Cecilia L¨®pez: ¡°Pensar que vamos a cambiar el pa¨ªs en cuatro a?os es ingenuo¡±
La ministra de Agricultura del Gobierno de Petro recibe a EL PA?S para hablar sobre la ambiciosa reforma agraria, la seriedad del presidente, el brutal proceso de cambio y el ¡°ins¨®lito¡± gabinete del que forma parte, el sexto de su carrera
Cecilia L¨®pez cre¨ªa que lo hab¨ªa visto todo en pol¨ªtica. Despu¨¦s de haber formado parte de cinco gabinetes presidenciales, esta bogotana inagotable que este mes cumplir¨¢ los 80 pensaba que el poder ya no pod¨ªa sorprenderla. No contaba con volver a la escena, menos de la mano de un presidente como Gustavo Petro. Pero ah¨ª est¨¢, al frente de una de las reformas m¨¢s importantes para el futuro del pa¨ªs. La reforma agraria, con la que se espera un reparto m¨¢s solidario de la propiedad tierra, pondr¨ªa las bases para construir un pa¨ªs m¨¢s justo, m¨¢s rico y menos violento. Casi nada. A eso le dedica desde el pasado agosto todas las horas de su vida esta pol¨ªtica que se define como socialdem¨®crata.
Sentada en el sal¨®n de su casa en Bogot¨¢, L¨®pez hace gala de su car¨¢cter directo y sincero. Habla del dolor que le produjo la salida del ministro Alejandro Gaviria y del equipo que formaba con ¨¦l y otros compa?eros como Jos¨¦ Antonio Ocampo, a los que se refiere como el sector del Gobierno ¡°preocupado por la econom¨ªa¡± frente a otro grupo al que considera activista. Aunque en minor¨ªa, se siente c¨®moda. Ve el presidente un hombre muy inteligente y se siente respaldada por ¨¦l, aunque confiesa medio en broma medio en serio que si un d¨ªa Petro se ¡°desespera¡± con ella y la echa, ser¨ªa un alivio. Tiene dudas de que las fuerzas le alcancen tres a?os m¨¢s, pero no se plantea tirar la toalla. Se ve y¨¦ndose a su casa en 2026, orgullosa de su papel en este mandato y con tiempo para analizar qu¨¦ se hizo y qu¨¦ no.
Pregunta. El Gobierno tiene muchos frentes abiertos, muchas reformas en proceso, la paz total. ?Es demasiado?
Respuesta. Me sorprende que un pa¨ªs que siempre ha dicho que necesita reformas, lleguen las reformas y le entre p¨¢nico, sobre todo al establecimiento. P¨¢nico absoluto. Probablemente son demasiadas al mismo tiempo. Eso es cierto. Yo tengo la ventaja de que no tuve que hacer una ley [para la reforma agraria]. Todav¨ªa hay gente que est¨¢ brava porque no la hice, pero imag¨ªnese, si estuvi¨¦ramos haciendo una ley, a¨²n estar¨ªa haciendo cola. Yo tengo que mostrar resultados.
P. ?C¨®mo avanza la reforma agraria?
R. Pasamos el primer arranque, pero todav¨ªa estamos muy lejos de la meta. En cuanto a titulaci¨®n de tierras, estamos cerca del mill¨®n de hect¨¢reas entregadas. La compra de tierras, es decir, el acuerdo de la venta de los tres millones de hect¨¢reas de los ganaderos, va muy despacio. S¨ª nos han ofrecido un volumen interesante, pero las que se ubican en donde est¨¢n las prioridades del Gobierno, que es en la regi¨®n Caribe y en el Magdalena Medio, solo son unas 11.000 hect¨¢reas. Eso nos ha llevado a tener otra estrategia que nos permite hacer compras directas a los due?os de los grandes latifundios. Ah¨ª hay un potencial de hasta seis millones de hect¨¢reas.
P. ?El dinero para comprar las tierras est¨¢ disponible?
R. Problema de plata no hay. Lo que est¨¢ frenando la reforma es la oferta, pero el Gobierno ha asignado un mont¨®n de recursos.
P. ?Cu¨¢l es la meta?
R. La meta en este periodo ser¨ªa la entrega de 1,5 millones de hect¨¢reas de tierra a campesinos, la mitad de lo que establece el punto 1 [del acuerdo de paz con las FARC].
P. En julio dec¨ªa que la reforma agraria era una revoluci¨®n. ?Lo va a conseguir?
R. Se va a conseguir que arranque la revoluci¨®n. Lo que nosotros tenemos que hacer en este Gobierno es hacerlo muy bien. Porque todo esto no se hace en un solo periodo e, independientemente de qui¨¦n llegue despu¨¦s, qui¨¦n puede garantizar que este proceso contin¨²e es la gente. Y para que la gente le d¨¦ el apoyo pol¨ªtico a la reforma agraria tiene que estar muy bien hecha.
P. ?Se siente c¨®moda en el Gobierno?
R. Me siento contenta, s¨ª. Quiero decir que de los seis gobiernos en los que he estado, este es el m¨¢s dif¨ªcil, porque tiene demasiados retos, porque tiene un establecimiento que no nos deja ni respirar, no nos perdona ni que existamos. Hay una cr¨ªtica muy dura. La responsabilidad hist¨®rica que tenemos hace que sea muy dif¨ªcil, pero al mismo tiempo es lo que m¨¢s me motiva: ser parte del proceso de cambiar uno de los problemas estructurales m¨¢s graves del pa¨ªs.
P. ?Habla a menudo con el presidente?
R. Hablamos menos individualmente de lo que uno pensar¨ªa, pero colectivamente s¨ª. En la ¨²ltima reuni¨®n del comit¨¦ estuvimos m¨¢s de tres horas con ¨¦l hablando de la reforma, eso me dej¨® muy estimulada. Demuestra el inter¨¦s que le est¨¢ dando a esta cartera el presidente.
P. ?Se siente respaldada?
R. Que no es f¨¢cil, no es f¨¢cil, pero me siento muy respaldada.
P. ?Qu¨¦ le pareci¨® la salida de Alejandro Gaviria?
R. Me doli¨® porque de alguna manera creo que fuimos muy honestos en lo que dijimos cuando nos llamaron para que habl¨¢ramos de nuestras experiencias [sobre la reforma sanitaria]. Obviamente Alejandro era el que m¨¢s ten¨ªa que decir porque hab¨ªa sido ministro de Salud. ?l tiene su personalidad, digamos. Yo no entro a juzgar, pero s¨ª quiero decir que ¨¦ramos un equipo como muy unido y, obviamente, doli¨®. Pero ese cap¨ªtulo se cerr¨®. Sobre salud tambi¨¦n dije lo que ten¨ªa que decir, ya es un problema del Congreso y del Gobierno.
P. Ocampo, Gaviria y usted ejerc¨ªan de contrapeso moderado dentro del Gobierno. ?Han perdido fuerza con su salida?
R. Este es un gabinete ins¨®lito. Hay un grupo mucho m¨¢s activista de lo que tradicionalmente a uno le ha tocado vivir. Somos pocos los que tenemos experiencia en t¨¦rminos de formaci¨®n econ¨®mica, pero en los debates econ¨®micos tenemos juego y todo el espacio. Yo creo que hay un respeto mutuo. No es f¨¢cil, pero nosotros respetamos las posiciones de quienes tienen una visi¨®n mucho m¨¢s activista y ellos respetan nuestra preocupaci¨®n por la econom¨ªa.
P. ?Es m¨¢s de izquierdas hoy que hace ocho meses?
R. Yo siempre he sido una socialdem¨®crata. El presidente dijo el otro d¨ªa: se nos est¨¢ volviendo revolucionaria la ministra. Le dije que si yo no fuera revolucionaria no estar¨ªa aqu¨ª.
P. Se le conoce por ser muy directa. ?Siempre dice lo que piensa al presidente y a sus compa?eros?
R. Terriblemente directa y eso puede que moleste. Yo he llegado a decir que me he sentido como una tonta en tal reuni¨®n, cosas de ese tipo. Soy muy franca y trato de no ser agresiva, pero a veces me cuesta. He sentido que el presidente valora mi franqueza, aunque yo creo que a veces tengo que moderarme.
P. ?Tiene miedo a que Petro, en un momento dado, prescinda de usted?
R. Pienso que eso ser¨ªa un premio (risas). Cuando estoy muy cansada digo ¡°ojal¨¢ se desespere¡±, porque la verdad es que hay momentos muy duros y muy dif¨ªciles, pero yo cada vez siento, m¨¢s que un respaldo personal, que el presidente respalda el objetivo de lo que tenemos que hacer y estamos haciendo.
P. El Gobierno empez¨® con mucha fuerza, la gente estaba entusiasmada, pero la valoraci¨®n ha ca¨ªdo. ?Le preocupa?
R. S¨ª, me preocupa. Tenemos que ser objetivos y evaluar d¨®nde nos estamos separando de la opini¨®n p¨²blica. Algunos sectores del Gobierno tienen conciencia, otros no, pero a m¨ª s¨ª me preocupa porque estamos apenas empezando y necesitamos tener el espacio pol¨ªtico para unas cosas tan profundas como las que se quieren hacer. Hay gente en este Gobierno que es muy objetiva y que acepta d¨®nde est¨¢ fallando y otra gente que, en medio del entusiasmo, le cuesta. Pero tomar la posici¨®n de que todo el mundo est¨¢ equivocado y uno tiene la raz¨®n es lo peor que se puede hacer en el sector p¨²blico.
P. ?Est¨¢ hablando de la ministra Corcho?
R. No quiero referirme a nadie en particular, pero s¨ª creo que la flexibilidad controlada es importante, porque si no, ?c¨®mo negociamos?
P. ?Qu¨¦ pa¨ªs le gustar¨ªa ver en tres a?os?
R. Quisiera que esas reformas vieran iniciado su curso. Nadie niega que hab¨ªa que hacer una reforma de pensiones, nadie niega que en salud hay que hacer ajustes, nadie niega que en la parte laboral hay que hacer ajustes. Lo que yo quisiera ver en tres a?os es que ese proceso de cambio realmente se dio, aunque probablemente no tan fuerte como el presidente so?¨®. Lo que tenemos que so?ar nosotros es que empez¨® el proceso. Pensar que vamos a cambiar el pa¨ªs en cuatro a?os es ingenuo.
P. ?Y c¨®mo se ve usted en tres a?os?
R. No s¨¦ si aguante los tres a?os, espero que s¨ª. Hay una frase fant¨¢stica de Enrique Iglesias, no el cantante sino nuestro economista, que dec¨ªa: Yo quiero morir viviendo. Eso es lo que yo quiero. Verme satisfecha con lo que hice y seguramente los a?os que me queden dedicada a la investigaci¨®n y al an¨¢lisis de las consecuencias de lo que hicimos y de lo que no hicimos. Y con mis nietos.
P. Defina el presidente.
R. Un hombre muy inteligente, muy claro en lo que quiere. Ojal¨¢ se gozara un poco m¨¢s la vida. Lo veo tan dedicado, tan comprometido con lo que est¨¢ haciendo, que me gustar¨ªa verlo relajado en alg¨²n momento. Creo que hace mucho no tenemos a alguien que tenga ese compromiso tan elaborado, durante toda su vida, sobre qu¨¦ es lo que quiere hacer. Ahora quiere volver eso realidad, pero ah¨ª es donde se ven las limitaciones del Estado, que hoy lo desesperan. Ese aterrizaje le ha costado.
P. Dicen que a los haters de redes sociales no hay que contestarles. Usted lo hace.
R. Mi hija Mar¨ªa Claudia hace un papel muy interesante porque yo no tengo tiempo de estar leyendo las redes. Pero ella s¨ª las ve diariamente y me hace un inventario, para m¨ª es un recuento de qu¨¦ est¨¢ pasando. Ah¨ª me gusta mostrar que tengo sentido del humor, porque todo el mundo cree que soy brava. Les tomo el pelo y me gusta contestar cosas que puedo contestar. Me gusta esa cercan¨ªa que a veces es imposible de tener f¨ªsicamente, ella me ayuda a hacer un manejo oportuno.
P. ?No le har¨ªa falta a una persona as¨ª al presidente con su Twitter?
R. Por su personalidad creo que no. ?l es ¨¦l. No creo que haya nadie que lo sustituya en nada. Me parece que esa es una de las cosas que ¨¦l que no le soltar¨ªa a nadie.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.