocimiento que en diferentes Estados de Venezuela permanecen m¨¢s de 1.100 integrantes de las estructuras del grupo armado organizado ELN¡±, indicaba el documento de inteligencia de comienzos de 2022 que agregaba que el 60 % de sus estructuras se dedican al narcotr¨¢fico como fuente de financiaci¨®n y que en territorio venezolano permanec¨ªan tres cabecillas del Comando Central, ocho de la Direcci¨®n Nacional, 17 de frentes de guerra y 21 de frentes y compa?¨ªas.
El ELN suele ser un hueso duro de roer en las negociaciones. Esta es la sexta vez que un gobierno intenta desarmarlos. El actual pasa por su momento m¨¢s cr¨ªtico. Ese es uno de los desaf¨ªos para concretar un cese con ese grupo. Es una estructura federada en la que las subestructuras no necesariamente acata las ¨®rdenes de la mesa en Caracas y est¨¢ en disputa con el Clan del Golfo en el Choc¨®. La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) incluso ha identificado al menos 6 frentes que podr¨ªan dar al traste con las conversaciones.
La Segunda Marquetalia
Naci¨® oficialmente de un hecho que sacudi¨® a Colombia. El 29 de agosto de 2019, Iv¨¢n M¨¢rquez, exjefe negociador de las FARC en La Habana, anunciaba a trav¨¦s de un video que retomaba las armas junto a otros excomandantes como Jes¨²s Santrich. La llam¨® Segunda Marquetalia y ahora, a pesar de las cr¨ªticas contra el presidente Petro por dialogar con quienes renunciaron al proceso de paz, est¨¢ entre los grupos con los que habr¨ªa un cese.
De acuerdo con la Fundaci¨®n Ideas para la Paz ¡°est¨¢ a¨²n lejos de tener las dimensiones y capacidades de las antiguas FARC. Si bien busca evocar a esta guerrilla, se asemeja m¨¢s a una combinaci¨®n ecl¨¦ctica de facciones armadas que aspiran a tener mayores niveles de autonom¨ªa y que buscan respaldo econ¨®mico o ganar sustento ideol¨®gico¡±. Seg¨²n el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, el grupo dice tener 1.500 hombres en armas y la FIP apunta que la Segunda Marquetalia est¨¢ integrada por reclutas ¡°colombianos y venezolanos con poco entrenamiento y adoctrinamiento pol¨ªtico¡±.
Estado Mayor Central
Es el nombre que ¨²ltimamente se ha dado a las llamadas disidencias de las FARC, agrupadas bajo la figura de Gentil Duarte y de Iv¨¢n Mordisco, quien reapareci¨® despu¨¦s de ser dado por muerto por el presidente Iv¨¢n Duque. Se mueven en el Cauca y tienen en jaque a comunidades del occidente del pa¨ªs con asesinatos de l¨ªderes sociales. Durante el gobierno de Iv¨¢n Duque eran consideradas Grupos Armados Residuales (GAOR), pero con la llegada del nuevo Ejecutivo se han ido politizando. ¡°Se cambian nombres, se politizan para generar la idea de que son las FARC-EP, pero son federaciones criminales¡±, explica Trejos. Con este grupo, el riesgo es que ocurra lo que pas¨® durante la desmovilizaci¨®n de las Autodefensas Unidas de Colombia en 2004: una serie de federaciones criminales regionales pag¨® para estar bajo un mismo paraguas y mostrarse fuerte pol¨ªticamente ante el gobierno de la ¨¦poca y con la vocer¨ªa del exjefe paramilitar Carlos Casta?o.
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